La primera película de “Enola Holmes” terminó sorprendiendo gratamente gracias a su mezcla de comedia, acción, intriga, y rupturas de la cuarta pared muy al estilo de “Fleabag” (lógico, considerando que su director, Harry Bradbeer, dirigió varios episodios de dicha serie). Lo que no me esperaba, no obstante, es que fueran a sacar una secuela. No me tomen a mal, tanto los personajes como el mundo en el que se desarrollan se prestan bastante para un sinnúmero de secuelas y spin-offs. Simplemente no sabía que a la película le había ido lo suficientemente bien como para justificar una segunda parte. Y bueno, considerando el historial de Netflix, ni siquiera un éxito de vistas garantiza el que una serie o una saga de películas continúe con diversas entregas.
Pero aquí estamos; es el año 2022 (dos años después del estreno de la primera parte), y por fin podemos ver “Enola Holmes 2”. Y para mi sorpresa (nuevamente), lo que tenemos acá es una película ligeramente superior a su predecesora; una aventura encantadora protagonizada por una excelente Millie Bobbie Brown, que simplemente hace lo mismo que la primera cinta, pero… mejor. La acción está mejor coreografiada, los efectos visuales son de calidad más consistente, y aunque la narrativa puede ser algo previsible por momentos, en general, logra generar suficiente tensión e intriga como para interesar a cualquier tipo de público. Ayuda, además, que esté muy ligeramente basada en un evento real, lo cual ayuda a que los personajes se sientan un poco más reales, como gente que no se sentiría fuera de lugar en un mundo como el nuestro.
Al comenzar la película, vemos a Enola (Bobbie Brown) intentando trabajar como una detective privada independiente… sin mucho éxito. Está a punto de rendirse, de hecho, cuando de pronto entra su oficina una niña llamada Bessie (Serrana Su-Ling Bliss). Ésta le pide que investigue la desaparición de su hermana mayor, Sarah (Hannah Dodd), que trabajaba con ella en la fábrica de fósforos. Es así que Enola se adentra en un caso inesperadamente complejo, que parece involucrar a un inspector de alto cargo llamado Grail (David Thewlis), y hasta a su hermano, Sherlock (el gran Henry Cavill), quien tiene un caso propio por resolver. Dispuesta a encontrar a la chica, Enola tendrá también que lidiar con su amor por el gentil Tewkesbury (Louis Partridge), siempre siguiendo los consejos de su sabia y rebelde madre, Eudoria (Helena Bonham-Carter).
Considerando que “Enola Holmes 2” está dirigida, principalmente, a un público joven, no debería sorprender que la trama no sea la más compleja del mundo. Sí, cuenta con un par de revelaciones interesantes, y sí, ver tanto a Enola como a Sherlock investigar pistas y resolver acertijos resulta tan entretenido como siempre. Pero si han visto películas de este tipo anteriormente, sabrán prácticamente desde el inicio quienes son los responsables de la desaparición de Sarah —de hecho, aquellos personajes que parecen ser particularmente malignos o misteriosos, lo son precisamente porque tienen mucho qué esconder. Pero no importa. Nada de esto, felizmente, llega a arruinar la experiencia de ver “Enola Holmes 2”.
Eso se debe, en su mayoría, al trabajo de Millie Bobby Brown, quien brilla interpretando al personaje del título. Mezclando inteligencia con perspicacia y mucha inexperiencia, la joven actriz de “Stranger Things” logra convertir a Enola en una protagonista memorable y muy simpática. Me gustó que no abuse de las rupturas de la cuarta pared, y me gustó que sea fuerte pero vulnerable, capaz de valerse por sí misma y de pelear, pero necesitando ayuda de cuando en cuando. Por su parte, Henry Cavill está perfecto como Sherlock (soy su fan; si llegan a sacar un spin-off centrado en él, se me cumpliría un sueño), y David Thewlis es suficientemente odioso como Grail. El resto del reparto cuenta con roles un poco más pequeños, pero no por eso menos importantes para la trama y para el desarrollo de Enola como protagonista.
Temáticamente hablando, además, me gustó que la película tenga mucho qué decir sobre la importancia de la amistad y de tener un círculo cercano y bien construido de seres queridos. La manera en que desarrolla esto, tanto a través del amor que Enola siente por Tewkesbury, como la necesidad que Sherlock eventualmente siente de trabajar con otras personas, no llega a invalidar la individualidad y habilidades de los personajes. Todo lo contrario —lo que la película está diciendo es que está bien ser independiente, y está bien ser fuerte, pero que eso no quiere decir que uno no pueda sentir amor o cariño por otros, y que no pueda pedir ayuda de cuando en cuando. Es un mensaje valioso que, a pesar de no ser transmitido con mucha sutileza que digamos, le otorga una dimensión adicional a una historia ya de por sí entretenida.
Y si la trama entretiene, es precisamente porque está siendo narrada con aplomo. La película se mueve a buen ritmo, mezclando escenas de investigación intrigantes con secuencias de acción suficientemente emocionantes. Y aunque el Londres del siglo diecinueve presentado en la película se puede sentir ligeramente sintético por momentos —el uso de pantallas chroma y planos aéreos digitales no es siempre convincente—, en general, “Enola Holmes 2” maneja una buena atmósfera. Algo pulcra, sí, pero en general, lo suficientemente detallada como para darle potencia a las escenas relacionadas a las trabajadoras de la fábrica de fósforos, mostrando el contraste entre la vida de esas chicas, y los privilegios de nuestros protagonistas.
“Enola Holmes 2” podía haber sido simplemente más de lo mismo —el tipo de secuela que no arriesga ni intenta hacer nada nuevo con su protagonista. Y aunque no se puede decir que la película es increíblemente novedosa, al menos trata de poner al personaje del título en situaciones nuevas, otorgándole un arco de personaje verosímil y satisfactorio (y de paso, hace algo similar con el Sherlock de Cavill). La acción emociona, el romance inspira, la comedia es divertida, y en general, lo que “Enola Holmes 2” nos da es una experiencia ligera y entretenida. Este mundo está lleno de potencial, y considerando lo mucho que he disfrutado de estas dos primeras entregas, no me molestaría que saquen más secuelas y, como se mencionó líneas arriba, hasta spin-offs centrados en otros personajes. ¡Ya saben, Netflix! ¡Pónganse las pilas!
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