Parece que Ishana Night Shyamalan ha heredado mucho del estilo y talento de su padre. Adaptando la novela de AM Shine, con “Observados” nos entrega un thriller de misterio con ciertos elementos de suspenso, que sin llegar a ser absolutamente terrorífico, al menos logra desarrollar una narrativa llena de giros inesperados. No van a encontrar acá un “twist” de la talla del giro sorprendente de “El sexto sentido”, eso sí, pero al menos podrán disfrutar de una historia que hace buen un uso de mitología y cuentos irlandeses, así como de sus actores principales. No es nada extraordinario, pero debo decir que salí de ver “Observados” con un buen sabor de boca.
Dakota Fanning interpreta a Mina, una chica americana que vive en un pequeño pueblo irlandés, trabajando en una veterinaria de día, y disfrazándose y usando pelucas para salir con chicos de noche. Claramente es alguien que cuenta con diversos traumas internos, los cuales son explorados a lo largo del filme, dejando en claro cuál es el arco del personaje, y qué es exactamente lo que tiene que superar. En todo caso, su vida cambia para mal cuando en el trabajo le piden llevar un loro amarillo poco común a otra ciudad, lo cual obliga a Mina a pasar por un misterioso bosque —un lugar que supuestamente atrae a gente rota, y que es imposible de encontrar en un mapa.
Es ahí donde Mina se pierde, y eventualmente encuentra a tres personajes que aparentemente viven en una suerte de casa en medio de los árboles: una señora mayor llamada Madeline (Olwen Fouéré), una chica llamada Ciara (Georgina Campbell, de “Barbarian”) que extraña a su desaparecido esposo, y un chico llamado Daniel (Oliver Finnegan). Los tres le explican que es imposible salir del bosque, y que todas las noches tienen que pararse frente a un espejo para ser observados, bueno, por los “Observadores”; unos entes que jamás han visto, pero que jamás los dejarán libres. Es así que Mina se convierte en parte de este espectáculo, pero sin dejar de pensar en diversas formas para salir en libertad.
El concepto central de “Observados” es intrigante: cuatro personajes que se encuentran encerrados en un lugar, obligados a “actuar” de cierta forma por entes que no podemos ver. Es algo que es explotado bastante bien por Shyamalan, quien se toma su tiempo para desarrollar al personaje de Mina, y para presentarnos, de forma gradual, la situación en la que se mete, y las reglas que debe seguir. En ese sentido, Madeline (una ex profesora de historia) sirve como el ente “explicador”; aquel personaje que aparentemente sirve solo para explicar las reglas y obstáculos con los que se encuentran los demás. Pero al ser un filme imprevisible, uno no tarda en darse cuenta que el rol de Madeline en realidad podría ser más complejo.
Es así que poco a poco Shyamalan va incluyendo más elementos de la mitología irlandesa, haciendo que formen parte del contexto en el que se desenvuelven los protagonistas de “Observados”. No quiero incluir “spoilers”, así que solo mencionaré que Shyamalan no tiene miedo de incluir elementos fantásticos, conceptos relacionados a leyendas antiguas y criaturas mitológicas, y hasta imágenes que parecen haber sido sacadas de cuentos de hadas (pero las versiones originales, más oscuras y sádicas). Bien que el trailer de “Observados” no nos diga mucho, porque de saber todo lo que Shyamalan nos tiene guardado, creo que la experiencia de ver el filme podría haber sido impactada de forma negativa.
No obstante, son precisamente todos estos datos y elementos mitológicos e historias de trasfondo lo que hace que ciertas secciones de “Observados” se sientan algo pesadas. De hecho, hay varias escenas en las que se dan explicaciones o se cuentan historias antiguas o se narran aspectos del pasado de ciertos personajes (especialmente Mina). No es que todo aquello esté mal, pero sí pienso que la película se hubiese beneficiado de más ambigüedad; es decir, no era necesario explicarlo TODO. Paradójicamente, al explicar tanto, los elementos más fantásticos de la narrativa pueden resultar inverosímiles para ciertos miembros del público, mientras que si se hubiesen dejado ambiguos, quizás no hubieran fastidiado tanto.
Porque si van a ver “Observados” pensando que va a ser una cinta de terror psicológico o algo por el estilo, se van a llevar tremenda sorpresa. Lo que tenemos acá es algo más parecido al “folk horror”, solo que sin llegar a ser particularmente horripilante. El tono es lúgubre, el arco de Mina como personaje es palpable y emotivo, y las situaciones de peligro logran generar algo de tensión y suspenso en el espectador. Disfruté particularmente de una escena que se lleva a cabo en el interior de una madriguera, así como de una secuencia en la que Mina y Madeline se deben esconder de los famosos “Observadores”.
“Observados” termina siendo, pues, una experiencia que estoy seguro no será para todo el mundo. Algunos apreciarán la mitología inyectada a la narrativa, así como el trabajo de Dakota Fanning (sutil pero creíble) y Georgina Campbell (emotiva y potente; espero seguir viéndola en más cosas) y la cinematográfica lúgubre y atmosférica. Pero otros no aguantarán ciertos elementos fantásticos, así como un desenlace algo estirado, y cierta escena climática en el bosque que en realidad se termina sintiendo ANTIclimática. “Observados” no es perfecta, pero para ser la ópera prima de Ishana Night Shyamalan, no está mal. Habrá que esperar a ver qué hace con su segundo filme —muchas veces, ese termina siendo el verdadero reto, incluso más que el primero.
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