La canción de tu vida (Begin Again)

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Por alguna razón, a veces me da la impresión de que los musicales no son particularmente populares, al menos entre mis círculos de amigos. De repente se debe a que muchos son exageradamente cursis, o a que otros nos presentan con canciones poco memorables o claramente fabricadas para ser hits de la radio (y que por ende son de dudosa calidad.) Y aunque esto es cierto en muchos casos, yo generalmente disfruto inmensamente de los musicales. Mamma Mía es una de las películas más felices y divertidas que haya visto; Chicago me pareció magnífica, e incluso Hairspray, con John Travolta haciendo de mujer y en un traje de gorda, me pareció entretenidísima. Ah, y como olvidar los clásicos como Cantando bajo la lluvia o incluso Grease.

¿Me estoy olvidando de alguna otra? Por supuesto: Once, de John Carney, es uno de los musicales más memorables de los últimos años, precisamente porque no se parece mucho a cualquier otro musical que haya visto. Las canciones se sienten naturales y poco “´producidas”, y en general la música se trata como parte integral de la historia, logrando crear sentimientos muy poderosos en los espectadores. También ayuda el que las canciones sean muy bellas—es un soundtrack de compra obligatoria para casi cualquier amante de la música cinematográfica.

Y si es tan buena, ¿cómo podría su director-guionista John Carney desarrollar una nueva película que no decepcione? Pues realizando algo como La canción de tu vida (Begin Again en inglés, de hecho un título mucho menos cursi), una cinta que, aunque no llega a ser tan memorable y efectiva como su predecesora, igual me gustó bastante, especialmente cuando sus protagonistas comienzan a cantar y tocar y transmiten sentimientos a través de la música.

Keira Knightley interpreta a Gretta, una chica a quien le gusta componer música de cuando en cuando y que, junto con su antiguo novio Dave Kohl (por favor no confundir con Dave Grohl), interpretado por Adam Levine (sí, el de Maroon 5) deciden irse juntos e instalarse en Nueva York, ya que ambos tienen un sueño común: poder vivir gracias a la música. Pero él conseguirá un contrato solo en el que no aparecería ni sombra de Gretta, y encima termina engañándola con otra mujer. Con el corazón destrozado por esta oportunidad perdida y por la traición de su ex pareja, se va a vivir con su amigo (también músico) Steve (James Corden), quien la lleva a un bar donde termina cantando. Es ahí que un productor pasado de moda llamado Dan Mulligan (Mark Ruffalo) quedará impresionado con ella tras escucharla y le ofrecerá una oportunidad. Pero en realidad, el uno se convertirá en la salvación del otro, no solo en el terreno profesional, sino también en el sentimental, ya que Mulligan está teniendo problemas con su hija adolescente Violet (Hailee Steinfeld), su ex-esposa Miriam (Catherine Keener) y su compañero de negocios Saul (Mos Def).

Una de las razones principales por las cuales uno iría a ver este film es la música, y felizmente en ese aspecto no decepciona… del todo. Las canciones interpretadas por Keira Knightley, quien tiene una voz sorprendentemente decente, son bastante agradables, aunque no particularmente memorables… a excepción de una. De repente se debe a que estuve escuchándola en la radio por varias semanas sin saber que era interpretada por Knightley o que había sido compuesta para esta cinta, pero Tell me if you wanna go home ha estado pegada en mi cabeza por días, y de hecho la escena en la que es interpretada me pareció casi perfecta. Por otra parte, las canciones interpretadas por Levine son mejores, no necesariamente porque estén mejor compuestas o tengan mejores letras, sino quizás porque su voz es más interesante. Independientemente de estos detalles, se trata de un soundtrackque vale la pena adquirir.

Felizmente la música no es la única razón para ver La canción de tu vida. Las actuaciones y las interacciones entre los personajes son creíbles, especialmente cuando se trata de Keira Knightley y Mark Ruffalo. De hecho es refrescante ver a la actriz de Piratas en el Caribe en algo más light, ya que últimamente se había dedicado a aparecer en películas mucho más oscuras o serias. Knightley da una actuación verosímil y encantadora, convenciendo tanto como una compositora y cantante con talento, como una chica con problemas que encuentra calma y cariño en la persona menos indicada. Como Dan, Ruffalo es genial; medio loco, bastante excéntrico, pero con un oído sobresaliente y una verdadera pasión por la música. Es un personaje que ha cometido muchos errores, tanto en su vida personal como en su vida profesional, pero que a lo largo de la película trata de enmendarlos, haciendo que uno se dé cuenta que de hecho es un buen tipo. La química entre Knightley y Ruffalo no enciende la pantalla, pero es suficiente como para que creamos en su relación. (¿Romántica? ¿Plantónica? No lo revelaré.)

Las actuaciones secundarias tampoco están mal. Haileen Steinfeld, a quien vimos por última vez en aquella película de Kevin Costner producida por Luc Besson, está un poco desperdiciada, pero al igual que en aquel thriller, convence como una chica adolescente común y corriente. Adam Levine, debutando como actor en este filme, hace un trabajo decente, aunque como no le dan escenas particularmente difíciles, no es fácil darse cuenta si de verdad tiene talento como intérprete. James Corden es memorable como Steve, el mejor amigo de Grettel (de hecho tiene las líneas de diálogo más graciosas, muchas de las cuales se sienten improvisadas), y como Miriam y Saul, respectivamente, Catherine Keener y Mos Def aparecen poco pero hacen un buen trabajo. Sorprendentemente, una pequeña aparición por parte de CeeLo Green no se siente forzada, sino más bien como parte importante (y divertida) de la trama.

Pero lo más importante de La canción de tu vida (en serio, ¿no encontraron un título más cursi y clichépara ponerle en Español?) es que se siente honesta. Sí, quizás hubiera sido mejor si grababan las canciones en vivo (pero de repente la voz de Knightley no estaba lo suficientemente pulida como para eso, quién sabe), y sí, algunos aspectos de la trama son bastante predecibles y los personajes secundarios no están particularmente bien definidos, pero en general sentí que se trataba de la historia que Carney quería contar, sin interferencia de ningún estudio o escenas agregadas por ejecutivos sin talento. Los sentimientos transmitidos por los personajes, tanto a través de las actuaciones como la interpretación de las canciones, son genuinos, y el filme contiene varios momentos con los cuales muchos se podrán sentir identificados.

La canción de tu vida es una cinta agradable, entretenida, bien actuada, emocional sin ser cursi y llena de momentos musicales memorables. Se nota que Carney tiene una gran pasión y habilidad por la música, las cuales usa de manera efectiva a la hora de escribir y dirigir sus películas. No se trata necesariamente de un gran filme (es más, ni siquiera llega a superar a la cinta anterior de Carney, Once), pero como para pasar el rato con personajes interesantes y atractivos, canciones bien compuestas (y una muy pegajosa) y una historia honesta y nada melodramática, no está nada mal. Y hey, ahora sabemos también que Keira Knightley puede cantar.

Avance oficial:

75%
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