“The Marvels”, desgraciadamente, parece haberse convertido en LA película de Marvel Studios en demostrar que el público en general parece estar ya cansado de las historias de superhéroes. O que al menos ya no es factible estrenar decenas de filmes de dicho género todos los años, cada uno con un presupuesto mayor a los doscientos millones de dólares (lo cual hace que, para que sean consideradas como un éxito, tengan que recaudar casi mil millones de dólares). Marvel ha sido LA fuerza dominante de la taquilla por poco más de una década, pero como suele pasar con toda moda, género dominante, o estilo de película popular, parece que su reinado en los cines está llegando ya a un punto de quiebre.
Lo cual, por supuesto, no quiere decir que “The Marvels” sea una terrible película. De hecho, me ha parecido superior a ciertas decepciones recientes por parte de Marvel, como “Thor: amor y trueno” o “Ant-man 3”. Lo que la directora Nia DaCosta (el remake de “Candyman”) y su equipo han hecho, pues, es desarrollar una aventura ligera que, a pesar de contar con ciertas implicaciones cósmicas que seguramente serán continuadas en filmes posteriores, funciona relativamente bien si es que no han visto la primera película de la Capitana Marvel. Ciertamente, aquellos más versados en el Mundo Marvel encontrarán más cosas para disfrutar en “The Marvels”, pero el resto la pasará bien con una aventura espacial graciosa, ocasionalmente creativa y de ambiciones moderadas.
El concepto central de “The Marvels” está lleno de potencial: luego de un incidente que involucra un punto de salto hiperespacial (con forma de panal, como los que vimos primero en las películas de “Guardianes de la Galaxia”), los poderes de Carol Danvers / La Capitana Marvel (Brie Larson, innecesariamente odiada por un sector tóxico del fandom), Mónica Rambeau (Teyonah Parris, de la serie “Wandavision”) y Kamala Khan / Miss Marvel (la carismática Iman Vellani) se entrecruzan. Y esto resulta en secuencias de acción bastantes vistosas, en las que cada heroína cambia de lugar inmediatamente con la otra cada vez que utilizan sus poderes —todos relacionados a la manipulación de la luz— a la vez.
Fuera de eso, el conflicto central de la historia es entre las tres protagonistas, y una líder Kree llamada Dar-Benn (Zawe Ashton), quien busca vengarse de la Capitana Marvel, quien considera fue la responsable —al menos parcial— de la eventual destrucción de su mundo. Para ello, comienza a robarse los recursos de diferentes planetas —comenzando por el aire de uno, el agua de otro, y más preocupante, el sol (¡!) de nuestra Tierra. Como se deben imaginar, las tres heroínas tendrán que detenerla, y para ello, contarán con la ayuda de Nick Fury (Samuel L. Jackson), y sus compañeros en la estación espacial donde ahora está trabajando.
Vale la pena ir a ver “The Marvels”, pues, con expectativas moderadas. Mucho del márketing de las películas de Marvel en años recientes han intentado comparar sus nuevas producciones con filmes de la envergadura de “Endgame”, lo cual ciertamente ha contribuido con la inevitable decepción que muchos fanáticos sienten al verlas. Pero no todas las cintas tienen que ser igual de “grandes” o “importantes” que una secuela de “The Avengers”, y ciertamente ese es el caso de “The Marvels”. No es nada del otro mundo, ni nada que vaya a hacer que les explote el cerebro, pero sí funciona de forma individual, como una aventura entretenida, con un gran sentido del humor; colorida y bastante enérgica. Es decir, es un blockbuster cumplidor, y ciertamente menos desordenado que otras propuestas de similar corte (incluso de parte de la competencia, como la nefasta “Flash”).
El concepto central del entrelazado de poderes funciona bastante bien, por ejemplo, y resulta en secuencias de combate bien coreografiadas y sorprendentes, dirigidas y editadas con claridad. Y disfruté, también, de la química entre las tres protagonistas, especialmente la Kamala de Vellani y la Mónica de Parris; la primera es inocencia y carisma puro (pero sin dejar de ser competente), y la segunda contrasta con ella gracias a su seriedad, y sus sentimientos encontrados hacia Carol, quien la abandonó de niña. Y hablando de la Capitana Marvel: Larson es una excelente actriz (como lo ha demostrado en varias otras producciones), pero por alguna razón, le sigue costando encontrar el corazón de Danvers. No da una mala interpretación acá, pero el personaje en sí sigue siendo bastante soso (especialmente en comparación a Kamala y Rambeau).
Los personajes secundarios son igual de variados. Por alguna razón, parece que el Nick Fury de Samuel L. Jackson ha sufrido un transplante de personalidad —el agente secreto aparece acá en una versión inesperadamente ligera y despistada, muy diferente a sus apariciones en películas previas. La villana de Zawe Ashton es meramente cumplidora —al menos uno llega a entender bien sus motivaciones—, y destaca la familia de Kamala, a quien vimos por última vez en la serie de “Ms. Marvel”. “The Marvels” cuenta, además, con un cameo que le fue “spoileado” a algunos en redes sociales, pero que, previsiblemente, contribuye a la continua construcción del Universo Marvel.
No obstante, vale la pena mencionar que, al ser la película del MCU más corta hasta el momento, “The Marvels” llega a sentirse un poco apresurada, especialmente al inicio. El filme comienza haciendo un mal trabajo estableciendo el contexto en el que se desarrolla, potencialmente dejando confundidos a varios miembros del público —lo cual, felizmente, se resuelve con la llegada del segundo acto. Y aunque resulta interesante la RAZÓN por la cual la Dar-Benn de Zawe Ashton decide hacer lo que hace, también lo deja a uno con una suerte de sinsabor. En pocas palabras: se infiere que Carol Danvers contribuyó con un genocidio (¡¡!!) y la eventual destrucción de un mundo entero, y aunque al final las cosas resultan “bien” (¿esperaban algo más?), resulta imposible NO pensar que si de verdad querían incluir un tema de ese tipo, debieron desarrollarlo mejor.
“The Marvels” no es un desastre —es demasiado entretenida y está demasiado bien actuada para serlo. Me encantó lo imaginativa que puede ser por momentos —¿cómo odiar un filme que incluye un planeta en el que todos sus habitantes se comunican cantando?—; las secuencias de acción son suficientemente emocionantes, y los efectos visuales están mejor pulidos que los de varias otras producciones de superhéroes de los últimos dos años. Pero a la vez, se siente como una cinta apresurada, quizás (parcialmente) machacada en el proceso de edición, y que cuenta con ciertas contorsiones narrativas de implicaciones francamente perturbadoras. Y sí, técnicamente, la trama parece haber sido “tomada” de “Spaceballs”, de Mel Brooks, lo cual es una decisión…. interesante. En todo caso, si van con expectativas bajas, como yo, la pasará bien con “The Marvels”. Pero a la vez, entiendo por qué la mayoría de espectadores querrían algo MÁS.
NOTA: “The Marvels” cuenta con una sola escena poscréditos. Sí vale la pena esperar a verla.
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