No hay duda de que Alien: El octavo pasajero (o simplemente Alien si eres un purista al que no le hacen gracia los subtítulos inventados para las traducciones) es una de las películas más importantes de la historia. Se trata del filme que catapultó al director Ridley Scott al estrellato, y de una de las historias de horror y ciencia ficción más memorables del séptimo arte. Todo el mundo conoce al Xenomorfo del título, al personaje de Ellen Ripley (interpretado por Sigourney Weaver) e imágenes impactantes como la de la habitación llena de huevos alienígenas, o la boca dentro de la boca del monstruo. Se trata, pues, de una película que ha dejado una huella muy grande en la cultura cinematográfica occidental… pero eso no quiere decir necesariamente que se trata de una obra maestra, o de un filme que ha sobrevivido la prueba del tiempo, ¿o sí?
La historia, a primera impresión, suena como la típica trama de terror: diversos personajes son atrapados en un ambiente claustrofóbico con un monstruo, y serán eliminados uno por uno. También suena a la típica historia de las películas slasher de terror, sólo que en vez de tener a un asesino serial o a un loco sediento de sangre, tenemos a un alienígena asqueroso. Mucha gente considera que Alien es, primeramente, una película perteneciente al género de la ciencia ficción, pero yo pienso más bien que es una película de terror con elementos de dicho género – después de todo, el objetivo principal del filme es crear tensión y terror, y los elementos más fantásticos o de ciencia-ficción son, a final de cuentas, secundarios.
Pero creo que me estoy desviando. Para ser más claros, la película se desarrolla en un futuro distante, y se concentra en los tripulantes de la nave espacial Nostromo. Tenemos a Dallas (Tom Skerritt), el capitán de la nave; a Ripley (la anteriormente mencionada Weaver), la segunda en comando; a Lambert (Veronica Cartwright); a Brett (Harry Dean Staton) y Parker (Yaphet Kotto), los mecánicos; a Kane (John Hurt), y a Ash (Ian Holm), el médico. Todos estaban en criosueño durante su viaje, pero son repentinamente despertados cuando el Nostromo recibe una señal de ayuda de otro planeta. Bajan a dicho planeta y no encuentran sobrevivientes, pero cuando regresan a su nave, se dan cuenta de que una forma de vida no conocida ha venido con ellos….
Alien fue estrenada por primera vez en el año 1979, una época en la que recién se estaba desarrollando el concepto de “blockbuster” (gracias a Tiburón y Star Wars Episodio IV) y en que estaba comenzando un nuevo surgir del género de la ciencia ficción gracias a, nuevamente, la película de George Lucas. Ahora, aunque Alien no es necesariamente un filme de dicho género, al igual que Star Wars, se podría considerar más como una ópera espacial o como una película fantástica desarrollada en el espacio. Con su filme, Lucas logró desarrollar un nuevo concepto del futuro o de escenario estilo ciencia-ficción: presentar todo de manera “usada” y realista, consets sucios y de apariencia gastada para dar una sensación de verosimilitud. Alien llevó esto al siguiente nivel: la película es oscura y áspera, presentándonos a un Nostromo extremadamente sucio y grasiento y usado y viejo. Como se menciona en alguno de los materiales adicionales del DVD, es como ver “Camioneros en el espacio”; un futuro donde nade es limpiecito y blanco, si no todo lo contrario. Esto le da un “look” muy particular a la película, y hace que los procedimientos sean más fáciles de digerir porque casi ningún escenario se ve demasiado fantástico.
Pero la verdadera razón por la cual la gente decide ver Alien es por el monstruo titular, y dicha criatura no decepciona. Con su aspecto tenebroso y oscuro, cubierto de una baba asquerosa y un exo-esqueleto desconcertante, el Alien es una de las criaturas antagónicas más intimidantes del cine. Fue diseñado, junto con muchos de los escenarios extraterrestres, por H.R. Giger, un artista suizo que supo darle una estética surrealista y perturbadora a la película. Mucho se ha dicho de sus diseños, los cuales incorporan formas muy sexuales: el Alien tiene una cabeza fálica, el “facehugger”, (la criatura que impregna a otros seres vivos con el feto Alien), tiene forma de vagina, etc. Esto sirve para crear un enlace entre el terror y lo sexual, entre lo desconocido y lo prohibido, lo cual, no hace falta aclarar, le da un sentido bastante asqueroso y chocante a las criaturas de la película. De hecho se tratan de diseños únicos, oscuros y atemorizantes, los cuales ayudaron a hacer que la película resalte.
Pero el trabajo de Giger no fue lo único que hizo que las audiencias en todo el mundo recibieran a Alien con los brazos abiertos. Scott es un maestro a la hora de desarrollar el suspenso y el terror: le da suficiente tiempo a la película para desarrollar a sus personajes: Dallas es decidido y serio; Ripley es valiente y controlada; Lambert es miedosa; Brett y Parker son los más relajados, y Kane y Ash son los más enigmáticos (en el caso del segundo, es a propósito; en el caso del primero, no estoy tan seguro.) Todo esto sirve para que cuando el Alien finalmente venga y comience a matar a todos, nos importe el peligro por el que pasan y nos de pena cuando mueran. No se trata, pues, de caracterizaciones particularmente profundas o tridimensionales, pero sí lo suficientemente reconocibles como para hacer que el filme no esté poblado por estereotipos o personajes poco interesantes.
Además, también está el hecho de que Scott logra crear una atmósfera intensa y perturbadora. El Nostromo es una nave oscura, llena de rincones pequeños y cuartos laberínticos. El Alien podrían estar escondido en literalmente cualquier parte, y podría atacar a los protagonistas de cualquier manera. La fotografía es oscura y bien contrastada, pero a la vez muy detallada: se puede ver con claridad el vapor en el cuarto de máquinas de la nave y el sudor de los personajes y se puede ver la baba que cae de la boca del Alien cuando está a punto de atacar a los humanos. Scott logra además crear una sensación de claustrofobia muy intensa, usando casi exclusivamente espacios cerrados sin ventanas y muy oscuros. Todo esto está, por supuesto, al servicio del suspenso: es imperativo que la audiencia crea que los personajes verdaderamente están en peligro, y felizmente Scott logra dar esa sensación.
Alien tiene muchos momentos memorables (tenemos la sala llena de huevos gigantes, como se mencionó anteriormente), pero si hay una escena que todos recuerdan, es la de la cena. Todos los tripulantes está felices comiendo; después de todo, Kane ha despertado después de ser atacado en el planeta alienígena y se le ve completamente normal. Pero de pronto todo se sale de control: Kane comienza a convulsionar, lo echan encima de la mesa, y de pronto su estómago explota, la sangre salpicando encima de todos los demás. Un pequeño Alien sale de su interior y se va corriendo. Se trata de una escena terriblemente impactante, algo que en la época jamás había sido visto, tanto por lo explícita como por lo inesperada que es. Y Scott la maneja magistralmente, creando primero un contexto de calma y felicidad para luego destruir todo con un evento inmensamente sangriento y chocante.
Además, similarmente a lo que hizo Spielberg con su Tiburón, una de las razones por las cuales Scott logra desarrollar suspenso de manera tan efectiva es porque la criatura no aparece hasta bien avanzada la película. Esto se debe a varios factores: primero, el filme se toma su tiempo para desarrollar a los personajes y la historia; segundo, es necesario primero llegar al planeta desconocido, es decir, desarrollar la llegada del Alien; y tercero, como se demostró en Tiburón, el público le tiene más miedo a lo desconocido, a aquello que solo ha logrado ver por partes y en planos bien cerrados y breves. Esa es la razón por la cual el Alien jamás aparece en un plano entero en esta película. (La única escena en donde aparecía entero fue eliminada, y con justa razón: es horrible. Si tienen curiosidad, la pueden ver en el Material Extra del DVD y el Blu-ray.)
El filme también funciona porque las actuaciones son memorables. En los 70s, uno hubiera esperado que el verdadero protagonista de la película fuera el capitán (Dallas), y por tanto que fuera el único en sobrevivir. Fue una sorpresa, entonces, para el público de la época que la única en sobrevivir fuera una mujer: Ripley. Ahora esto no es nada del otro mundo, pero en aquella época fue revolucionario. Ahora, lo bueno es que no lo hicieron porque sí: Ripley no sólo sobrevive porque “es una mujer”, si no también porque es un personaje fuerte, decidido y con el cuál es fácil empatizar. Además, a pesar de que sabe cuidarse por sí misma, no se trata de una súper-heroína: es vulnerable, por lo que uno siempre teme por su vida mientras la película de desarrolla, lo cual, como hemos visto antes, incrementa el suspenso y el terror. Las actuaciones de los otros personajes son buenas (especialmente la de Ian Holm (Bilbo de El Señor de los Anillos) como Ash, debido a… razones… ¡no malograré la sorpresa!), pero la que resalta más, y la que más se recuerda, es la de Sigourney Weaver. Su Ripley es una de las heroínas de acción más icónicas del mundo del cine.
En fin, decidí escribir sobre Alien para este Mes del Terror porque me parece que es uno de los ejemplos mejor logrados del género en la historia el cine, una película que logra mezclar el terror con el suspenso y con la ciencia-ficción (o la ópera espacial, más bien) a la perfección. No se trata de un buen filme de terror porque está lleno de sangre y tripas o porque tenga los Aliens más asquerosos (aunque los tiene); lo es porque logra elevar el suspenso hasta niveles casi inaguantables, y porque logra desarrollar personajes (especialmente a Ripley) con los cuales es fácil identificarse. También ayuda el que esté lleno de diseños perturbadores, escenas memorables, y efectos especiales casi perfectos. (A diferencia de la primera entrega de Star Wars, Alien no ha necesitado de una edición especial con mejoras visuales, y dudo que jamás la necesite.) Alien es, en pocas palabras, una de las mejores películas de terror que existen, y la mejor entrega de la franquicia junto con la secuela dirigida por James Cameron. Si no la han visto, aprovechen este octubre y háganlo; se darán cuenta de por qué es tan famosa.
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