Considerando que Weird Al Yankovic es uno de los comediantes y creadores de parodias más famosos y respetados de los Estados Unidos (y el mundo), tiene mucho sentido que su supuesta película biográfica, “Weird: The Al Yankovic Story”, no sea más que una parodia del género. Es decir, en vez del presentarnos un resumen de su vida —de sus controversias y peleas y de la forma en que llegó al estrellato—, lo que hace el bueno de Al junto al director Eric Appel, es desarrollar una historia que incluye uno que otro dato verdadero… y nada más. Lo demás es ficción. Y ficción súper exagerada y absurda, como para que quede bien claro que nada de lo que se está viendo está basado en hechos reales.
Evidentemente, era la única forma en que se hubiera podido hacer un bio-pic de Weird Al. Después de todo, se trata de una figura famosa por lo poco problemática que es. Al casi no se ha involucrado en controversias. Nunca se ha peleado con nadie. Nunca ha sido conocido por tomar demasiado alcohol, o por meterse en drogas. Y de hecho, es un artista que ha logrado publicar una gran cantidad de canciones satíricas, sin tener que recurrir a vulgaridades o malas palabras. Es un gran representante del humor blanco y sano, siempre entretenido y dispuesto a parodiar a todo tipo de artistas y conceptos de la manera más ridícula posible, pero siempre apuntando a una público más bien familiar. Era obvio que su bio-pic tendría que ser, en su mayoría, inventado.
Felizmente, dicha idea ha resultado en un producto final realmente divertido y gracioso. “Weird: The Al Yankovic Story” comienza de manera más o menos convencional, introduciéndonos a un joven Al que no es respetado por sus padres —él quiere dedicarse a la música y el acordeón, pero ellos preferirían que “mejor no sea él mismo y que no haga nada de lo que le gusta”. Luego de eso, lo vemos ya de adulto, siendo interpretado por un Daniel Radcliffe que, fuera de una peluca y un bigote, no se parece en nada al verdadero Al (pero eso es parte del chiste). Es a partir de este momento que lo vemos triunfando repentinamente, obteniendo toda suerte de premios y éxitos, y pasando por todos los clichés de la película biográfica: se pelea con los otros miembros de su banda, se mete con una mujer que termina siendo una pésima influencia para él (Madonna, interpretada por Evan Rachel Wood), y hasta se involucra con el cártel de Pablo Escobar (Alberto Castro).
Por qué no.
Resulta prácticamente imposible, pues, pasarla mal con “Weird: The Al Yankovic Story”. Lo que tenemos acá es una comedia que sabe perfectamente lo que es y lo que hace, y por ende, decide presentarnos situaciones jocosas y ridículas de la manera más seria posible, sin que los personaje se den cuenta de lo absurdo que es todo la mayor parte del tiempo. Es la fórmula que le funcionó muy bien al gran Leslie Nielsen por años, y le funciona muy a Radcliffe acá, quien logra desarrollar a Al como una figura “más grande que la vida”. Resulta hilarante ver cómo tratan a las fiestas de polka como eventos ilegales, o ver la reacción de su padre a su amor por el acordeón. Tanto Radcliffe como los demás actores se toman todo esto súper en serio, como si fuese lo más lógico o normal del mundo.
Es a través de este tono, además, que Appel logra parodiar de manera graciosísima a los bio-pics millonarios que salen año tras año, y que son producidos únicamente para ser nominados a los premios Óscar. Logra parodiar la estructura que la mayoría maneja —comenzando con la niñez del protagonista, y resumiendo todos los altibajos por los que supuestamente pasó—, y logra parodiar los eventos supuestamente traumáticos que lo marcaron… en este caso, el rechazo que los padres de Al le tenían a la música en general y al acordeón en específico, y todos los vicios a los que supuestamente se adentró.
Y por supuesto, no nos podemos olvidar de Pablo Escobar. Ni de la imagen Radcliffe, peluca de rulos en la cabeza y mostacho sobre los labios, disparando como loco con sus metralletas. Sí, eso es algo que sucede en “Weird: The Al Yankovic Story”.
Aparte de lo ya mencionado, disfruté mucho de los cameos, algunos sorprendentes —como el que aparece en la primera escena de la película, una suerte de in medias res súper dramático—, muchos de ellos inesperados. Evidentemente nos los revelaré acá —solo diré que una escena en particular, que se lleva a cabo en una fiesta de piscina, hace un gran uso de dichos cameos para situarnos en una época en particular, y por supuesto, para burlarse de los personajes con los que Al se encuentra. La utilización de todos los personajes en “Weird: The Al Yankovic Story” es divertidísima, cada uno más exagerado y caricaturesco que el otro.
Quien evidentemente carga la película sobre sus hombros, sin embargo, es Daniel Radcliffe. La carrera del joven actor británico post-“Harry Potter” ha sido interesantísima, siempre enfocándose en roles extraños y diversos —desde un tipo con pistolas atornilladas en las manos en “Guns Akimbo”, hasta un cadáver pedorro en “Swiss Army Man”. Su aparición en “Weird: The Al Yankovic Story” sigue con la misma racha; Radcliffe interpreta al famoso comediante de manera sorprendentemente verosímil, como un hombre obsesionado con la música y con “lanzar canciones ya famosas pero con las letras cambiadas” —una obsesión extremadamente específica—, haciendo uso de un excelente ritmo cómico. Por más de que no se parezca en nada al verdadero Al, da la impresión de que Radcliffe nació para interpretar este papel.
Felizmente, el resto del reparto está al mismo nivel. Quien destaca más, por ejemplo, es la Madonna de Evan Rachel Wood. La talentosa actriz interpreta a la reina del pop, como se imaginarán, como una versión exagerada de la misma, convirtiéndola en una parodia del estereotipo sexista de “mujer depredadora”. Es tan caricaturescamente malvada, que no queda más que reírse por la manera en que termina por arruinar (casi permanentemente) la vida de Al. Rainn Wilson, por su parte, tiene el rol algo sutil pero importante de Dr. Demento, el mentor de Al, y Julianne Nicholson y Toby Huss, como la madre y el padre de Al, respectivamente, demuestran ser unos maestros a la hora de aguantarse la risa y tomarse completamente en serio las situaciones tan ridículas que tienen que protagonizar.
¿Llegan a funcionar todos los gags? No. ¿Tiene sentido la obsesión tan específica que tiene el guion con Pablo Escobar? No realmente. ¿Pudo haber sido el final un poco menos repentino? Sí claro. Pero nada de eso llega a arruinar la experiencia de ver “Weird: The Al Yankovic Story”. Lo que tenemos acá es una hilarante sátira de las películas biográficas tipo “Oscar Bait”; un filme que sabe muy bien lo absurdo que es, y que logra homenajear a Weird Al de manera hilarante, parodiando aspectos del cine de la misma manera en que Al ha parodiado a la industria de la música por años. No podríamos haber obtenido un mejor filme sobre Al (incluso el hecho de que haya salido exclusivamente para ROKU se siente como una broma), y no podríamos haber obtenido un mejor Al que el de Radcliffe. Los fanáticos se sentirán en el quinto cielo.
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