Cementerio General: la primera película peruana de terror (al menos que yo recuerde.) Cuando me enteré de que se produciría un filme de ese género en mi país natal, no pude evitar sentirme emocionado: por fin se haría algo que no tuviera nada que ver con el terrorismo o las violaciones (obviamente Asu Mare también se alejó de esas tendencias.) Y aunque los avances que fueron pasando en el cine se veían un poco… exagerados y genéricos, me mantuve esperanzado. E igual, no era que tuviera expectativas particularmente altas: tratándose de un filme de terror, lo único que esperaba de Cementerio General era que me asustara, nada más ni nada menos.
Lamentablemente, la película no pudo satisfacer esas expectativas tan básicas. Se puede decir, ya habiéndola visto y habiendo dejado un par de días antes de escribir esta crítica para pensar en la experiencia, que como película de terror, Cementerio General… no funciona muy bien. Como película en general, al menos a nivel técnico, está en algo: el manejo de cámara es decente y algunas actuaciones (lamentablemente no todas) son bastante buenas. Pero lamentablemente, a pesar de algunos logros que pueda tener, simplemente no se trata de un buen filme del género.
La trama de la película es bastante básica, hasta un poco cliché, y para colmo está contada, en su mayor parte, con una cámara subjetiva estilo found footage (al parecer está de moda….) Andrea (Airam Galliani) es una chica que vive en Iquitos, a quien se le ha muerto el padre recientemente. Sus amigos, interpretados por Jurgen Gomez (Pablo), Nikko Ponce (Gabriel), Diva Rivera (Mayra) y Cesar Menendez (Julio) están preocupados por ella: se encuentre muy triste y hasta deprimida. Para solucionar esto, no se les ocurre mejor idea que encontrar una manera de hacer que la chica hable con su padre por última vez, por lo que deciden jugar la Ouija. Su primer intento, en casa de Andrea, es un fracaso, por lo que deciden ir a un mejor lugar para contactarse con los muertos: el Cementerio General. Los chicos son llevados al lugar por Vicky (Leslie Shaw), la novia sexy de Gabriel, y son obligados a llevar a Eva (Flavia Trujillo), la hermana menor de Andrea, ya que no se puede quedar sola en su casa. Predeciblemente, una vez que llegan y juegan la Ouija, las cosas comienzan a salir mal….
Los primeros problemas de la película surgen a nivel de historia. La estructura es rara; la mayor parte de la historia se cuenta a través de flashbacks y de los videos que Pablo grabó de los eventos, con una introducción demasiado larga, secuencias en el cementerio que, a pesar de ser las más importantes y “terroríficas”, terminan antes de lo esperado, y un epílogo innecesario y exagerado. Yo hubiera quitado el primer intento de jugar la Ouija en la casa de Andrea, por ejemplo, no solo para hacer que la introducción dure menos, sino porque no sirve de nada a nivel de historia: no avanza la trama, no desarrolla a los personajes, y la “sesión” culmina en un chiste francamente absurdo. Además, esto haría que se pudieran desarrollar mejor las secuencias en el cementerio, las cuales son (o en tal caso deberían) ser el foco principal del filme. Ahí es donde se juega la verdadera sesión de la Ouija y donde uno de los personajes es poseído, por lo que no estaría mal que durase más.
Adicionalmente, el anteriormente mencionado epílogo es… bizarro. Uno creería, nuevamente, que la mayoría de la película se desarrollaría en el titular cementerio, pero una vez que los personajes salen de ahí, el director nos presenta una serie de escenas en las que los chicos son acosados por el espíritu maligno, con resultados predeciblemente mortales. Supongo que la idea era continuar con el terror, dando la idea de que, a pesar de que salieron del cementerio, el espíritu no descansará hasta cobrar su venganza, pero la ejecución es mediocre. Estas escenas son exageradas, estiran la duración de la película de tal manera que se sienten algo innecesarias (y eso que el filme no es particularmente largo….) pero, más gravemente, no dan miedo.
Y creo yo ese es el problema más grande de la película: que no da miedo. Ahora, esto puede ser algo bastante subjetivo; después de todo, el día que fui a ver la película al cine, de hecho vi varias personas que saltaron en algunas escenas de la película. De repente he visto demasiadas películas de terror, y por tanto muchos de los “sustos” se me hacen predecibles. Pero a pesar de eso, creo que el problema no está conmigo (al menos no del todo.) Por ejemplo: digamos que los chicos se escapan corriendo de la chica poseída por el cementerio. Se meten en un pequeño pasadizo. Se quedan quietos, esperando. No sucede nada, la cámara se queda quieta, pero la música para creciendo en intensidad… ¿ustedes qué creen, que por la esquina aparecerá repentinamente una figura oscura, acompañada de un sonido fuerte? Si adivinaron bien, entonces la película no da miedo. A pesar de que cuenta con una atmósfera visualmente interesante en las escenas del cementerio, el director simplemente no logra crear una sensación de pavor o de miedo. No desarrolla el suspenso, optando más bien por crear algunos “boo! moments”, como se les llama en inglés. (Momentos que te hacen saltar, como el anteriormente mencionado.) Pero lo peor de todo es que ni siquiera hay muchos de estos momentos; la introducción del filme (todas las escenas antes del cementerio) no contiene ni un solo momento de terror o suspenso.
A pesar de esto, algunos de los actores hacen su mejor esfuerzo por crear personajes interesantes o al menos relativamente creíbles. De los chicos, los que más resaltan son Airam Galliani, Jurgen Gómez y Nikko Ponce. Galliani es creíble como una chica común y corriente, primero deprimida por la muerte de su padre, y luego preocupada por su hermana menor. Tiene un rostro expresivo y transmite muy bien el terror que sufre su personaje, lo cual es vital en una película de este tipo. El trabajo de Jurgen Gomez es similarmente sólido, aunque tiende a exagerar en algunos momentos, especialmente cuando grita. (Aunque siento que esto es más culpa del director que del chico.) Lo que si no entiendo es por qué el protagonista es un chico Colombiano; tratan de explicarlo con un par de líneas de diálogo, pero nunca queda claro. Nikko Ponce es creíble también como el miembro más “payaso” del grupo, emocionado por tener una novia mayor y sexy, y fastidiando constantemente al gordo Julio.
Lamentablemente, no todas las actuaciones son así de buenas. Diva Rivera, como Mayra, simplemente no es creíble; su actuación es rígida y fría, e incluso sentía a veces que estaba leyendo sus líneas de una cartilla o que las estaba recitando de memoria. De repente esto es más culpa de la dirección que de ella misma (no quiero sonar malo…), pero igual no se justifica lo débil de su interpretación. Marisol Aguirre es igual de floja, exagerando en sus escenas de llanto, y en general interpretando a su personaje como si estuviera en una telenovela. Leslie Shaw, quien en realidad no aparece tanto, fue contratada simplemente para verse bonita. Predeciblemente, tiene una escena en bikini, y la película no hubiera sufrido en lo absoluto si su personaje no aparecía. (Pero claro, sus ambiciones comerciales sí hubieran sufrido…)
En fin, a pesar de lo mucho que estaba emocionado por ver una producción nacional diferente al resto, no pude evitar sentirme decepcionado por el producto final. Al verla, sentí que los creativos detrás de ella tenían la mejor de las intenciones, pero que por alguna razón u otra, no pudieron crear un filme muy bueno. No sé si se deberá a limitaciones monetarias o de tiempo, o si fueron flojos – de hecho hay varios errores que me molestaron, comenzando con el hecho de que, según el afiche de la película, ésta se desarrolla en el año 2002, pero a pesar de ello, nuestros protagonistas tienen Blackberries y Smartphones, e incluso hay product placement de Claro, una empresa móvil que no existía en Perú en esa época – pero lamentablemente se trata de una película fallida. Muchos de los actores hacen su mejor esfuerzo para elevar el terror de la historia (de hecho me gustaría verlos en mejores producciones, potencial tienen), pero el hecho es que la película simplemente no da miedo. Y como muy bien se debe saber, un filme de terror que no da miedo (ni contiene escenas de suspenso) sencillamente no cumple con su cometido.
