Los Vengadores: Era de Ultrón

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Los Vengadores de Joss Whedon fue un parte-aguas en la industria, no solo porque se trató de la culminación del (primer) plan maestro de Marvel Studios y Kevin Feige, si no porque se trató de una película enorme que, contra todo pronóstico, funcionó de maravilla. Los Vengadores fue un éxito rotundo, no solo a nivel comercial si no también con los críticos, porque encontró un balance casi perfecto entre la acción, el humor, la trama, el desarrollo de sus personajes, los efectos especiales, y las conexiones que mostraba con películas previas y producciones futuras. Es una de mis cintas favoritas de Marvel, y uno de los filmes de súper-héroes más entretenidos que hay.

Es por todo esto que las expectativas que los fans tenían hacia su secuela eran infinitas. Si Los Vengadores fue enorme, entonces Vengadores 2: Era de Ultrón iba a ser gigantesca, con más personajes, más escenas de acción, más efectos especiales, y más conexiones a otras películas y referencias a los cómics. Esto podría resultar en una película caótica, difícil de entender e incoherente… pero felizmente ese no es el caso. Ahora, no digo que Era de Ultrón sea perfecta; de hecho, todavía prefiero a su predecesora, quizás debido a su relativa simpleza, o a que le resultó imposible a Whedon el replicar la sensación de espectacularidad que nos dio ver a nuestros héroes juntos por primera vez en la cinta anterior. Sin embargo, la secuela funciona en sus propios términos, demostrando la capacidad de Whedon de manejar una épica historia llena de diferentes personajes y villanos.

Era de Ultrón comienza con los Vengadores atacando una base de HYDRA (organización que, como descubrimos en Capitán América y el Soldado de Invierno, sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial e infectó a SHIELD), la cual es manejada por el Barón Von Strucker (Thomas Kretschmann), quien se encuentra realizando experimentos en humanos con la ayuda del Cetro de Loki (Tom Hiddleston). Sus únicos casos de éxito son los gemelos Wanda (la siempre-excelente Elizabeth Olsen) y Pietro Maximoff (Aaron Taylor-Johnson); la primera es telekinética y puede invadir la mente de los demás, y el segundo es súper-veloz. La batalla culmina con Tony Stark (Robert Downey Jr.) llevándose el cetro a la base de los Vengadores, y los gemelos escapándose.

Ya en Nueva York, Tony, junto con Bruce Banner alias Hulk (Mark Ruffalo) usa el poder del cetro para terminar un proyecto que había dejado abandonado: Ultron, la creación de una inteligencia artificial capaz de defender al mundo de cualquier amenaza y por ende hacer que los Vengadores por fin descansen. Pero cuando Ultron (James Spader) despierta, en vez de venir en son de paz, llega a la conclusión de que, para salvar al planeta, es necesario extinguir a los humanos, por lo que invade la Internet y usa a los gemelos para comenzar su malévolo (y enredado) plan de extinción planetaria. Obviamente, los únicos capaces de detenerlo son los Vengadores, por lo que los héroes anteriormente mencionados, junto con Viuda Negra (Scarlett Johansson), quien ahora se muere por Hulk; Hawkeye (Jeremy Renner), quien ahora tiene una personalidad; el Capitán América (Chris Evans); y Thor (Chris Hemsworth) viajarán por todo el mundo, desde EE.UU. hasta Wakanda, (África), y Europa del Este para cumplir su misión.

Los Vengadores: Era de Ultrón es una película masiva. Gigante. Enorme. La cantidad de personajes (héroes, villanos, gente en medio) es exhorbitante, y las escenas de acción están llenas de efectos especiales, explosiones y destrucción. Es un pequeño milagro el que Whedon haya logrado mantener la coherencia entre todo este caos, pero felizmente el hombre es lo suficientemente talentoso para lograrlo. Es incluso más impresionante si se considera que el primer corte de la cinta duraba más de tres horas, lo cual significa que tuvo que cortar casi una hora de metraje para que no sea ridículamente larga. Felizmente, estos cortes no se sienten la mayor parte del tiempo; quizás la única sub-trama que se hubiera visto beneficiada con más escenas es la que involucra a Thor y el Dr. Selvig (Stellan Skarsgård). Solo diré que la visión que Wanda le hace ver lo manda a una tangente, cosa que eventualmente ayuda a desarrollar el clímax de la película pero que sin embargo se siente aislada y poco clara.

Considerando la cantidad de protagonistas, es lógico que algunos personajes reciban más atención que otros, pero al igual que en la primera película, es notable el que Whedon haya logrado darle un momento para brillar a todos y cada uno de ellos. El Tony Stark de Downey Jr. es gracioso y carismático como siempre, pero esta vez demuestra un lado más oscuro y serio que de repente no habíamos tenido la oportunidad de ver antes. Como el Capitán América, Chris Evans es quizás el que da la mejor actuación, siempre honesto pero esta vez menos inocente. Como Banner, Mark Ruffalo es bueno, pero no me gustó que Whedon le haya cambiado un poco la caracterización al personaje. No sé si es necesariamente debido a su ahora-romántica relación con la Viuda Negra (la cual, dicho sea de paso, surge de la nada), pero no sentí que fuese el mismo Banner que vimos en la primera película de los Vengadores. Y hablando de Johansson, me gustó que fuese el ancla emocional de la historia pero que a la vez siga siendo la misma chica fuerte y ruda de siempre. Thor, por otra parte, sigue siendo algo aburrido (definitivamente es el personaje al que le cuesta más trabajo escribir a Whedon.)

Curiosamente, uno de los personajes que más brilla en esta entrega es Hawkeye. Después de pasarse la mitad de la otra película como un zombie hipnotizado, Whedon decidió darle una personalidad, una familia y más humanidad. Es interesante porque Clint Barton es el personaje más humano de todos los Vengadores, incluso más que la Viuda Negra, y por tanto es el que le da algo de gravitas a la historia y a las escenas de acción, algo de verosimilitud y realismo. No nos preocupamos por Thor o Hulk porque sabemos que son casi invencibles, y porque sabemos que regresarán en futuros filmes. Hawkeye, por otra parte, es mucho más vulnerable, y como no tiene una serie propia, nos preocupamos por él porque sabemos que sí, él  podría morir. Renner da una actuación realista y sutil, gracioso por momentos pero sorprendentemente humano en otros.

Como los gemelos, Elisabeth Olsen y Aaron Taylor-Johnson son buenos. Olsen sigue demostrando que, no importa el material se le de, es casi imposible que de una mala actuación (a pesar de su inconsistente acento Europeo), y Taylor-Johnson nos da una interpretación algo más seria de Quicksilver que el de X-Men: Días del Futuro Pasado. Me gustó, aunque creo que sigo prefiriendo la interpretación de la súper velocidad de Bryan Singer que la de Whedon. Visualmente me resultó mucho más interesante.

Ah, pero cómo olvidarse del Ultrón de James Spader. Como villano, no es nada del otro mundo; su plan es previsible (y algo tonto), al igual que sus ambiciones, pero lo que lo hace un poco más interesante es su caracterización y la manera en que Spader, con la ayuda de la tecnología de captura de movimiento, lo interpreta. Ultrón es intimidante, eso es cierto, pero siendo una creación de Tony Stark, también tiene un sentido del humor, cosa que honestamente no me esperaba. Esto lo hace diferente a otros villanos que hemos visto en filmes de Marvel, aunque en el gran esquema de las cosas, no pude evitar sentir que era más una distracción hasta la llegada de Thanos en Infinity War, que un villano propiamente dicho.

Finalmente, un personaje que  me sorprendió fue la Visión. (Para aquellos que no han visto la película todavía, sugeriría que se salteen este párrafo.) Este personaje llega algo tarde en la historia, pero me gustó el que su eventual creación esté perfectamente conectada al desarrollo general de la trama de la película, y que sea interpretado por Paul Bettany, quien le ha estado dando la voz a JARVIS todos estos años. Visión es una mezcla entre maquillaje y efectos digitales, y se ve realmente imponente. Según tengo entendido, ha sido presentado de manera diferente a cómo sale en los cómics, pero creo que dentro del contexto de esta cinta funciona perfectamente, algo así como un Superman de Marvel, casi invencible, y el único digno levantar martillo de Thor aparte del dios Asgardiano. (Uno de los mejores momentos del filme.)

Como podrán imaginarse, los efectos especiales son espectaculares, y las escenas de batalla son brutales, violentas, imaginativas y tensas. La trama de Era de Ultrón es intrigante, de eso no hay duda, y posa interesantes preguntas sobre la naturaleza de la inteligencia artificial y la moralidad (o la falta de ella) de los súper héroes en un mundo como el nuestro, pero lo que la gente verdaderamente quiere ver es la acción, y en ese sentido, el filme no falla (la mayor parte del tiempo.)

Creo que podríamos considerar que Era de Ultrón tiene tres batallas principales: el ataque a la base del Barón Von Strucker, la pelea entre el Hulkbuster y Hulk, y la guerra final para defender el país de Sokovia de Ultrón y su ejército de robots. La primera batalla es algo caótica, quizás porque es la que nos introduce al filme, por lo que se siente algo descontextualizada. Sin embargo, contiene un plano secuencia realmente memorable (aunque no tanto como el de la primera entrega), por lo que no está del todo mal. El segundo combate es genial, no necesariamente debido a la cantidad de daño que Hulk le hace a una ciudad en Wakanda, si no también debido a la manera en que Stark trata de calmar a su enojado amigo (eso, y la conclusión de la pelea es tanto un buen chiste como una excelente referencia a una escena similar en la anterior cinta.)

Pero la que se lleva las palmas es la batalla final. Sí, es algo parecida a lo que uno encontraría en un Transformers, pero lo que diferencia a Era de Ultrón de una mega-producción de Michael Bay son los momentos graciosos, los personajes que verdaderamente nos importan, y los descansos entre cada puñete y patada, entre cada explosión. Whedon no nos presenta con un ataque a los sentidos, violencia sin justificación ni orden; la acción en Era de Ultrón sirve a la trama de la película y no viceversa, y lleva un ritmo lo suficientemente bien construido como para nunca aburrir, nunca aturdir. Eso, y me encantó el dedo medio que se le dio a DC y específicamente a Hombre de Acero (la cual, debo aclarar, me gustó) durante la batalla final: la prioridad máxima de los Vengadores en Sokovia es la gente, por la que se esfuerzan por evacuar la ciudad antes de pelear y de salvar a cualquier civil que se encuentre en medio del enfrentamiento. A diferencia de Superman, los héroes de Marvel no matan a la mitad de una ciudad durante su guerra.

¿Que más se puede decir sobre Era de Ultrón? Es una película gigante, la cual en realidad no debería ser tan entretenida como es; es un milagro el que Whedon haya podido balancear, no necesariamente de manera perfecta pero sí en general con éxito, tanto personaje, tanta acción, tanta explosión, tanto chiste, tan referencia a cómics…. tanto. A pesar de durar casi dos horas y media es una película ágil y divertida, muy graciosa por momentos (cortesía del diálogo ingenioso de Whedon) pero emocionante la mayor parte del tiempo. Quizás su villano principal no sea particularmente memorable, pero gracias a sus secuencias de acción excelentemente elaboradas, sólidas actuaciones, impresionantes efectos visuales y conexiones a cintas del pasado y del futuro, Los Vengadores: Era de Ultrón es una sólida secuela. Sigo prefiriendo la primera entrega, pero estoy seguro que con Infinity War (partes 1 y 2), Marvel tendrá la oportunidad de superarse. Ojalá lo logren.

Avance oficial:

75%
Puntuación
  • Mi calificación

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