Tres anuncios por un crimen

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“En Brujas” es una de mis películas favoritas de toda la vida —recuerdo todavía cuando la enseñé a mi grupo de amigos de colegio cuando tenía diecisiete años—, y “Siete psicópatas”, aunque irregular, continuó demostrando la habilidad de Martin McDonagh a la hora de combinar el drama con la comedia. “Tres anuncios por un crimen”, sin embargo, es la culminación de todo lo que McDonagh había estado desarrollando con esas dos cintas previas: se trata de un filme sobre el rencor y la amargura, una historia sobre una mujer que quiere justicia a toda costa, y que no siempre reacciona de la mejor manera, por más que pueda afectar negativamente a quienes la rodean.

Mucho se ha dicho sobre los prospectos del filme en la Ceremonia del Óscar de este año; la mayoría están justificados. La siempre excelente Frances McDormand está simplemente magnífica en esta película, y el infravalorado Sam Rockwell logra desarrollar a un personaje potencialmente caricaturesco como alguien más humano —y profundamente fallido. La película no se desarrolla de manera previsible, y culmina con un desenlace abierto, el cual lo deja pensando a uno sobre todos los posibles caminos que podrían tomar los personajes. “Tres anuncios por un crimen” es una de las experiencias más intensas e impredecibles que he tenido en lo que va del año.

Frances McDormand interpreta a Mildred, una mujer (aparentemente) consistentemente enojada que le paga $5000 al dueño de una empresa de publicidad (Red Welby, interpretado por Caleb Landry Jones) para alquiler tres anuncios y ponerles un mensaje muy específico. Su hija, Angela (Kathryn Newton) fue violada y asesinada unos meses antes, y Mildred no considera que los policías, quienes ella piensa son flojos y racistas, estén haciendo algo al respecto. Por ende, los tres anuncios llevan el mensaje: “Violada mientras moría”, “Y todavía no hay arrestos”, y “¿Como así, Jefe Willoughby?”.

Evidentemente esto no le hace gracia al Jefe Willoughby (Woody Harrelson) quien, a pesar de lo que Mildred podría pensar, es un cariñoso hombre de familia, y uno de los oficiales más responsables del pueblo de Ebbing, Missouri. Uno de los policías que trabaja con él, sin embargo, no es igual; Dixon (Sam Rockwell) es incompetente y racista, pero moralmente retorcido. La presencia de los tres anuncios generará distintas reacciones en ambos oficiales, y también en el resto del pueblo, quienes no estarán muy de acuerdo con el mensaje que Mildred está tratando de transmitir.

“Tres anuncios por un crimen” es una de las películas más impresionantes que jamás haya visto a nivel de tono. A pesar de que maneja un historia llena de momentos fuertes, lidiando con temas complejos como la culpa, la ira y la perspectiva que tienen las sociedades conservadoras hacia las mujeres, McDonagh le inyecta suficiente humor a la cinta como para convertirla en una suerte de tragicomedia, llena de momentos de humor negro que un cineasta de menor talento hubiese convertido en gags gratuitos o fuera de lugar. “Tres anuncios por un crimen” se siente como una historia muy humana precisamente porque no es un melodrama barato; nos transporta a un mundo por el que pasamos por diferentes emociones, todas intensas y muy verosímiles, similares a las que experimentamos en la vida real.

“Tres anuncios por un crimen” ha generado algo de controversia en ciertos círculos, cosa que hasta ahora no entiendo. No puedo ahondar en esto sin llegar a malograrles algunos giros en la trama; solo basta con decir que algunos espectadores consideran que la cinta se trata sobre la redención y el perdón hacia ciertos personajes. Nada podría estar más alejado de la realidad. El filme, más bien, tiene mucho qué decir sobre la forma en que uno reacciona a la tragedia, y cómo puede elegir colocar su ira en el lugar equivocado.

El final de “Tres anuncios por un crimen” es esperanzador no porque ate todos los cabos sueltos, si no porque es abierto y lo deja uno con la esperanza de que ciertos personajes puedan llegar a cambiar, ahora que han pasado por un catalizador (o más). Los personajes más odiosos no terminan agradando, pero McDonagh sí da a entender que podrían ser capaces de mejorar.

Como mencioné líneas arriba, Frances McDormand es espectacular como Mildred. Sí, es odiosa por momentos —consideren, si no, la breve cena que tiene con el “Enano del pueblo”, interpretado por el excelente Peter Dinklage—, y definitivamente no reacciona correctamente a sus emociones, lo cual puede llegar a tener terribles consecuencias (solo piensen en cierto incendio…) Pero debido a cómo es tratada, a la culpa que siente por la manera en que le habló a su hija antes de morir, y debido a que uno entiende su enojo, es casi imposible no apoyarla y dejarse llevar por la historia que protagoniza. Se trata de una actuación central potentísima, y muy humana.

Sam Rockwell y Woody Harrelson no podrían tener personajes más opuestos; el primero es un hombre racista y homofóbico, un desastre andante que representa todo lo que Mildred odia de los oficiales de policía. El segundo, por otro lado, a pesar de ser algo grosero, es un amable padre de familia que siente casi tanta culpa como Mildred por su incapacidad de encontrar al culpable de la tragedia. Abbie Cornish (como la esposa de Willoughby), Peter Dinklage, Caleb Landry Jones (más pelirrojo que nunca) y John Hawkes (como el exesposo de Mildred, quien la dejó por una adolescente interpretada con hilarante inocencia por Samara Weaving) también dan interpretaciones notables.

“Tres anuncios por un crimen” es un espectacular drama cómico, un filme que nunca toma el camino fácil, y que desarrolla su historia de forma emocionalmente honesta. La película nunca da las respuestas sencillas, y más bien reta al espectador, permitiéndole desarrollar sus propias conclusiones, tanto respecto a los personajes, como a la premisa en sí. Impecablemente actuada, filmada de manera efectiva —McDonagh resalta las actuaciones de sus actores, sus expresiones, su dolor— y sin tratar de manipular a su público, “Tres anuncios por un crimen” es una cinta que estoy seguro tocará a más de uno, y que sigue demostrando lo talentoso que es McDonagh a la hora de desarrollar premisas difíciles de manera inesperada.
Avance oficial:

88%
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