Luego de nueve años, hemos llegado al final. No al final de la MCU, por supuesto, si no más bien al (aparente) final de los Guardianes de la Galaxia. Sí, parece que Star-Lord estará de regreso en alguna película en el futuro, pero los Guardianes, la familia tal cual la conocemos ahora, no lo hará. «Guardianes de la Galaxia Volumen 3”, de James Gunn, es todo lo que podrían esperar de la conclusión de una de las mejores trilogías de superhéroes de los últimos años. Mezclando mucho humor, con un tono esporádicamente serio —especialmente durante los flashbacks— y mucho contenido emotivo, lo que hace el filme es desarrollar una historia engañadoramente sencilla, que se centra más en sus personajes que en los giros narrativos o el “lore” de Marvel. En ese sentido, es de lo mejor que nos ha entregado la famosa productora de cine de superhéroes en un buen tiempo.
Llevándose a cabo después de “Avengers Endgame” y “Thor: amor y trueno”, «Guardianes de la Galaxia Volumen 3” se centra, como siempre, en Peter Quill alias Star-Lord (Chris Pratt), quien todavía está deprimido debido a la muerte de Gamora (Zoe Saldaña) y a la presencia de una versión alternativa de ella que se ha olvidado de todo lo que pasaron juntos. Las cosas se tornan más tristes, sin embargo, cuando su buen amigo Rocket Raccoon (voz de Bradley Cooper) es atacado y herido por Adam Warlock (Will Poulter), quien trabaja no solo para su “madre”, Ayesha (Elizabeth Debicki), si no también para el Alto Evolucionario (Chukwudi Iwuji), un científico megalomaníaco y obsesionado por crear la utopía perfecta, siempre realizando experimentos con distintas especias para lograr crear a la criatura ideal.
Resulta, pues, que el Alto Evolucionario es el responsable de los experimentos que se le hicieron a Rocket años atrás, algo de los que nos enteramos a través de diversos flashbacks francamente desgarradores (se nota que Gunn es un amante de los animales). Empeñado en ayudar a salvar la vida de su amigo, Quill tendrá que encontrar a su “creador”, y para ello, recibirá la ayuda de los demás Guardianes: Drax (Dave Bautista), Mantis (Pom Klementieff), Nebula (Karen Gillan), y por supuesto, Groot (voz de Vin Diesel). Pero también se reencontrará con Gamora, quien ahora trabaja para los Devastadores, liderados por Stakar Ogord (Sylvester Stallone). Sin embargo, es precisamente debido a sus nuevas interacciones que Peter intentará, nuevamente, establecer algún tipo de relación con ella.
Lo más destacable de «Guardianes de la Galaxia Volumen 3” es que, a diferencia de muchos otros filmes de cómics o superhéroes, no parece haber sido hecho en piloto automático. Puede sonar como un elogio falso, pero la película se siente hecha por un SER HUMANO, y no por comité (o peor aún, una inteligencia artificial). Nos cuenta una historia completa, está ligada a las dos películas anteriores (y a los eventos de “Avengers: Infinity War” y “Endgame”), y más importante, tiene mucho qué decir a través de sus PERSONAJES. Se nota que Gunn le tiene mucho cariño a sus Guardianes (especialmente Quill y Rocket), y que está interesado en desarrollar diversos temas a través de sus historias. Todo esto le permite a la cinta sentirse poco previsible, y más bien causar reacciones emocionales muy fuertes en el espectador.
Es a través de Peter, por ejemplo, que Gunn nos dicen mucho sobre el dolor y sobre las relaciones amorosas fallidas. Evidentemente hay un elemento de ciencia ficción acá —la Gamora que conocía ha sido reemplazada por la de una línea temporal paralela que nunca estuvo con él—, pero fuera de eso, la manera en que se desarrolla la historia entre ambos, tiene paralelismos con relaciones de pareja fallidas o rotas. ¿Cómo puede uno tratar de regresar a donde una persona que no lo reconoce? ¿O cómo puede superarla cuando los recuerdos se sienten tan cercanos, tan vívidos? Todo esto le permite a Gunn escribir a un Quill más tridimensional, más humano, que se siente, como siempre, como un protagonista fallido, pero también como uno que siente lo mismo que nosotros, y reacciona igual que lo haríamos nosotros.
Pero quien destaca incluso MÁS en «Guardianes de la Galaxia Volumen 3” es el Rocket de Bradley Cooper. No es una exageración decir que esta no es una cinta apta para quienes sean muy sensibles a la crueldad animal. Es en los flashbacks ya mencionados donde vemos a un joven Rocket siendo elegido por el Alto Evolucionario, y recibiendo crueles experimentos para hacerlo más inteligente. Pero también es ahí que lo vemos obteniendo a su primera familia: la nutria Lylla (Linda Cardellini), la foca Teefs (Asim Chaudhry), y la coneja Floor (Mikaela Hoover). Es esta amistad, y la manera en que se desarrolla y eventualmente concluye, lo que explica mucho del carácter de Rocket, pero también lo que seguramente les hará botar más de una lágrima. Es más; me atrevería a decir que es prácticamente imposible NO llorar al ver estas escenas en «Guardianes de la Galaxia Volumen 3”.
Lo cual, felizmente, no se siente como mera manipulación emocional. Como se ha dicho ya, Gunn está interesado en contar una historia completa y MUY centrada en sus personajes, la cual contribuye a sus relaciones y a la manera en que evolucionan a lo largo de la película. En ese sentido, ha hecho un excelente trabajo. Evidentemente quien logra resaltar más es Rocket, pero incluso personales como Mantis o Drax tienen sus pequeños arcos de personaje. Y resulta fascinante, también, ver cómo Nebula ha cambiado tanto desde la primera entrega, apareciendo acá como un miembro más de los Guardianes, igual de preocupada que los demás por sus amigos. Puede sonar a cliché, pero realmente se sienten como una familia, disfuncional pero leal (y bastante gritones, lo cual podría terminar por desesperar a algunos).
Ciertamente las actuaciones ayudan. Chris Pratt da su mejor actuación como Peter Quill —vulnerable y por momentos triste, pero leal y valeroso. Dave Bautista y Pom Klementieff destacan como Drax y Mantis, respectivamente, aunque claramente no son el foco de la historia. Zoe Saldaña tiene el retador rol de una Gamora ligeramente distinta a la que hemos visto antes, y que va redescubriendo lo que tanto le gustaba no solo de Peter, si no también de los demás Guardianes. Chudwuki Iwuji está muy bien como el Alto Evolucionario, quizás uno de los mejores villanos recientes de la MCU. No resulta fácil ODIARLO, y lo interpreta con toda la seriedad e intensidad de un antagonista de una obra de Shakespeare. Y aunque seguramente algunos quedarán decepcionados con lo poco que aparece, Will Poulter está muy bien como Adam Warlock, una suerte de niño atrapado en el cuerpo de un adulto demasiado fuerte y poderoso. (La película, además, cuenta con varios cameos que no pretendo revelar en este texto).
En lo que se refiere a la acción, «Guardianes de la Galaxia Volumen 3” cuenta con UNA secuencia memorable: una trifulca en un pasillo, presentada con un plano secuencia verdaderamente impresionante, en el que Gunn mueve y gira su cámara de forma dinámica y elegante. Fuera de eso, el filme cuenta con todos los encuentros cuerpo a cuerpo y tiroteos espaciales que uno esperaría; nada tan increíble como la secuencia ya mencionada, pero tampoco nada particularmente decepcionante. Eso sí, disfruté de la cuasi-obsesión de Gunn en esta película por los lentes abiertos (a veces casi ojo de pez) y los giros repentinos para revelar personajes o imágenes súbitas. Es un estilo diferente al de las películas previas, pero funciona. Y los efectos visuales, vale la pena mencionar, son de calidad consistente; uno que otro plano puede que luzca algo caricaturesco, pero en general, me gusta la manera en que Gunn y su equipo han diseñado el universo de los Guardianes: colorido y hasta absurdo, pero siempre interesante.
«Guardianes de la Galaxia Volumen 3” no decepciona. Sí, puede que no todas las secuencias de acción sean memorables o particularmente emocionantes, y sí, puede que algunos queden espantados por los flashbacks (emotivos pero también crueles), pero en general, se trata de una conclusión entretenida, colorida, de buen ritmo, y centrada en sus personajes más importantes. Nuevamente: a diferencia de otras películas de corte similar, se siente como una experiencia muy HUMANA hecha por humanos a los que les importa la historia que están contando. Suena como un estándar bajísimo… pero se sorprenderían por la cantidad de filmes que no llegan a cumplirlo. En todo caso, quienes ya le tengan cariño a estos personajes reirán y llorarán con el filme, y quienes sepan poco o nada sobre ellos, igual la pasarán bien (aunque nuevamente, si son amantes de los animales, mejor lleven su caja de Kleenex). Extrañaré a este equipo (digo, FAMILIA), pero al menos se han despedido de nosotros de buena manera con «Guardianes de la Galaxia Volumen 3”.
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