A veces, todo lo que queremos es ver una buena película de tiburones. Sangre, tensión, gritos… eso es todo lo que esperamos de una nueva película de este subgénero popularizado hace ya varias décadas por el “Tiburón” de Steven Spielberg. Si el guion es bueno, mejor, pero no es un requerimiento. Bacán si los personajes son complejos, pero si son estereotipos, en realidad no fastidia tanto. Y claro, mejor si las criaturas se ven bien, porque si lucen como los monstruos de un juego de PlayStation 2, ahí si que el público objetivo sale a protestar. No obstante, más que eso no le exigimos a este tipo de películas, especialmente cuando son producciones independientes.
No debería sorprenderles, entonces, que la haya pasado bien con “Carnada”, el más reciente “estreno” de dicho subgénero de PrimeVideo (cuando la vi, la película estaba en el cuarto puesto de visionados en el Perú, lo cual nos dice mucho sobre lo que nos gusta consumir acá).
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De repente estaba de buen humor o con la mejor compañía, pero no odié “Carnada”. También puede ser porque no esperaba mucho de la cinta; ciertamente sabía que no iba a ser particularmente impresionante a nivel de caracterizaciones, por ejemplo. Pero en vez de malograrme la experiencia, el diálogo frecuentemente cursi hasta me divirtió. Y aunque las protagonistas pueden llegar a ser bastante desesperantes, creo que todas están bien interpretadas por talentosas actrices jóvenes, quienes hacen lo que pueden en un contexto complicado, pasando una buena parte del filme tratando de no ahogarse en altamar.
La valla, pues, no estaba particularmente alta, por lo que “Carnada” terminó cruzándola.
El filme comienza con un prólogo bastante fuerte, en el que vemos como la pareja de Meg (Hiftu Quasem) y Kayla (Natalie Mitson) es atacada por un grupo de mujeres homofóbicas, dejando a la segunda bastante malherida. Luego de eso, nos adelantamos un año para enterarnos de que las chicas ya no están juntas, pero que igual han tenido que viajar al Caribe para la boda de una de sus mejores amigas, Lizzie (Lauren Lyle), quien se está casando con el hermano de la alocada Cam (Nicole Rieko Setsuko). Junto con la deportiva Ruth (Ellouise Shakespeare-Hart) forman un sexteto que estuvo junto por años, pero que de un tiempo a esta parte se ha separado un poco por cosas de la vida.
Pero eso no importa, porque ahora lo que quieren es reunirse y divertirse, razón por la que deciden tomar prestado un botecito, y navegar a una isla paradisiaca en medio de la nada, sin decirle ni al novio ni al resto de amigos o familia. Y es ahí donde las cosas comienzan a salir mal. Primero, un tiburón muerde a Ruth en la orilla, dejándole un agujero en la pierna del tamaño de la cabeza de un bebé. Y cuando tratan de escapar en su pequeña embarcación, chocan con un arrecife de coral, lo cual rompe el barquito, y las deja varadas en medio del mar. Es ahí que las chicas se ven obligadas a tomar varias decisiones: ¿se quedan ahí, o mandan a alguien a buscar ayuda? ¿Dejan a Ruth, o hacen algo para que pueda sobrevivir? ¿Y qué pasa si es que los tiburones regresan?
(Alerta de “NO-spoiler”: los tiburones sí regresan).
Es así, pues, que “Carnada” se termina llevando a cabo más o menos como cualquier buen cinéfilo se imaginaría: como una historia de supervivencia que va cobrando víctimas, obligando a estas chicas a utilizar su imaginación para evitar convertirse en el almuerzo (o cena) de estos tiburones dominicanos. Esto resulta en una experiencia suficientemente entretenida, que contiene ciertas secuencias de innegable tensión. Resalta el primer ataque de un tiburón en medio del mar, una situación de tormenta en medio de la noche, y la manera en que Meg termina encontrando un arrecife de coral con una roca en medio del mar.
Ahora bien, tengan en cuenta que “Carnada” no es una película particularmente imaginativa. Si han visto cualquier otra historia de tiburones y supervivencia en medio del mar, serán capaces de imaginarse lo que termina pasando con la narrativa. Pero francamente, nada de eso evita que la cinta se convierta en una experiencia suficientemente tensa. La directora Hayley Easton Street (quien antes ha trabajado como directora de arte en películas como “Star Wars: El Despertar de la Fuerza” o “La Liga de la Justicia”… ¡guau!) hace un trabajo decente tratando de exprimirle todo el suspenso posible a las situaciones planteadas por el guion de Cat Clarke, que además deja bien en claro que estas chicas no están para nada preparadas para estos problemas. Son jóvenes comunes y corrientes, y por ende, reaccionan como tal.
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No obstante, no se puede negar que pueden llegar a ser bastante desesperantes, lo cual seguramente hará que ciertos espectadores se pongan del lado de los tiburones. Quien resulta más interesante, en todo caso, es la Meg de Hiftu Quasem, quien llega a la República Dominicana sufriendo de estrés postraumático (debido a los eventos del prólogo), y termina siendo la más inteligente en esta situación de peligro. De ahí le sigue la Kayla de Natalie Mitson, quien claramente carga con un gran peso (y mucha culpa) luego de lo que pasó un año atrás. Por su parte, Nicole Rieko Setsuko hace un buen trabajo convirtiendo a Cam en lo que es: una chica irritante por lo enérgica e insistente que es. Digo que hace un buen trabajo porque el personaje está escrito así y lo interpreta convincentemente, pero claro, igual resulta desesperante. Como Lizzie, Lauren Lyle no está mal, y lamentablemente, la Ruth de Ellouise Shakespearep-Hart no tiene mucho que hacer.
No hay mucho más que analizar en “Carnada”, la verdad. Si quieren divertirse por poco menos de hora y media (más que eso no tenía por qué durar), hay peores opciones en las plataformas de streaming. En todo caso, se puede decir que la película, felizmente, no abusa de efectos visuales de poca calidad ni de pantallas azules, dejando a los tiburones escondidos en el mar la mayor parte del tiempo (tal y como lo hizo Spielberg con su obra maestra; ¡si no está roto, no lo traten de arreglar!), y dejando bien en claro que la mayor parte de escenas fueron grabadas en locaciones reales. Y aunque el diálogo es frecuentemente sonso y las caracterizaciones irritantes… francamente no esperaba nada más (ni nada menos) que eso. “Carnada” es entretenimiento sencillo y olvidable, pero a la vez, no es nada ofensivo ni horrible. A veces, eso es todo lo que necesitamos para pasarla bien un viernes o sábado por la noche.
NOTA: “Carnada” se estrenó en cines peruanos en agosto del 2024, pero recién la he podido ver ahora que está disponible en streaming.
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