Lucy: absurda pero entretenida

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Lucy es una típica película de Luc Besson (El Quinto ElementoEl ProfesionalTaken): exagerada, llena de humor negro y con un guión que parece haber sido escrito por un adolescente tratando de interpretar conceptos que todavía no entiende del todo. La cinta está basada en un mito científico (que el ser humano solo usa el 10% de su cerebro), el cual lo exagera y expande de maneras que no me hubiera imaginado. Pero siendo honestos, el que la mayoría de la ciencia en Lucy esté incorrecta no es importante (hasta el mismo Besson lo ha admitido.) La importante es que el filme funciona muy bien como un trabajo de ficción y que, si uno acepta su errada premisa, se trata de una cinta innegablemente entretenida en su exageración, una película que me mantuvo atento todo el tiempo y que no dejaba de sorprenderme. A diferencia de la mayoría de blockbusters contemporáneos, no es predecible.

La película se llama en honor a su protagonista, Lucy (Scarlett Johansson), una chica guapa pero simplona que ha estado saliendo poco tiempo con su novio, Richard (Pilou Asbaek). Este último la obliga a entrar a un edificio en Taiwán y dejarle un misterioso maletín a un mafioso Coreano (Min-Sik Choi), quien mata a Richard y se lleva a Lucy. Asustada y en shock, la chica se ve obligada por los mafiosos a abrir el maletín, y descubre que en su anterior se encuentra una nueva droga, un polvo azul fosforescente. Después de ser intimidada incluso más, Lucy es noqueada y, mientras duerme, le abren el estómago y le insertan una bolsa de droga para transportarla a otro país. Junto con otras cuatro personas, se convierte en burrier, pero antes de salir y en cautividad, nuestra protagonista es golpeada por miembros de la mafia, lo que causa que la droga se chorree en su interior…. y le de unos súper poderes muy interesantes. Poco a poco, Lucy va usando más y más de su capacidad cerebral, lo cual hace que pueda controlar su cuerpo y mente a niveles nunca antes vistos, a otras personas y, eventualmente, incluso al tiempo y al espacio.

 

Como mencioné antes, el que los humanos solo usan el 10% de su cerebro es un mito. Nada de lo que sucede en la película puede pasar en la vida real… pero ese es precisamente el chiste. Es una película. Es ficción. El que la premisa sea imposible no me fastidió en lo absoluto; es como cuando uno ve una película de ciencia-ficción y hay sonido en el espacio: es algo que no es cierto, pero uno se lo cree porque es un filme. Si uno va a ver Lucy con prejuicios, va a ser imposible de disfrutar, pero si uno va a verla con la idea de creerse la historia que nos presenta e ignorar la imposibilidad de su premisa, se puede divertir bastante.

Porque la película es realmente divertida. A diferencia de lo que los tráilers nos querrían hacer creer, no hay demasiadas escenas de acción, pero igual no aburre. De hecho, lo interesante de la cinta es que no se trata de una típica película de súper-heroes; lo interesante de Lucy son las ideas con las que nos presenta, la manera en que el personaje de Scarlett va haciéndose más y más poderosa, su interacción con otras personas y eventual deshumanización, y su objetivo final. Lucy no está tratando de salvar al mundo o derrotar a un enemigo. Es cierto, el Sr. Jang (el mafioso Coreano) es el villano principal, por así decirlo, pero no es un personaje particularmente memorable o intimidante. Él no importa tanto. Lucy se vuelve tan poderosa que Jang no es una verdadera amenaza para ella. Lucy busca hacer otra cosa con sus poderes, lo que nos lleva al clímax de la película, una secuencia surreal, impactante y que podría resultar frustrante para aquellos que buscan algo un poco más tradicional en sus blockbusters. Dicha secuencia me recordó El Árbol de la Vida, de Terrence Malick.Inesperado….

 

También ayuda el que tengamos al personaje de Morgan Freeman, un científico que se vuelve aliado de Lucy y es el principal expositor de la teoría del uso cerebral. Nada de lo que dice suena particularmente creíble (de hecho, fui a ver la película al cine con mi padre, que es médico, y él me confirmó que la mayoría de la ciencia en la película es inexacta), pero eso no es lo importante. Lo que importa es que tenemos a Morgan Freeman, quien con su presencia actoral y voz increíble puede hacer que cualquier cosa suene verosímil. Su actuación es buena, como uno esperaría, al igual que la de Amr Waked, un actor Egipcio que interpreta un oficial de policía que ayuda a Lucy.

Pero, como era de esperarse, la que verdaderamente se luce es Scarlett Johansson. Ella prueba que es muy posible tener una película millonaria de verano exitosa protagonizada por una mujer (en serio Marvel, ¿qué esperan para darle una película individual sobre La Viuda Negra?), y que es más que capaz de llevar (casi sola) una película sobre sus hombros. Es interesante como comienza la película como una chica más inocente y simple, y cómo poco a poco se va convirtiendo en un ser súper-poderoso, perdiendo su humanidad y sus sentimientos. Se trata de una fuerte actuación, sin la cual la cinta hubiera fallado horriblemente.

 

Visualmente, Lucy es impresionante. La manera en que Besson interpreta los poderes de la chica es interesante; vemos cómo va controlando materia y a otras personas, como puede cambiar su aspecto o multiplicar partes de su cuerpo, e incluso cómo ve las ondas sonoras. Todo resulta bastante fantástico y exagerado, pero gracias a los impresionantes efectos especiales y a Morgan Freeman, quien podría, con su voz, transformar a la guía telefónica en algo interesante, me creí todo. Hasta la música de Eric Serra me gustó bastante. (Aunque debo admitir que soy su fanático desde hace años; sus soundtracks de El Quinto Elemento y Goldeneye son geniales.)

Lucy me gustó más de lo que esperaba. Las últimas producciones de Besson no habían sido particularmente buenas (La FamiliaTaken 2, entre otras), y la premisa de la película se veía bastante ridícula, por lo que no tenía muchas expectativas. De hecho, la premisa de la cinta es, efectivamente, absurda, pero es presentada de manera tan efectiva y entretenida que a fin de cuentas no me fastidió demasiado. Uno tiene que suspender su incredulidad para poder disfrutar de Lucy; tiene que creerse su premisa errada y su loco clímax, pero si lo hace, puede divertirse bastante. Con sus efectos especiales impresionantes, historia poco predecible, buenas actuaciones y buen manejo de tensión, Lucy es un blockbuster muy entretenido y por momentos hipnotizante. No es nada sutil, pero bueno, la sutileza nunca ha sido la especialidad de Besson.

Avance oficial:

75%
Puntuación
  • Mi calificación

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