Héroe por encargo
«Héroe por encargo” es exactamente el tipo de película que uno debería esperar de algo llamado «Héroe por encargo” (aunque, siendo justos, el título original en inglés es “Freelance”… el cual logra ser incluso MÁS genérico). Se trata de una comedia de acción dirigida por uno de los aprendices de Luc Besson, Pierre Morel (la primera “Búsqueda Implacable”), protagonizada por John Cena y Alison Brie, y con apariciones especiales por parte de Christian Slater (por alguna razón), Alice Eve (desperdiciada) y Marton “Soy el perfecto villano genérico de acento curioso” Csokas. Es el tipo de película, pues, que entretiene durante una tarde floja de domingo, pero por la que podría doler un poco pagar una entrada de cine (con combo de canchita y todo).
Cena interpreta a Mason Pettits (¿entienden? ¡Porque el tipo es ENORME!), un ex Fuerzas Especiales que, luego de pasar por una experiencia traumática en su última misión, ahora ejerce como abogado, y vive una vida aparentemente aburrida con su hermosa esposa, Jenny (Eve) y su adorable hija, Casey (Molly McCann). De hecho, intentar convencernos de que la está pasando mal con una vida así es uno de los primeros errores del filme.
En fin, como se deben imaginar, no todo se queda así. Un buen día, Mason es contactado por su antiguo amigo de tiempos más violentos, Sebastian Earle (Slater), quien lo convence de trabajar para él en una misión aparentemente sencilla: acompañar y proteger a una periodista llamada Claire Wellington (Brie) a una país ficticio sudamericano muy parecido a Colombia, para que pueda entrevistar a su dictador, el carismático Presidente Venegas (Juan Pablo Raba). Pero cuando son atacados por fuerzas militares bajo las órdenes de un villano sudafricano llamado Koehorst (Czokas), nuestros protagonistas tendrán que sobrevivir en la jungla mientras tratan de decidir qué hacer con Venegas.
A nivel básico, no se puede negar que «Héroe por encargo” es una película entretenida; un ejercicio suficientemente bien hecho de acción y comedia, en donde la acción no es SÚPER emocionante, y la comedia nunca llega a ser SÚPER graciosa. Suena como un elogio falso, pero es precisamente ahí donde cae una experiencia como «Héroe por encargo”: exactamente en el medio. No es lo suficientemente terrible como para generar un enorme fastidio en el espectador, pero tampoco es lo suficientemente divertida como para merecer una recomendación entusiasta. Es el tipo de película que generalmente saldría de frente en una plataforma de streaming, pero que, me imagino, ha sido estrenada en cines peruanos debido a la popularidad del evidentemente carismático Cena.
Porque si hay una razón por la que «Héroe por encargo” funciona hasta cierto punto, es el reparto. El guion ciertamente no trae consigo nada particularmente novedoso —no es nada que no hayamos visto cientos de veces en otras producciones de parejas disparejas. Pero Cena, al menos, logra otorgarle algo de vida a un rol que, en papel, es increíblemente estereotipado y aburrido. Por su parte, Brie convierte a Wellington en algo más que una simple damisela en peligro —aunque, curiosamente, hubiese sido más interesante que cierta escena de seducción hubiese formado parte de una subtrama romántica o sexual, en vez de simplemente servir como prueba de que Pettits es SÚPER fiel a su esposa. De hecho, la talentosa Alice Eve está increíblemente desperdiciada en el rol de Fiel Esposa Que Espera A Su Marido En Casa. Y por supuesto, Marton “Poggle the Lesser” Czokas hace lo que mejor hace: hablar en un acento curioso y Ser Malvado.
Quien se roba el show, sin embargo, es el Presidente Venegas de Juan Pablo Raba. El colombiano actor interpreta al personaje como un dictador carismático, algo bufonesco pero inteligente, que siempre está un paso adelante de sus enemigos sin parecerlo. Se trata de una actuación consistentemente graciosa que felizmente nunca se torna desesperante, y que más bien ayuda a que uno empatice con el personaje. Esto último, eso sí, es una decisión curiosa, considerando que Venegas es un DICTADOR, pero la postura política de «Héroe por encargo” es, en el mejor de los casos… inconsistente. Sé que nadie va a ver algo como esto por el comentario político, pero considerando el tema central de la narrativa, incluirlo era inevitable.
Consideren, si no, que la cinta básicamente se trata de los intentos de un dictador por acabar con el intervencionismo de otros países en su propio territorio. De un dictador que confiesa haber sido el títere de corporaciones estadounidenses y europeas. Y de un dictator que ahora quiere proteger un recurso súper valioso recién descubierto en la selva de su país. Pero también se trata de alguien aparentemente odiado por su gente (las niñas le sacan el dedo medio cuando pasa cerca a ellas en su carro), pero a la vez… ¿amado?… por ellos. Y nunca queda muy claro si es cruel, pero sí que tiene comprada a la oposición, a quien deja explotar coche bombas de cuando en cuando.
Okey, creo que lo mejor será NO hacerle caso al contenido político de la película.
«Héroe por encargo” termina siendo, pues, el tipo de experiencia sobre la que resulta mejor no reflexionar mucho. Es una previsible pero entretenida película de acción con toques cómicos, en la que Cena logra lucir tanto sus bíceps como su ritmo cómico, y en la que los disparos, explosiones y chistes sobre penes importan más que las implicaciones políticas de la representación de un dictador “honesto” (¿?) en un país latinoamericano ficticio. En ese sentido, me recordó bastante a “Commando”, aquella película de acción de culto de Schwarzenegger de los ochentas, pero mucho menos memorable y sin tanta línea lapidaria para el recuerdo. «Héroe por encargo” está bien para pasar el rato —especialmente si no quieren gastar muchas neuronas— y nada más. Y a veces, eso es todo lo que queremos (o necesitamos).
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