Avengers: Infinity War
La culminación de dieciocho películas en diez años. La culminación de todo lo que fue desarrollado e insinuado en todas estas producciones. La culminación de todo un universo compartido entre decenas de héroes, villanos, personajes secundarios y tramas entrelazadas. Todo eso y más es “Avengers: Infinity War”. Pero la buena noticia es que es más: una mega producción que, milagrosamente, no se siente como un “arroz con mango”, un filme de grandes batallas, enormes riesgos, y emotividad inesperada. “Avengers: Infinity War” no solo cumple con las expectativas de todos los fanáticos —ya sean de los cómics, de las películas, o de ambos; las destruye gracias a un guión que, a diferencia de muchas de las entregas previas de la MCU —o Universo Cinematográfico de Marvel—, no se siente previsible.
Si la primera cinta de “Avengers” fue la emocionante reunión de algunos de los más famosos héroes de Marvel, y la secuela fue, para bien o para mal, un poco más de lo mismo, “Avengers: Infinity War” es una bestia totalmente distinta: más oscura, más arriesgada, y más brutal. Mucho se ha escrito sobre la MCU, un universo en donde la muerte es una inconveniencia temporal, en donde muchas de las situaciones de peligro son resueltas con bailes o chistes, y en donde ninguna secuencia de acción es particularmente tensa, porque todos saben que estos héroes son prácticamente inmortales. Ese no es el caso de “Avengers: Infinity War”.
De hecho, la película comienza con una suerte de prólogo que nos muestra, de la manera más directa y brutal posible, lo temible que es Thanos (Josh Brolin), el villano que ha sido insinuado en más de una cinta previa a esta. Siempre había el riesgo de que el personaje termine decepcionando —habiendo sufrido con el Steppenwolf digital de “La Liga de la Justicia”, era lógico—, pero desde la primera escena, uno se da cuenta de que este Titán Loco, gigante, súper poderoso, y ridículamente intimidante, es EL mejor villano que jamás haya tenido la MCU. Es una fuerza de la naturaleza, una máquina homicida imparable que, como todo buen antagonista, cree que estar haciendo lo mejor para todos, aunque eso implique convertirse en un genocida.
Pero me estoy adelantando. Siendo una película tan compleja narrativamente —no porque sea particularmente profunda o filosófico, si no más bien porque tenemos decenas de personajes, y cada uno tiene que ser, de una u otra manera, relevante para la historia—, no vale la pena tratar de describir la trama. Además, mientras menos sepan a la hora de ver la película en el cine, mejor. Solo basta con decir que Thanos está buscando las seis Gemas del Infinito, poderosísimas piedras que le darán el poder de eliminar a la mitad del universo con solo chasquear los dedos. Al comenzar la película, ya tiene dos de estas, y no descansará hasta encontrar las otras cuatro.
Es por ello que termina visitando varios planetas, y es por ello que los Vengadores, junto a los Guardianes de la Galaxia —quienes terminan encontrándose con Thor (Chris Hemsworth)— tienen que detenerlo. Al ser tantos personajes, el guión de Christopher Markus y Stephen McFeely toma una decisión inteligente; los divide en grupos (no se preocupen, la mayoría termina juntándose en determinado momento), cada uno con su propia trama secundaria, por lo que terminamos viendo a Tony Stark (Robert Downey Jr.) enfrentándose en una batalla de egos con el Dr Strange (Benedict Cumberbatch), o a Thor congeniando con Rocket Raccoon (voz de Bradley Cooper). O hasta a Bruce Banner (Mark Ruffallo) reuniéndose con Viuda Negra (Scarlett Johansson) y yendo a Wakanda con el (ex) Capitán América (Chris Evans) para recibir la ayuda de Pantera Negra (Chadwick Boseman).
Es todo muy divertido, y de manera similar a las entregas anteriores de la MCU, “Avengers: Infinity War” cuenta con momentos verdaderamente hilarantes, en donde los protagonistas intercambian líneas de diálogo ligeras y frases memorables. Pero mientras va avanzando la película, el humor va disminuyendo, y los riegos van aumentando. No se equivoquen; “Avengers: Infinity War” es una película oscura, especialmente para estándares de Marvel, en donde la muerte es algo muy real —o al menos eso espero— y en donde el destino del universo está en riesgo. No podría haber más presión para nuestros héroes.
La buena noticia es que los hermanos Russo jamás confunden la oscuridad y la seriedad con un tono más deprimente. “Avengers: Infinity War” jamás entra a territorio de DC; la dirección de fotografía sigue favoreciendo los colores intensos y variados —especialmente en sus locaciones espaciales, o cuando el Capitán América y sus amigos viajan a Wakanda— y aunque el filme contiene momentos de verdadera emotividad, los cuales podrían ser considerados hasta trágicos, los personajes mantienen sus respectivas personalidades, en vez de convertirse en un solo de sufrimiento, como el Batman o el Superman de Zack Snyder. En tono, de hecho, “Avengers: Infinity War”, se parece más a algo como “El Caballero de la Noche”, de Christopher Nolan, más que a “Batman v Superman”.
Evidentemente, al tener tantos protagonistas, algunos héroes aparecen por más tiempo que otros, pero si hay algo que los hermanos Russo han favorecido es, al más puro estilo de Thanos, el balance. Al tener tantas líneas narrativas en paralelo, la película hubiera podido correr el riesgo de perder el interés del público en ciertas secciones, pero felizmente eso no pasa. Cada vez que pasamos de un planeta a otro, de una situación a otra, nos mantenemos interesados y emocionados; no hay una trama secundaria más entretenida que la otra. Iron Man es quien tiene un rol más protagónico en la historia, pero no por mucho; igual de importantes son el Capitán América por ejemplo —más serio y barbado que nunca— y Gamora (Zoe Saldana), lo cual es lógico, considerando que Thanos es su padre adoptivo.
Y hablando de Thanos. Como mencioné líneas arriba, se trata de un villano superlativo, prácticamente el opuesto exacto a Steppenwolf. Tiene una motivación clara, tiene un enlace emotivo con uno de los héroes, tiene una personalidad intimidante, más grande que la vida, y está impresionantemente creado por los genios detrás de los efectos digitales. La interpretación —a través de captura de movimiento— por parte de Josh Brolin es impresionante. Sí, se nota a leguas que es digital durante los combates y secuencias de mayores efectos visuales, pero es en las escenas de conversación, en los primeros planos de su rostro, donde el personaje verdaderamente brilla. Uno mira los ojos de Thanos y no ve un montón de pixeles; ve un personaje con alma (y no solo porque posea dicha Gema del Infinito).
Y si lo que querían era acción, “Avengers: Infinity War” definitivamente cumplirá con sus expectativas. Sí, hay varias batallas — algunas en la Tierra, otras en distintos planetas—, pero curiosamente, no sentí que el filme estuviese exagerando con la acción. De hecho, se trata de un excelente ejercicio de constreñimiento; la película incluye la cantidad precisa de acción, como para no entrar en monotonía, y como para que uno sienta que son los personajes los que le dan dirección a la trama. Además, cada batalla tiene sus salpicadas de humor, drama e interacción entre héroes que jamás hemos visto juntos antes, lo cual las convierte en momentos memorables. ¿Querían ver qué pasaría si es que Rocket y Bucky Barnes (Sebastian Stan) se encuentran? ¡Pues aquí lo averiguarán!
Pero si hay algo que diferencia a “Avengers: Infinity War” de sus predecesoras, más allá de la enorme escala de la historia, de los increíbles efectos visuales, del villano bien desarrollado, y del tono, es la imprevisibilidad del guión. Mucho se ha escrito sobre lo planas que son alguna de las película del MCU, un mundo sin consecuencias, en donde cada película termina con un “mano a mano” entre héroe y villano en donde, claramente, el primero es quien tiene que ganar. Solo diré que ese no es el caso de “Avengers: Infinity War”. El guión lanza sorpresa tras sorpresa desde el primer minuto, dándole a entender al público que esta es una película totalmente diferente —como dice Thanos en determinado momento, “No más resurrecciones”— en donde las consecuencias son reales y, en ciertos casos, trágicas. El desenlace es de lo mejor que tiene la película; lo deja a uno con ganas de más— o mejor dicho, con ganas de ver “Avengers 4”— pero también satisfecho con el monstruo de película que acaba de ver.
Sin embargo, cabe mencionar que la percepción de “Avengers: Infinity War” podría cambiar de acuerdo a lo que “Avengers 4” decida hacer. Si la mayor parte —yo sé que no todas— de decisiones tomadas en esta cinta son respetadas en la siguiente entrega, Marvel se habrá ganado el respecto de más de un escéptico. “Avengers: Infinity War” tiene el potencial de ser un verdadero parteaguas en la franquicia, y de impactar de manera bastante sorprendente a las siguientes películas que se vayan a estrenar. Si dichas decisiones son ignoradas o revertidas, sin embargo, “Avengers: Infinity War” quedará más como un prólogo incompleto. Habrá que ver dentro de un año, no más.
Por el momento, sin embargo, hay que disfrutar de lo que tenemos, y lo que tenemos es una producción inmensa en todo los sentidos —cantidad de personajes, efectos visuales, escenas de acción, líneas narrativas, resultados de historias comenzadas en películas anteriores— que, contra todo pronóstico, se siente como un producto cohesivo y coherente. Sí, habiendo tanto efecto visual, una que otra toma se siente algo artificial, y sí, hay ciertos personajes que se extrañan, pero fuera de eso, “Avengers: Infinity War” cumple con las expectativas. Los fanáticos de los cómics llorarán de la felicidad, los fanáticos de la MCU estarán en el quinto cielo, y los espectadores casuales disfrutarán de una historia entretenida, visualmente espectacular y hasta por momentos inesperadamente emotiva. Realmente no hay mucho más que le pueda pedir uno a “Avengers: Infinity War”.
Nota: solo hay una escena adicional, y viene después de los créditos. Es de las mejores de la saga; definitivamente vale la pena que se queden hasta el final.
Por si están interesados, les comparto mi ranking personal de todas las entregas del MCU hasta ahora:
- Capitán América y el Soldado de Invierno
- Avengers: Infinity War
- Los Vengadores
- Iron Man
- Guardianes de la Galaxia
- Pantera Negra
- Capitán America: Guerra Civil
- Spider-man: De Regreso a Casa
- Guardianes de la Galaxia Vol. 2
- Ant-Man
- Thor: Ragnarok
- Doctor Strange
- Capitán América: el Primer Vengador
- Thor
- Avengers: Era de Ultrón
- El Increíble Hulk
- Iron Man 3
- Iron Man 2
- Thor: El Mundo Oscuro
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- Mi calificación