Little Joe
¿Qué es exactamente lo que hace feliz al ser humano? ¿Qué consecuencias puede traer consigo la modificación genética de seres vivos? ¿Y qué tan responsable de sus actos es la gente que decide meterse con la Madre Naturaleza? Estas son algunas de las preguntas que la cineasta austriaca Jessica Hausner (“Lourdes”, “Amour Fou”) pretende responder con “Little Joe”, una cinta de suspenso de carácter clínico y perturbador. Las respuestas, si es que han visto las películas anteriores de Hausner, no son fáciles, pero el producto final destaca debido a la dedicación de Hausner a su oficio, y a la magistral actuación central por parte de Emily Beecham.
Beecham interpreta a Alice Woodard, una madre soltera y criadora de plantas que trabaja para una corporación interesada en desarrollar nuevas especies a través de la manipulación genética. Es ahí donde crea a Little Joe, una planta dedicada a “hacer feliz a la gente”, la cual espera pueda estar lista para una feria que se llevará a cabo en pocos meses, y eventualmente, para ser vendida al público en general. Su jefe, Karl (David Wilmot), sin embargo, no está muy convencido de que puedan tener la plata lista sin mayores pruebas, mientras que su mano derecha, Chris (Ben Whishaw) parece estar más interesado en invitarla a salir, que en trabajar con ella. Sin embargo, convencida de que su trabajo no tiene fallas, Alice decide llevar una de las plantas a casa, para que esté bajo el cuidado de su hijo, Joe (Kit Connor). Es así que Alice va notando, poco a poco, que la gente que entra en contacto con las plantas cambia de personalidad, y no de la manera que ella había esperado inicialmente.
Hausner dirige Little Joe con aplomo, otorgándole una estética extremadamente limpia y formal a la historia. Mueve su cámara constantemente, ya sea lateralmente o hacia atrás o adelante, muchas veces sobrepasando a sus actores, enfatizando el lado emocional de la escena, por más que muchos de sus personajes decidan no demostrar sus emociones. “Little Joe” es una película de ritmo pausado, sí, pero es precisamente la utilización de planos largos y de movimientos suaves, y de cortes a veces repentinos, lo que convierte a la cinta en un ejercicio de suspenso sostenido, en donde el espectador no está siempre seguro de lo que está sucediendo. ¿Será verdad que la planta está manipulando a la gente? ¿O está todo en la mente de Alice? El hecho de que Hausner decida presentar la mayoría de la historia desde la perspectiva de Alice (con contadas excepciones) ayuda a aumentar la tensión, y contribuye al tono perturbador de la cinta.
Lo cual no quiere decir que se trate de un producto completamente exitoso, necesariamente. Si uno ya ha visto películas anteriores sobre experimentos fallidos, o incluso algunas de las referencias de Hausner, como cualquiera de las versiones de “Los usurpadores de cuerpos”, no se demorará en deducir el desenlace de la historia. Y aunque la interpretación de Alice por parte de Emily Beecham es sublimemente sutil —después de todo, le valió el premio a Mejor Actriz en el Festival de Cannes del 2019—, la caracterización del personaje no es del todo convincente, especialmente considerando que se trata de una científica inteligente. Sí, Alice es presentada como una mujer arrogante y más enfocada en su trabajo que en la crianza de su hijo, por ejemplo, pero no excusa algunas de las decisiones más cuestionables que toma a lo largo de la cinta.
Sin embargo, detalles como esos no terminan por arruinar la experiencia de ver “Little Joe”. Se trata de una película genuinamente inquietante, en donde destaca el uso del color —tonos fuertes, encendidos, con texturas muy sutiles—, la cámara de Hausner, el trabajo de sus actores —aparte de Beecham, Whishaw está muy bien, también, como un Chris que aprovecha su status de hombre privilegiado en el trabajo—, y una banda sonora poco convencional. (Aunque no lo crean, el combinar instrumentos de viento con ladridos de perros resulta en piezas que funcionan muy bien en este contexto en particular). “Little Joe” es una cinta que probablemente no llegue a convencer a todos —especialmente a aquellos que estén buscando una historia de terror más tradicional—, pero que debería encontrar a un público entre quienes quieran ver algo menos obvio, pero con un efecto más duradero.
Avance oficial:
- Mi calificación