Gravedad en 3D: única en su especie

Impresionante.

Si tuviese que resumir mi experiencia viendo Gravedad por segunda vez, esta vez en 3D, esa sería la palabra que usaría. Desde que el 3D se popularizó nuevamente gracias al estreno de Avatar a finales de 2009, muchas películas ha hecho uso del efecto, algunas con muy buenos resultados (Avatar, obviamente, pero también Prometheus, de Ridley Scott, o Hugo de Martin Scorsese), pero muchas con resultados… mareantes, confusos y borrosos (Piratas del Caribe 4, Alicia en el País de las Maravillas, Furia de Titanes, El último Maestro del Aire… son demasiadas). Incluso se podría decir que ya mucha gente se está aburriendo del 3D – después de todo, si la mayoría de filmes que uno ve en el formato, o tienen un efecto que casi no se nota, o tienen uno que causa dolores de cabeza, es muy fácil aburrirse.

Sin embargo, Cuarón ha logrado algo que muchos dirían era imposible, o en tal caso algo que muy pocos directores han podido hacer: Gravedad, película que ya había visto en 2D (y en formato análogo, ni siquiera en digital), es LA película para argumentar que el 3D es una herramienta cinematográfica legítima, y no simplemente un truco barato para que los cines puedan cobrar entradas más caras.

Gravedad logró algo que muy pocas películas previas pudieron hacer: su efecto 3D está tan bien implementado, que hizo que me sumerja en la película. El efecto jamás me mareó, jamás me dio dolores de cabeza, jamás hizo que la pantalla se oscureciese demasiado, y jamás causó planos borrosos o confusos. El filme se ve igual de bien, visualmente, que la versión en 2D, sólo que con el bonus del 3D. Se nota que la película fue pensada para el 3D, con planos que utilizan el efecto al máximo sin parecer una atracción de parque de diversiones, y en general causando un efecto de profundidad impresionante que hace que uno se meta en la película.

Pero lo más impresionante del asunto fue algo que definitivamente no me esperaba: el 3D hizo que me involucrase incluso más emocionalmente con los personajes y sus situaciones. Como está tan bien logrado, como hizo que me sumerja en el filme y no le preste atención a nada más, causó un efecto emocional mucho más fuerte en mi que la versión simple en 2D. La primera vez que Ryan (Sandra Bullock) se ve involucrada en el accidente espacial y sale volando sola en el espacio… bueno, en la versión en 2D, me dejó chocado y tenso. Pero la versión en 3D casi me hizo llorar; sentí como si de verdad estaba junto con ella y no podía hacer nada para ayudarla.

Algunos pensarán que estoy exagerando, pero juro que no. No tengo absolutamente ninguna razón para exagerar o mentir. No soy el fanático número 1 del 3D, pero de hecho creo que cuando es bien implementado (particularmente por grandes directores como los anteriormente mencionados), puede afectar positivamente a la historia de una película. Pero Gravedad es el primer filme en el que siento que el 3D es necesario para poder disfrutar de la experiencia entera; simplemente no es la misma cosa verlo en 2D que en 3D.

En fin, estoy seguro que la película perderá mucho si es que uno la ve en su casa, en DVD o en Blu-ray, en una pantalla pequeña y con infinitas distracciones. Gravedad es una película que tiene que verse en la oscuridad de una sala de cine, en una pantalla gigante y, preferentemente, en 3D. Usualmente soy muy escéptico cuando se trata del 3D, pero en el caso de Gravedad, estoy haciendo una excepción: en serio, si tienen la oportunidad de verla en 3D, háganlo. No se arrepentirán. Con suerte, otros directores se darán cuenta que solo ciertas películas merecen ser presentadas en 3D y de cierta manera. Si es así, y si solo las películas que fueron pensadas para el formato son estrenadas en 3D, entonces el formato sobrevivirá. Ciertamente tiene el potencial de ser una gran herramienta.

Avance oficial para la versión en 3D: