En el Bosque

Los musicales no son para todos. Existen cinéfilos como yo que disfrutan de las enérgicas escenas de baile y canto como si todavía tuviesen 10 años, mientras que otros simplemente no pueden superar el hecho de que la mayoría de un guión sea cantado. Así que si no eres fanático de los musicales, no recomiendo ver En el Bosque, una decente adaptación del musical de Broadway con música de Stephen Sondheim. E incluso si, como yo, te encantan los musicales, o eres seguidor de su fuente de inspiración, puede que la película te deje un poco frío.

Debo admitir que jamás he visto la obra original de Broadway, ya sea en vivo o en video. Pero por lo que tengo entendido, a pesar de que la cinta es relativamente fiel a su fuente de inspiración, sí obvia varios detalles importantes, ya sea por cuestiones de presupuesto (sólo $50 millones, lo cual para estándares de Hollywood es bastante modesto) o porque, siendo Disney la productora de esta cinta, decidieron bajarle el tono a algunos de los aspectos más maduros de la obra. Aparentemente Sondheim, al menos por lo que he visto en material promocional de la película, no está particularmente contento con estos cambios, pero hey, si va a permitir que un público más masivo pueda disfrutar de su historia, y encima le van a caer unos billetes, supongo que puede aguantarse. Y además, si como yo, no has visto la obra, dudo que vayas a notar dichos cambios (de hecho yo no lo hice.)

La premisa de la cinta es intrigante. Es algo así como Los Vengadores de los cuentos de hadas, en donde se mezclan varias de las historias más famosas de los hermanos Grimm en una sola narrativa. Debo admitir que dicha mezcla es realizada de manera bastante elegante, en donde los encuentros entre personajes no se sienten demasiado forzados… al menos hasta el tercer acto del filme.

Los protagonistas más conocidos son Cenicienta (interpretada por la talentosa Anna Kendrick); la Caperucita Roja (Lila Crawford); Jack (Daniel Huttleston) de Jack y los frejoles mágicos; y Rapunzel (Mackenzie Mauzy.) Por otra parte, tenemos dos personajes originales que felizmente nunca se sienten fuera de lugar: un Panadero (James Corden) y su esposa (Emily Blunt), quienes son los catalizadores de la historia, y los que finalmente unen al resto de personajes de cuentos de hadas. A pesar de ser bastante felices juntos, no pueden tener hijos, y un día descubren que esto se debe a que una bruja (Meryl Streep) les ha puesto una maldición. Para removerla, tienen tres días y tres noches para meterse En el Bosque (¡ehey!) y conseguir tres objetos que la bruja necesita: una vaca blanca (como la que tiene Jack); una capa roja (como la de Caperucita Roja… ¡duh!); un pedazo de pelo amarillo (como el de Rapunzel) y un zapato dorado (como el de Cenicienta.)

Podría decirse que la película está dividida en dos partes. El primer Acto (lo llamaremos así porque asumo que en el teatro hay un intermedio entre ambas partes, pero podría estar equivocándome) consiste de la búsqueda de los objetos, y este termina, como podrían imaginarse, con un final feliz. De hecho, cuando estaba en el cine, pensé que la película acabaría ahí… pero me estaba equivocando. El segundo acto es bastante más oscuro y pesimista, y aunque se supone que la película ha sido “Disneyificada” hasta cierto punto, no me di cuenta de ningún tipo de censura al ver esta sección del filme.

Sin embargo, fue también durante este acto que comencé a perder un poco el interés en la cinta. El primer acto, más optimista y enérgico, me resultó mucho más interesante y divertido, mientras que la última parte de En el Bosque tiene un ritmo más pausado y un objetivo menos claro para los personajes. Toda la primera parte de la película se trata del Panadero y su esposa tratando de encontrar los objetos que la bruja necesita, mientras que la segunda parte carece de “MacGuffins” tan claros. De hecho no ayuda el que la cinta tenga un final falso; hacerle creer a tu audiencia que el filme ha acabado para luego seguir y seguir puede hacer que uno comience a cansarse, y eso definitivamente fue lo que me sucedió a mí.

Yo le tengo el mayor respeto a Meryl Streep; se trata de la mejor actriz de su generación, pero esto de nominarla al premio de Mejor Actriz (Principal o de Reparto) en el Óscar absolutamente todos los años, sin importar de qué rol se trate, se está volviendo ridículo. Su bruja está muy bien interpretada, de eso no hay duda (Streep es incapaz de dar una mala actuación), pero se trata de un papel exagerado y poco sutil. Muy divertido, definitivamente, ¿pero cómo para un premio de esa clase? No lo creo.

Por otra parte, el único que verdaderamente resaltó para mí fue Chris Pine, quien interpreta al príncipe de Cenicienta. Su interpretación es una mezcla perfecta de arrogancia y encanto, valentía y descaro; definitivamente se trata del personaje más divertido y memorable, quien, encima, tiene el mejor número musical (que comparte con su hermano, el príncipe de Rapunzel.) Como Cenicienta, Anna Kendrick hace un trabajo decente, pero quizás me hubiera gustado ver a ella interpretar a la esposa del Panadero y a Emily Blunt a Cenicienta; por una cuestión de looks y de voz hubiera podido funcionar mejor (de repente). Como el Panadero, James Corden actúa con suficiente humildad e inocencia, y como el Lobo Feroz, Johnny Depp hace un buen trabajo a pesar de que aparece por poco más de cinco minutos. Últimamente nos hemos estado saturando de Depp (gracias a mediocres papeles en filmes como Alicia en el País de las Maravillas, Sombras Tenebrosas o Mortdecai, próxima a estrenarse), por lo que agradezco que su rol en En El Bosque sea breve pero memorable.

Pero lo que verdaderamente importa en una película como esta es la música, y en ese sentido En el Bosque tiene de todo. La canción principal (es decir, la que se llama igual que la cinta) es pegajosa, y como mencioné antes, el número musical protagonizado por el Príncipe Encantador y su hermano es graciosísimo, tanto gracias a la música como a sus actuaciones. Sin embargo, el resto de temas no me resultaron particularmente notables, pero supongo que funcionan en el contexto de la historia gracias a la enérgica dirección de Rob Marshall (un veterano del género gracias a producciones como Chicago) y al reparto excelentemente seleccionado. Simplemente dudo que todos los miembros del público vayan a salir del cine cantando todas las canciones.

En fin, a pesar de todos los méritos que pueda tener, En El Bosque me decepcionó un poco, quizás debido a su segundo acto aburrido y sorprendentemente plano, o quizás a que no todas las canciones me resultaron igual de buenas. Visualmente no está del todo mal, y las actuaciones son en su mayoría realmente buenas, pero no puedo decir que me haya parecido un excelente musical. Quizás si la cinta hubiese terminado con el primer acto hubiese sido más predecible e inocente, pero a la vez nos hubiera ahorrado el tener que ver un segundo acto bajo en energía y carente de emoción. En El Bosque es un filme que tenía el potencial de ser magnífico, pero que lamentablemente terminó siendo modestamente bueno. Recomendable para algunos fanáticos de los musicales (y definitivamente a los fanáticos de la obra de Broadway), pero nadie más.

Avance oficial: