NN – Sin identidad, una película irregular con un mensaje importante

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NN, de Héctor Gálvez, es una película con una premisa intrigante, que maneja temas dolorosos e interesantes, y que por momentos logró atraparme. Lamentablemente, también es una película que logra hacer poco con sus personajes, que combina buenas actuaciones con otras bastante deficientes, y que en general sentí toca la superficie de una problemática en vez de profundizar en ella. Es un filme que realmente quería disfrutar, pero que lastimosamente no llegó a afectarme emocionalmente.

Paul Vega interpreta a Fidel Carranza, el líder de un equipo de antropólogos forenses (entre los que se encuentran actores de primer nivel como Lucho Cáceres, Manuel Gold y Gonzalo Molina) que tiene como trabajo descubrir la identidad de unos restos hallados en una zona andina del Perú. Sólo un cuerpo queda sin ser identificado, y es ahí que llega Graciela (Antonieta Pari); ella cree que los restos le pertenecen a su esposo, quien desapareció en 1988. No tiene pruebas para justificar sus declaraciones, lo cual resultará en que Fidel se dedique a encontrar alguna evidencia para poder devolverle el cuerpo a la señora.

No puedo negar que, temáticamente, NN es muy interesante. Como muchas otras películas nacionales, la más reciente producción de Gálvez nos habla sobre la época del conflicto armado, esta vez concentrándose en los desaparecidos y los cuerpos no identificados desde el punto de vista de los antropólogos forenses. Se trata de una perspectiva con mucho potencial, la cual lamentablemente no es aprovechada del todo. Es cierto, el filme hace que reflexionemos sobre lo lamentables que fueron estos hechos, sobre cómo afectaron a tantas personas, y sobre cómo ellas tienen todavía estas heridas abiertas, las cuales no han podido cerrar después de tantos años de dolor. Pero a la vez, la película no logra darle un contexto a estas cuestiones—en una escena, un personaje encuentra el vestido de una niña en una fosa común, lo cual da pena, por obvias razones. ¿Pero por qué fue asesinada? ¿Por quiénes? ¿En qué contexto? ¿Quiénes deberían responder por estos actos?

Quizás no era el objetivo de Gálvez dar estas respuestas, pero a la vez siento que contestar aunque sea una o dos de estas interrogantes hubiese ayudado a darle algo de claridad a la trama, a justificar un poco las acciones de sus protagonistas. Curiosamente la escena del vestido fue la única que me afectó emocionalmente, no porque estuviese particularmente bien lograda, si no porque su inclusión es una manipulación por parte del guionista-director, una escena triste en medio de una película parca que poco hizo para hacerme sentir algo.

Y creo que ese es uno de los principales problemas de NN—es tan minimalista, tan parca, que realmente no me hizo sentir mucho. Gálvez está obsesionado con los rostros de sus protagonistas, algunos bastante expresivos, otros no tanto, pero hace un uso tan frecuente de los primeros planos, que a final de cuentas llegan a cansar y terminan por decir poco. Su cámara se siente distante, haciéndonos espectadores de los hechos en vez de meternos en la historia. El ritmo es lento; admito que la cinta no me aburrió, pero a la vez hubo varias escenas innecesarias (como el intento de beso por parte de Fidel hacia su compañera—ocurre repentinamente, y no aporta casi nada a la historia o a la caracterización del personaje.)

Las actuaciones son variadas. Como Fidel, un barbado Paul Vega es expresivo, triste, melancólico. Se trata de un protagonista que claramente siente algo de culpa cada vez que va al trabajo, alguien que de hecho se relaciona, hasta cierto punto, con la gente afectada por las muertes de todas estas personas (si no, jamás hubiese ayudado a Graciela.) Vega da una actuación minimalista pero efectiva. Por otro lado, Antonieta Pari no me terminó de convencer—la escena en la que supuestamente ve la chompa de su esposo por primera vez en 25 años no logró conmoverme en lo absoluto. La manera en que manifiesta sus diálogos, la frialdad de su actuación, hacen que sea muy difícil poder identificarse con ella.

Lucho Cáceres interpreta a un compañero de Fidel con algo de carisma; de hecho da una de las actuaciones más naturales de la película. Sin embargo, buenos actores como Gonzalo Molina o el infinitamente carismático Manuel Gold están desperdiciados en roles pequeños. El primero tiene sólo un par de escenas en donde resalta, mientras que el segundo casi no tiene líneas de diálogo y se pasa la mayor parte de la película como parte del fondo. Sus personajes carecen de personalidad o de algún rasgo interesante.

A nivel técnico, no tengo quejas. La fotografía del experimentado Mario Bassino es bellísima, aprovechando al máximo los parajes de la sierra, la frialdad de la ciudad de Lima, y las sombras de los apartamentos (como el de Fidel) o el lugar de trabajo de los antropólogos. Gálvez favorece los planos largos y estáticos, lo cual transmite de manera efectiva la tristeza y la frialdad del personaje de Vega y los ambientes en donde se desenvuelve, pero a la vez hace que el filme carezca de tensión. El ritmo lento no me molestó; me molestó el que sea tan parejo, el que no haya una acumulación de tensión o suspenso; quizás esa es otra razón por la cual la película no terminó de conmoverme.

NN no es mala—simplemente es irregular. El mensaje con el que nos deja—que no debemos olvidar los hechos tan terribles que se llevaron a cabo en el país, que no debemos tirarlos a una esquina y olvidarlos (algo muy bien simbolizado con las cajas de Fidel que mueven de un sótano a un azotea) y que debemos aunque sea tratar de ayudar a las personas afectadas y tratar de cerrar sus heridas, por mucho tiempo que haya pasado—es invaluable. Es algo que merece ser contado en muchas películas más, algo que debe ser enseñado y difundido.

El problema es la manera en que la trama es contada—parca, distante, carente de tensión y desigualmente actuada. Pero lo que me extrañó más fue el final. No se lo malograré a aquellos que no han visto la película; sólo mencionaré que la mayoría del público en la sala de cine a la que fui se sorprendió, y que no me asombraría que más de uno quede insatisfecho con la conclusión de la película. NN nos hace reflexionar y considerar los hechos sobre los que nos habla—simplemente hubiese sido mejor que lo haga a través de un guión más sólido.

Avance oficial:

63%
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