Abuela
Abuela se estrena este jueves 11 de febrero en una sola sala limeña (la del CineArte de UVK Larcomar), lo cual es una pena. Impecablemente actuada, divertida, pero también relevante, se trata de un interesante estudio de personajes que merece ser visto por un público muchísimo más amplio. Es una película que fui a ver con expectativas nulas (no porque no le tuviese fe, si no porque sabía muy poco de ella) pero que terminó conquistándome gracias a sus personajes fascinantemente bien desarrollados y estética realista y cercana.
Lily Tomlin interpreta a la Abuela del título, Elle, una mujer lesbiana que acaba de terminar una relación de cuatro meses con Olivia (Judy Greer), quien es muchos años menor que ella. Viviendo sola y habiendo cortado todas su tarjetas de crédito para “probar un punto”, es visitada un día por su nieta, Sage (Julia Garner). Esta le informa que está embarazada, y que quiere tener un aborto, pero que no tiene dinero y no quiere contarle nada a su alocada madre, Judy (Marcia Gay Harden). A pesar de estar en la quiebra, su abuela promete ayudarla a conseguir los 500 dólares necesarios para el procedimiento, por lo que ambas se embarcarán en un viaje que las llevará a confrontar al “novio” de la chica, Cam (Nat Wolff) y a que Elle reviva algunos recuerdos del pasado.
Entiendo por qué esta película podría resultar controversial para algunos. Después de todo, el aborto no es un tema particularmente popular en un país tan conservador y cristiano como el nuestro, en donde la educación sexual no es la adecuada (al menos no en todos los sectores socioeconómicos), y los proyectos de ley más progresistas (y lógicos) simplemente no pueden ser aprobados.
Pero creo que es ahí, precisamente, donde radica la genialidad de Abuela. El tema del aborto es discutido, de eso no hay duda, pero no es tratado como un tema tabú o algo anormal. La película (y sus personajes) están abiertos al concepto, y Sage jamás llega a dudar que eso es lo que tiene que hacer. Después de todo, sí quiere tener hijos, pero no en ese momento: quiere estudiar, quiere trabajar, quiere desarrollarse. Abuela trata el tema con toda la naturalidad del mundo, como algo que cualquier persona racional y responsable estaría dispuesta a hacer (con todos los cuidados del caso, claro está, y de manera legal, cosa que lamentablemente no es posible en el Perú), pero tampoco se lo toma a la ligera. Es un balance delicado que el filme felizmente logra alcanzar.
Por otra parte, también está el hecho de que Elle es una mujer mayor lesbiana. ¿Era realmente necesario caracterizar al personaje de esta manera? No, pero definitivamente la vuelve más interesante. Elle es décadas mayor que Olivia, pero se nota a leguas que en algún momento estuvieron terriblemente enamoradas; lamentablemente, al terminar la relación, Elle no quiere admitir lo mucho que significó Olivia para ella (quizás por miedo, o quizás por orgullo, o quizás porque le da vergüenza ser una mujer mayor que salió con una mujer joven, que tiene el futuro por delante), lo cual crea conflicto entre ambas. Al igual que el tema del aborto, Abuela trata esta relación de manera natural pero seria, lo cual es el ideal al que todas las películas deberían llegar eventualmente (y por qué no, también las personas en la vida real).
Si Abuela suena como una película progresista, es porque lo es. Lo bueno es que no se siente como un historia progresista desarrollada de manera artificial o forzada, como si el director Paul Weitz (About a Boy) quisiese probar algún tipo de argumento. Más bien, se trata de una historia conmovedora poblada por personajes bien desarrollados que se sienten como seres humanos de verdad, como cualquier persona que uno podría encontrarse en la calle o que podría ser parte de su familia.
Hasta cierto punto, Abuela es, también, una cinta feminista (en el buen sentido, no en el sentido extremista), y eso me sorprendió. Después de todo, ha sido escrita y dirigida por un hombre, y usualmente los hombres tenemos problemas a la hora de crear personajes femeninos tridimensionales y poco objetivados. Pero Weitz está a la altura de dicho reto, transmitiendo de manera clara sus puntos de vista pero sin hacer que se sientan forzados o demasiado obvios. Podría argumentarse que Elle es una suerte de “man-hater”, pero gracias a lo poco que se va revelando de su pasado, es muy fácil identificarse con ella. Sage, por otra parte, es simplemente una adolescente normal: alguien que ha cometido un error, pero que es lo suficientemente madura como para tomar la decisión adecuada, sabiendo perfectamente de las consecuencias que puede tener en ella (y las que la rodean). El reparto está compuesto casi completamente de mujeres, pero uno jamás siente que esto no esté justificado por la historia. (Y considerando la cantidad de filmes que hay protagonizados casi exclusivamente por hombres, pues no debería haber lugar a reclamo).
Lily Tomlin es excelente como Elle. El personaje pudo muy bien haber sido una caricatura (la abuela liberal, alocada y molesta), pero Tomlin le otorga suficiente humanidad al personaje, a través del cariño que siente por su nieta, y a través de las relaciones que entabla con otros personajes, ya sean positivas o negativas, como para que esto no suceda. Julia Garner no está mal como Sage. Se nota que es una actriz joven con poca experiencia (se le ve tiesa en algunas escenas), pero transmite lo molesto que es ser una adolescente con efectividad. Además, la química entre ambas actrices es palpable; uno realmente se las cree como abuela y nieta.
Marcia Gay Harden es un poco más irregular como Judy; su primera escena es sumamente exagerada (haciendo que el personaje parezca una caricatura), pero su interpretación va mejorando mientras vamos llegando al final de la película. Los cameos de John Cho (quien trabajó con Weitz en las películas de American Pie), Nat Wolff (protagonista de Ciudades de Papel) y Laverne Cox (Orange is the New Black) son memorables.
Abuela es una película que no se ve todos los días en la cartelera nacional. Es extremadamente sencilla: los personajes son pocos, el objetivo de los protagonistas es claro desde un inicio (conseguir el dinero para el aborto) y la estructura de la narrativa es directa. De hecho, la cinta fue hecha únicamente con $600,000, un presupuesto verdaderamente paupérrimo para los estándares de Hollywood. Pero eso no importa. Con sus personajes verosímiles y bien actuados, y un tema relevante para la sociedad de hoy en día, Abuela es una película que terminó por conquistarme, y que les recomiendo vayan a ver al cine. Después de todo, dudo que vaya a durar mucho en nuestra cartelera.
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