The Dry: Años de sequía (2020)
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Basada en la novela del mismo nombre de la autora Jane Harper, “The Dry” (también llamada “Años de sequía”) tiene como protagonista al policía australiano Aaron Falk (Eric Bana), quien regresa al pueblo de su niñez, Kiewarra, para ir al funeral de uno de sus amigos de la infancia, Luke Hadler. Lamentablemente, el tipo se suicidó luego de matar a su esposa y e hijo, y sus padres creen que puede haber algo turbio con esto, convencidos de que Luke no sería capaz de hacer algo así. Es por eso que Aaron comienza a investigar el crimen de su amigo mientras, en paralelo, somos testigos de los eventos que culminaron en la muerte de una chica llamada Ellie (BeBe Bettencourt) décadas atrás.
Lo más interesante de “The Dry”, precisamente, es que va develando dos misterios en paralelo, involucrando a los mismos personajes en diferentes tiempos, pero en la misma zona de Australia. Mientras Aaron va investigando la muerte de Luke, somos testigos de diferentes flashbacks, presentados como flashes o imágenes cortas, que intentan explicar la muerte (por ahogo) de Ellie. Después de todo, tanto Luke como Aaron (de niños) fueron relacionados a dicho suceso, tanto así que el segundo tuvo que irse de Kiewarra con su familia, lo cual lo llevó a convertirse en policía en la ciudad. ¿Será nuestro protagonista inocente? ¿Y de verdad habrá alguien más involucrado en la muerte de Luke y su familia?
Como misterio, “The Dry” funciona bastante bien, pero como ejercicio de tono, atmósfera y hasta como estudio de personaje, funciona incluso mejor. Kiewarra es presentado como un lugar apropiadamente árido, seco, con el director de fotografía Stefan Duscio utilizando planos abiertos enormes del desierto, de plantas casi muertas y ríos secos, para desarrollar una atmósfera opresiva, vacía, perturbadora. Es así que “The Dry” va obteniendo una identidad propia, diciéndonos mucho sobre el daño que le hace la industria de la agricultura corporativa a la naturaleza. No es el tema principal de la cinta, ciertamente, pero está ahí, en el contexto en el que se desenvuelven los personajes, en la falta de agua y verdor y vida.
Eric Bana es de los actores más infravalorados de su generación (capaz de superar a actores de la talla de Brad Pitt en filmes como “Troya”), por lo que no debería sorprender que esté muy bien en “The Dry”. Lo que hace acá es entregarnos a un personaje que sí, es un policía eficiente y citadino, pero que poco a poco va ganando vulnerabilidad mientras nos enteramos de su pasado y de cómo estuvo involucrado en la muerte de Ellie. Es una interpretación muy humana, compleja, que se ve beneficiada por la presencia de excelentes actores en roles secundarios memorables, de Genevieve “Mon Mothma” O’Reilly como Gretchen, una de sus amigas de la infancia, hasta figuras llenas de secretos, como un granjero (James Frecheville) que vive con su madre.
“The Dry” es una experiencia parca, que la mayor parte del tiempo carece de un sentido del humor, y que se toma muy en serio a la historia que está narrando. Esto muy bien podría haber resultado en una experiencia sosa, pero más bien es aprovechado por el director Robert Connolly, quien nuevamente, logra desarrollar una atmósfera palpable y personajes secundarios interesantes que logran diferenciar al filme de otras experiencias del mismo corte. “The Dry” no es la cinta de misterio o policial más espectacular que vayan a ver, pero igual logra utilizar bien los talentos de su infravalorado protagonista como para entretenernos durante casi dos horas. Puede que no haya hecho mucho ruido, pero eso no quiere decir que no valga la pena que la vean ahora que está disponible en streaming.
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The Dry 2: la fuerza de la naturaleza (2024)
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“The Dry 2: la fuerza de la naturaleza” en realidad no debería llevar la primera parte de su nombre. De hecho, en la película misma, cuando aparece el título en pantalla, solo dice: “La fuerza de la naturaleza”. Porque aunque nuestro protagonista vuelve a ser el Aaron Falk de Eric Bana, esta es una historia totalmente nueva, que nada tiene que ver con la sequía o los asesinatos del filme anterior, llevándose acabo en un momento distinto, con personajes secundarios diferentes y en otra parte de Australia. Lo que tenemos acá, entonces, es una secuela que funciona de forma individual, y que no le exige al espectador haber visto la entrega anterior. Obviamente sería lo ideal, pero felizmente no es obligatorio.
Al comenzar la película, vemos al detective Falk siendo enviado a un Lodge en medio del bosque junto a su compañera, Carmen Cooper (Jacqueline McKenzie) para investigar la desaparición de Alice Russell (Anna Torv, de “Mindhunter”). Resulta que Russell había sido enviada por la empresa para la que trabajaba, Bailey Tennants, a ese lugar para participar de un retiro / excursión junto a sus compañeras de trabajo. Están Jill Bailey (Deborra-Lee Furness), esposa del dueño de la empresa, Daniel Bailey (Richard Roxburgh, de “Misión Imposible 2” y “Van Helsing”); las jóvenes hermanas Beth (Sisi Stringer) y Bree (Lucy Ansell); y una amiga de la infancia de Alice, Lauren (Robin McLeavy). Todas ellas regresaron sanas y salvas al Lodge, a excepción, por supuesto, de Alice, por lo que Aaron inmediatamente comienza a interrogarlas.
Pero hay otro tema. Si Aaron ha sido enviado a encontrar a Alice, es porque él había estado trabajando con ella. Resulta que ella le había robado muchísimo dinero a Bailey Tennants, mucho del cual utilizó para convencer al colegio de su hija de que la dejen quedarse, luego de haber sido acusada de bullying. Aaron aprovechó esto para convencerla de que le ayude a conseguir documentos que demuestren los actos de corrupción y otros crímenes cometidos por Daniel Bailey. Por ende, Aaron ha llegado al bosque no solo para asegurarse de que Alice esté con vida, si no también para conseguir el USB que ella tenía con los documentos, y así poder enviar a Daniel directo a la cárcel.
Curiosamente, “La fuerza de la naturaleza” maneja una estructura similar a su predecesora, haciendo uso de diferentes flashbacks para desarrollar tanto la narrativa principal como la del pasado. Esta vez, la investigación en el presente es entrelazada con flashbacks a la infancia de Aaron, que nos muestran como su madre se perdió en el mismo bosque en el que ahora se encuentra, obligándolo a él y a su padre a buscarla. Y también vemos escenas de cuando las chicas se perdieron, usando diferentes perspectivas de los eventos que culminaron en la desaparición de Alice. Esto resulta en una interesante mezcla de lo verdadero y lo falso, permitiéndole a estos personajes desarrollarse de forma convincente, dejando en claro sus motivaciones, falencias y desacuerdos que tuvieron con Alice.
No considero, pues, que “La fuerza de la naturaleza” sea superior o siquiera igual de satisfactoria que “Años de sequía”. Por más de que cuente otra vez con Robert Connolly en la dirección, creo que no tiene una atmósfera igual de potente, y por momentos puede resultar ligeramente confusa. No obstante, se han mantenido muchas de las fortalezas de la primera cinta: la excelente interpretación de Eric Bana, los personajes secundarios interesantes y memorables, y el paralelismo bien construido entre el presente y el pasado. El resultado es una película ligeramente inferior a su antecesora, pero que igual resulta muy divertida de ver, y funciona muy bien tanto a nivel intelectual como emocional. No me importaría que sigan sacando más películas protagonizadas por el Aaron Falk de Eric Bana; ¡ojalá, de hecho, que se llegue a convertir en una nueva saga de suspenso policial!
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NOTA: tanto “The Dry: Años de sequía” como “The Dry 2: la fuerza de la naturaleza” están disponibles en Amazon Prime Video.