No Respires
No Respires representa los noventa minutos más tensos que experimentaremos este año. No hay otra forma de decirlo. Atmosférica, claustrofóbica e innegablemente intensa, la película, escrita y dirigida por el uruguayo Fede Álvarez (el remake de The Evil Dead, de Sam Raimi, quien también produce esta cinta) es sencilla a nivel narrativo pero rica en cuanto a desarrollo de suspenso. No es una película que se ande con rodeos; una vez que introduce a sus protagonistas en una situación desesperada, no suelta a su público ni por un segundo.
Nuestros protagonistas son un trío de jóvenes ladrones: Rocky (la subvalorada Jane Levy), quien quiere escaparse de su desinteresada madre y su inútil padrastro son su inocente hermana menor; Alex (Dylan Minnette), que está enamorado de Rocky, y Money (Daniel Zovatto) que disfruta demasiado de su trabajo. Luego de robar la casa de un millonario sin mayores problemas, deciden asumir un nuevo reto, el cual esperan les de suficientes fondos como para no tener que preocuparse por dinero en mucho tiempo: robar la casa de un ex soldado norteamericano (Stephan Lang), un hombre mayor, ahora ciego, quien se supone tiene escondidas grandes sumas de dinero.
Al principio todo parece estar saliendo bien, pero una vez que son descubiertos, el Hombre Ciego los encierra en su casa para cazarlos uno por uno. La situación de los tres ladrones de convertirá en una pelea por sobrevivir, y luego en el descubrimiento de algo mucho más siniestro.
Muchas películas hoy en día, especialmente blockbusters de grandes presupuestos y exagerados efectos especiales, no saben contar sus respectivas historias con economía, utilizando escenas de relleno para desarrollar subtramas innecesarias e inflar su tiempo de ejecución. Fede Álvarez hace todo lo contrario con No Respires: presenta a sus protagonistas a través de breves pero efectivas escenas introductorias, y establece la premisa del filme con rapidez y claridad. Y una vez que Rocky, Alex y Money se quedan encerrados en la casa del Hombre Ciego, su objetivo es sencillo pero urgente: escapar con vida. No Respires con las justas dura noventa minutos, pero es todo lo que necesita para contar su historia.
Con una premisa como la que maneja, la película muy bien pudiese haber terminado como un tedioso ejercicio de redundancia, pero felizmente ese no es el caso. Álvarez exprime su historia al máximo, desarrollando, poco a poco, la tensión de las situaciones en las que sus personajes se involucran. Cada vez que uno cree que alguno de los personajes se va a salvar, o que al menos está a salvo temporalmente, aparece un nuevo obstáculo que tienen que sobrepasar. El filme está estructurado por olas; la tensión se va acumulando a lo largo de unas cuantas escenas, para de pronto explotar en momentos inesperados y perturbadores. Regrese y repita.
Ayuda también el que la cinta esté poblada por personajes con los que uno se pueda identificar. Alex es el típico chico bueno y tímido; está enamorado de Rocky pero tiene miedo de confesárselo, y aunque no siempre está de acuerdo con sus amigos, los acompaña y los sigue y trata de protegerlos. Las expresiones faciales de Dulan Minnette son algo exageradas por momentos, pero su actuación es lo suficientemente creíble como para que uno realmente quiera que sobreviva. Como Money, Daniel Zovatto es desesperante y odioso. Y Rocky, la verdadera protagonista de la historia, es interpretada con aplomo por la talentosa Jane Levy, quien claramente se está convirtiendo en la actriz fetiche de Álvarez (también protagonizó The Evil Dead). Aquí tenemos a una protagonista femenina fuerte y decidida, quien se mete en situaciones difíciles y trata de solucionarlas ella misma, pero que tampoco tiene vergüenza de ser rescatada por sus amigos de cuando en cuando. Su historia de trasfondo es simple pero verosímil, y sus motivaciones claras. Es una caracterización algo cliché, pero funciona.
El verdadero “roba escenas” de la cinta, sin embargo, es el Hombre Ciego de Stephen Lang. Hace tiempo que no me encontraba con un villano tan memorable e intimidante como este, una fuerza de la naturaleza aparentemente casi imposible de asesinar, una verdadera máquina de venganza, implacable e imprevisible. Al más puro estilo de Daredevil, este personaje, al ser ciego, tiene sus otros sentidos, como el del olfato y el oído, mucho más desarrollados, lo cual lo convierte en un enemigo de temer en un lugar como su oscura y enredada casa, situada en medio de un pueblo abandonado. Lang interpreta al personaje como una suerte de Terminator Jubilado, pero a la vez le inyecta suficiente humanidad como para que sus motivaciones resulten creíbles. No, no es un villano que mata o tortura porque sí; las revelaciones finales que presenta el filme son brutales.
Álvarez utiliza todo recurso a su disposición para desarrollar la mayor tensión posible. El Hombre Ciego parece ser capaz de aparecer casi en cualquier parte e inmediatamente, y es letal tanto con armas blancas como de fuego. Hay un plano secuencia, durante la primeras escenas en el interior de la casa, que sitúa al público en el lugar de la acción; permite que conozcan la geografía de la casa, y que por tanto las secuencias más frenéticas no se sientan confusas (un truco que Álvarez posiblemente haya aprendido de James Wan). Tenemos una escalofriante secuencia en un sótano grabada enteramente en la oscuridad, y planos detalle que nos hacen sentir cómo es que el Hombre Ciego percibe el mundo.
El diseño de sonido es espectacular. Mucho del suspenso que logra transmitir la película depende de los efectos de sonido; de los ruidos que el Hombre Ciego escucha, de la respiración nerviosa de nuestros protagonistas, de los jadeos, de los pasos, de los balazos repentinos y de los desesperante ladridos de un perro. La música de Roque Baños es utilizada con cuidado, y complementa la acción a la perfección.
No Respires es un thriller de suspenso ejemplar. No pierde el tiempo tratando de contar subtramas infladas o introduciendo personajes secundarios inútiles. Tiene una premisa clara, la cual presenta de manera breve; tiene cuatros personajes principales, cuyas motivaciones son creíbles, y tiene un conflicto central simple pero fascinante. Lo más importante, sin embargo, es que Fede Álvarez claramente sabe cómo hacernos sudar, como hacer que nos mantengamos al borde de nuestros asientos por casi hora y media, asustados del Hombre Ciego y de lo que sería capaz de hacerles a Rocky y Alex. No Respires es la prueba máxima de que no se necesitan muchos personajes ni una trama particularmente compleja para elaborar una cinta intensa y emocionante.
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