Hale County This Morning, This Evening – 23 Festival de Cine de Lima
“Hale County This Morning, This Evening” no es un documental para todo tipo de público. Eso me queda claro. Algunos se maravillarán con la potencia de las imágenes que su director, RaMell Ross, presenta, mientras que otros no lograrán conectar con el estilo de la pieza, quizás aburriéndose con el ritmo letárgico y la (aparente) carencia de una columna vertebral narrativa. Está bien. Sin embargo, creo que sí se trata de una película que pierde mucho poder si es que no se ve en la pantalla grande —vista en una sala de cine, en el más absoluto silencio, y rodeado de oscuridad, “Hale County This Morning, This Evening” cobra vida, y logra pintar un retrato bastante completo —a veces trágico, a veces lleno de esperanza— de una pequeña comunidad afroamericana en el pueblo de Hale County, Alabama.
RaMell Ross no es solamente un cineasta —también es un fotógrafo, lo cual se nota a leguas mientras uno ve “Hale County This Morning, This Evening”. El joven director tiene un excelente ojo para la composición de imágenes, eligiendo momentos aparentemente inconsecuentes para desarrollar un “humor” muy específico, y mostrarnos algo de belleza en medio de una comunidad llena de pobreza, que constantemente pasa por situaciones difíciles. Consideren, si no, la manera en que graba el humo de una quema de llantas pasando por adelante de la luz solar que atraviesa las ramas un árbol —es ahí donde, también, escuchamos como le explica a su amigo por qué lo está grabando—, o las sombras de unos jugadores de básquetbol mientras entrenan. “Hale County This Morning, This Evening” trata sobre la cotidianidad, pero vista desde una perspectiva muy especial.
Al principio, parece que la cinta será más bien dispersa, sin enfocarse en una familia o personas en específico, pero luego de unos minutos, el espectador se empieza a dar cuenta de quiénes son los verdaderos protagonistas de “Hale County This Morning, This Evening”. Tenemos, primeramente, a Quincy Bryant, quien ha comenzado a trabajar en una fábrica de pescado; su esposa, Mary, quien ha trabajado en ficha fábrica por más de veinte años, y su hijo, Daniel, quien estudia en la Universidad Selma, y quiere tener una carrera como basquetbolista. Vemos los problemas por los que atraviesan estas personas —lo dura que puede ser la vida para ellos, ya sea en el trabajo, en la casa, o hasta en la universidad, siempre rodeados de alegría y música, pero también, de miseria y de carencias.
Todo es bien observacional; no tenemos una narrativa tradicional, ni un conflicto en específico para seguir (aunque el reto de convertirse en basquetbolista, el cual tiene muy preocupado a Daniel, podría considerarse, hasta cierto punto, como uno). RaMell Ross grabó “Hale County This Morning, This Evening” durante más de dos años, pero fuera del crecimiento de algunos personajes o el cambio de look de otros, nunca muestra de manera explícita qué eventos se llevan a cabo en qué momento. El tiempo es importante, sí —por algo utiliza timelapses con cierta frecuencia, bellos e hipnotizantes—, pero no el concepto tradicional del mismo, con horas, días o años. En Hale County, parece que las cosas no cambian demasiado por más que el tiempo pase —y es precisamente por eso que algunos de sus habitantes quieren hacer un cambio, quieren superarse y hacer algo con sus vidas, si es posible.
Adicionalmente, Ross utiliza títulos para darle una suerte de estructura —poco rígida— a la película. Una sección en particular —seguida de un título que nos dice: “¿Qué pasa cuando todo el algodón es recogido?”— me resultó particularmente potente: en ella vemos como Ross entrelaza las imágenes de sus protagonistas con metraje de una película del cine mudo, en el que vemos al actor Bert Williams escondiéndose entre arbustos, mirando hacia una plantación. Claramente se trata de una declaración, de un comentario sobre el legado racista y esclavista de un estado como Alabama. Dicha secuencia, junto con la de una muerte repentina, representa lo más poderoso que tiene “Hale County This Morning, This Evening” para ofrecer. No obstante, por más que los protagonistas no siempre la pasen bien, y tengan cosas negativas que decir de cuando en cuando, deben seguir adelante —no vemos sus reacciones emocionales, ruidosas y dolorosas, porque ese no es el punto de “Hale County This Morning, This Evening”.
“Hale County This Morning, This Evening” es un documental muy especial —no está interesado en contar una historia con principio, medio y final, y no está interesado en dar respuestas definitivas ni comentarios explícitos. Más bien, lo que nos ofrece es un pedazo de la vida de una comunidad afroamericana en el sur de los Estados Unidos —un espacio y tiempo muy específicos o, haciendo referencia al título, mañanas y tardes muy específicas. Se trata de una propuesta muy personal para Ross —de hecho, es amigo de muchas de las personas que vemos en el documental—, y aunque su estilo no sea necesariamente para todos, si deciden darle una oportunidad, es posible que se queden, aunque sea, con una imagen o momento grabado en el cerebro. No todas las películas pueden alardear de lo mismo.
Avance oficial:
- Mi calificación