Nuevo ciclo, nuevo cortometraje. El año pasado lo terminamos con un corto dramático, el primero que hice, en realidad (y que en algunos círculos no fue tan bien recibido, lamentablemente… pero bueno, esa es otra historia), y este año lo comienzo con algo… parecido, pero no necesariamente igual. Sí, es un drama, pero no es tan melodramático, supongo.
La historia es que, para el curso que estoy llevando ahorita, a todos los grupos nos dieron el mismo tema: hacer un trabajo audiovisual sobre la violencia contra la mujer, por lo que en nuestro grupo decidimos hacer una cortometraje narrativo, el cual cuenta la historia de un violador, quien es interrogado por un fiscal sobre su crimen. Lo que tratamos de hacer con esto es contrastar lo que él dice, es decir, su percepción de los eventos, con lo que realmente pasó. Como la mayoría de personas que hacen cosas malas, ya sea en la ficción o en la realidad, no está consciente de que ha hecho algo malo. Para él es justificable, y está en lo correcto.
Pero bueno, a pesar de que no pude hacer ningún tipo de anuncio formal, el corto lo grabamos el martes de la semana pasada sin mayor contratiempo, y creo que salió bastante bien. Ahorita me encuentro en la isla de edición de la universidad, junto con mi editora y mi sonidista, dándole forma al trabajo; armando el rompecabezas, como suelo decir. Es mi parte favorita de una producción, porque simplemente es cuestión de moldear, de crear el producto final. Mi emoción es tal que no pude evitar tomar un par de fotos (jeje).
Editando el sonido….
Con Carmen (editora) y Edwin (sonidista)
Pero bueno, tiempo no nos sobra, así que seguimos no más. No se preocupen, que asumo tendré más información más adelante, y como siempre, colgaré el corto apenas esté listo. ¡Ojalá les guste!
Sebastián
