¡Seguimos con El Mes del Terror en Proyectando Ideas! Y para no volverme muy predecible, esta vez escribiré sobre una película no muy conocida de un director de una reputación no muy… sólida… Se trata de Event Horizon (Horizonte Final en español), dirigida por Paul W.S. Anderson y protagonizada por Sam Neill (famoso por ser el protagonista de Jurassic Park) y Laurence Fishburne (Morfeo de la trilogía Matrix.) Sí saben algo de la filmografía de Anderson saben que se trata de un director errático – tiene desde películas entretenidas (Mortal Kombat, una de mis preferidas de la infancia) hasta bodrios totales (Alien vs. Depredador, Los Tres Mosqueteros, la última que hizo de Resident Evil.) Así que la calidad no es garantizada. Pero eso no significa que Event Horizon sea una mala película… ¿o sí? Pues hay que averiguarlo.
Es el año 2045, y la humanidad ya ha logrado colonizar la luna y otros planetas fuera de la Tierra. Para expandir nuestros horizontes incluso más, mandamos una gran nave llamada Event Horizon al borde de la galaxia, pero ésta desaparece de la noche a la mañana, con tripulación y todo. Para averiguar qué ha pasado, la NASA manda una nave de rescate, cuya tripulación consiste de varios arquetipos del género. Tenemos al Dr. William Weir (Neill), quien se encargó de la construcción del Event Horizon; al estricto y serio Capitán Miller (Fishburne); a Peters, la ayudante del médico (Kathleen Quinlan); al lugarteniente Starck (Joely Richardson), la mano derecha de Miller; a Cooper (Richard T. Jones), un tripulante relajado y bromista; a Justin (Jack Noseworthy), el más joven y sin experiencia del grupo; a D.J. (Jason Isaacs), el médico principal; y finalmente a Smith (Sean Pertwee), el piloto peleón. Pero apenas comienza su viaje la tripulación se entera de que todo lo que sabían del Event Horizon era mentira: el Dr. Weir les explica la verdadera misión de la nave, y cuando finalmente le encuentran, se verán enfrentados a un terror que jamás se hubieran imaginado.
Comenzando con lo negativo, lo más decepcionante de Event Horizon es que comienza de manera bastante inteligente y con potencial: Anderson logra crear una atmósfera futurista interesante con excelentes efectos especiales y diseño de producción, y el filme se toma su tiempo para introducir al menos a dos de los protagonistas de manera efectiva (Weir y Miller.) Las ideas son igual de interesantes (el poder doblar el espacio en dos para poder ir más rápido de un lugar a otro, la colonización de la luna y otros planetas) y las actuaciones son sólidas. ¿Entonces…?
Bueno, el problema viene cuando la tripulación llega al Event Horizon y se va enterando poco a poco de lo que le pasó a la tripulación anterior. En pocas palabras, la película es una suerte de copia deAlien, (terror misterioso en el espacio) pero la mayor diferencia es que no tiene ni los personajes ni el suspenso del clásico de Ridley Scott. Toda la atmósfera e historia que se había introducido de manera efectiva al comienzo de la película es reemplaza por sangre, tripas, y explicaciones «científicas» menos creíbles que lo que uno encontraría en un filme de Roland Emmerich. Con Alien, la misión de Scott era crear suspenso y terror para hacer que la audiencia le tenga pánico al extraterrestre del título y se preocupe por sus personajes. Con Event Horizon, lo que hace Anderson es simplemente tirar la mayor cantidad de sangre y tripas a la pantalla con la esperanza de que el público se quede en shock. No hace falta decir que no es igual de efectivo….
Sin embargo, sí cabe decir que debido a la manera en que la película es presentada, es posible disfrutarla de otra manera: como un filme de serie B, con personajes de serie B y «sustos» de serie B pero filmada con el presupuesto de una película clase A. Porque es imposible negar que visualmente la película es impecable: los efectos especiales son excelentes (se ven bien incluso a más de 16 años de su estreno) y las escenas de muerte, aunque exageradas, son lo suficientemente realistas como para que uno quiera taparse los ojos. La leyenda dice que la película tuvo que recibir muchos cortes para pasar de una clasificación NC-17 a una R. Ni idea de qué tan cierto es esto.
Adicionalmente, al ver el filme, uno tiene la sensación de que Anderson sabe que está filmando una película estilo serie B, una copia con mucha menos finura de Alien. Dicha consciencia ciertamente le ayuda a la película; después de todo, tenemos a un Sam Neill que se va volviendo cada vez más loco mientras avanza el filme; a un Laurence Fishburne en modo de héroe de acción serio; y a un Richard T. Jones (Cooper) que sirve más que nada de «alivio cómico», haciendo chistes incluso en momentos que se supone deberían generar suspenso o terror. La película no dará demasiado miedo, pero al menos siempre es entretenida.
También ayuda el que tengamos a varios actores de buen nivel. Fishburne y Neill son creíbles en sus respectivos papeles, el primero interpretando a Miller como el arquetípico capitán exigente y estricto, y el segundo desarrollando a Weir como alguien un poco más humano y tímido hasta que eventualmente se convierte en… otra cosa. Las actuaciones secundarias no son igual de memorables, lamentablemente, aunque definitivamente el que más resalta es el Cooper de Jones. Tiene momentos bastante chistosos, incluso hasta fuera de lugar, teniendo en cuenta que Event Horizon es una película de terror y ciencia ficción. (Se supone.)
En fin, Event Horizon no es la mejor película de terror o de ciencia ficción que jamás haya visto. Es más, sería difícil clasificarla con cualquiera de esos géneros; no la consideraría de terror porque no me dio mucho miedo, y no la consideraría de ciencia ficción porque la «ciencia» que nos presenta el guión es más ficticia que cualquier elemento fantástico de la saga de Star Wars. Pero sorprendentemente eso no quiere decir que sea una terrible película. No es buena, definitivamente, pero me entretuvo al estilo de un filme de serie B: haciéndome reír (intencional y no intencionalmente), y tratándome de impactar con sus tripas y sangre (casi no hay desnudos, a diferencia de otros filmes parecidos.) No es la mejor película que uno pueda ver este octubre, pero si por ahí la encuentran en la TV o en Netflix, no tienen nada más que hacer, y aprecian el sub-género de la serie B de ciencia-ficción, violento y exagerado, no estaría mal que le den una oportunidad.
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