No te sueltes

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“No te sueltes” es una película que fue —y está siendo— vendida como terror puro pero que, a pesar de contar con un par de momentos escalofriantes, en realidad se siente más como un thriller familiar paranoico. Protagonizada por una excelente Halle Berry, lo que tenemos acá es una cinta que mucho nos dice sobre los peligros de la sobreprotección, pero que al querer abarcar demasiado, se termina sintiendo estirada, hasta un poco absurda. Hay elementos que realmente funcionan bien en “No te sueltes” —de hecho, no termino de entender porqué fue recibida tan negativamente por la crítica y el público en general—, pero el producto final no termina cuajando tan bien como me hubiese gustado.

“No te sueltes” está dividida en tres actos bien específicos, cada uno con su propia pantalla de título. Al comenzar la película, nos enteramos de que los mellizos Nolan (Percy Daggs IV) y Samuel (Anthony B. Jenkins) viven en una antigua casa en medio del bosque con su sobreprotectora madre (Halle Berry). Esta insiste de que el mundo exterior ha colapsado, y que ellos son de los pocos que quedan vivos debido a una Maldad que ha acabado con la mayor parte de personas. La única forma de salir de casa y no ser atacados por la Maldad es atándose a dicha edificación con cuerdas —si los chicos salen sin atarse, dice ella, serán inmediatamente atacados por la Maldad, la cual puede cobrar muchas formas.

Ahora bien, el que la Madre sea la única que pueda ver a la Maldad las pocas veces que se le presenta es súper conveniente. Y es algo que, desde el principio, hace que tanto el público como por lo menos de uno de los hermanos dude sobre si está diciendo la verdad o no. Y no solo eso; gradualmente, “No te sueltes” plantea ciertas situaciones que le permiten al espectador considerar que, quizás, la madre está loca, y está alucinando con las diferentes formas que toma la Maldad, como la de su madre abusiva, o su ex esposo loco. Es así que, cuando el filme por fin revela cuál es exactamente la verdad, dicho giro no se siente particularmente sorprendente, casi como si los guionistas KC Coughlin y Ryan Grassby estuviesen diciendo: sí, era obvio, pero ese no es el punto.

¿Cuál es el punto, entonces? Pues no quiero incluir spoilers, por lo que solo diré que “No te sueltes” eventualmente se convierte en una suerte de película de supervivencia, en los que los dos hermanos tienen que tomar decisiones complicadas, y hasta terminan cometiendo errores que traen consigo graves consecuencias. Es ahí donde se pierde un poco del tono de terror, con el filme convirtiéndose, más bien, en una suerte de tenso drama en donde nos preocupamos a sobremanera por los chicos. Antes de eso, sin embargo, el director Alexandre Aja (Alta Tensión, The Hills Have Eyes) logra desarrollar una excelente atmósfera de pavor, presentándonos el bosque alrededor de la casa como un lugar verdaderamente escalofriante, e incluyendo algunos jump scares innegablemente efectivos.

Nada de esto funcionaría, además, si las actuaciones fuesen malas, pero felizmente ese no es el caso. La gran Halle Berry —quien también produce la película— interpreta a la madre como alguien que verdaderamente quiere proteger a sus hijos, pero que parece estar en negación, completamente convencida de lo que les cuenta. Tiene suficientes momentos de calidez como para que se sienta como una mamá de verdad, pero los contrasta con escenas de locura pura y inestabilidad emocional, dejando en claro que el personaje ha cruzado una línea de la cuál no podrá volver. No es el personaje más complejo del mundo, pero Berry lo interpreta de forma verosímil e intensa.

Por su parte, los dos chicos me sorprendieron bastante. Percy Daggs IV interpreta a Nolan como el escéptico; como el que va dudando sobre lo que la madre les cuenta, y el que intenta encontrar pistas sobre lo que de verdad podría estar pasando afuera de la casa. Hay un escena en particular en la que destaca, enfrentándose a su mamá a gritos, llorando. Y Anthony B. Jenkins está muy bien, también, como Samuel, siempre fiel a su madre, convencido de que todo lo que le ha contado es verdad. Este contraste entre los hermanos se va convirtiendo en el conflicto central de la película, y lo que va trayendo consigo ciertas sorpresas. Dirigir niños siempre es difícil, por lo que vale la pena resaltar el buen trabajo que Aja ha hecho acá tanto con Daggs como con Jenkins.

Es hacia el final, sin embargo, donde “No te sueltes” comienza a flaquear, cambiando de tono —como se dijo antes—, y en general estirándose de forma artificial. El tercer acto se siente mucho más largo que los anteriores, y para cuando se llega al final, la película termina dejando un mal sabor de boca en el espectador. No obstante, no es algo que llega a arruinar completamente a “No te sueltes”; por más imperfecta que sea, me dejó pensando en ella por varias horas, cosa que no sucede con toda experiencia de terror reciente. “No te sueltes” tiene buenas ideas y está expertamente dirigida por Aja; si falla un poco, es porque termina siendo demasiado ambiciosa para su propio bien. Y siempre preferiré un filme de ese tipo, a uno que simplemente se conforme con hacer lo mínimo indispensable.

Avance oficial:

70%
Puntuación
  • Mi calificación

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