Aprovechando el próximo estreno de “Bridget Jones: loca por él”, la cuarta entrega de la saga protagonizada por Renée Zellweger (aunque basada en el TERCER libro de Helen Fielding), decidí volver a ver las tres primeras películas. Y por supuesto, aquí está el resultado: tres críticas breves que espero disfruten de estas notables comedias románticas británicas (protagonizadas por una actriz americana con un sorprendente acento inglés).
Así que, si todavía no han ido a ver la nueva entrega o quieren recordar qué es lo que pasa en las películas anteriores, aquí van mis críticas de las tres primeras cintas de “Bridget Jones”.
El diario de Bridget Jones (2001)
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Basada en la novela del mismo nombre de Helen Fielding, “El diario de Bridget Jones” terminó siendo toda una grata sorpresa cuando se estrenó en el 2001. Tanto así, de hecho, que su protagonista, Renée Zellweger, terminó siendo nominada al Óscar por su trabajo, algo que prácticamente nunca sucede con comedias románticas. Pero así de buena es “El diario de Bridget Jones”, un filme centrado en una mujer imperfecta, que lleva sus relaciones de manera accidentada, pero que a lo largo de la historia va aprendiendo valiosas lecciones sobre el amor (tanto hacia otras personas, como el propio).
Al comenzar el filme, vemos que Bridget no es la treintañera más feliz del mundo. Vive sola en un departamento en Londres, y parece ser incapaz de encontrar el amor. Sin embargo, un día uno de sus compañeros de trabajo, el “pipiléptico” Daniel Cleaver (un encantador Hugh Grant) comienza a flirtear con ella, lo cual resulta en un súbito y sensual romance casi prohibido. Pero a la vez, un amigo de la familia de Bridget, el frío Mark Darcy (Colin Firth) también parece comenzar a sentirse atraído por ella, lo cual es problemático tanto para nuestra protagonista, como para la novia de Mark, Natasha (Embeth Davidtz) y para los dos hombres, quienes no se llevan bien en lo absoluto. Es así que Bridget tendrá que tomar una decisión importante: ¿con quién se queda, con el tipo seductor y tentador, o con el hombre profesional pero algo distante?
Puede que “El diario de Bridget Jones” se centre en un triángulo amoroso, pero felizmente la narrativa no se lleva a cabo de forma previsible. De hecho, la película termina siendo encantadora precisamente por todos los enredos y giros narrativos que incluye, muchos de los cuales nos dicen bastante de los personajes, y ayudan a crear contrastes interesantes entre Mark y Daniel. Inspirada en “Orgullo y Prejuicio” (lo cual explica el casting de Colin Firth, quien nuevamente tiene que interpretar a un Darcy), “El diario de Bridget Jones” se lleva a cabo como una comedia romántica honesta y divertida, que igual se siente como un producto de su época. Hoy en día resulta absurdo, por ejemplo, pensar que el personaje de Bridget era considerada “gordita” o rellena hace más de veinte años.
Pero muy aparte de eso, la película sirve como una gran demostración de los talentos de Zellweger. Adoptando un acento británico sorprendente y perfecto, la afamada actriz americana logra desarrollar a la protagonista de la historia como una mujer torpe, a veces inmadura y de opiniones fuertes, que logra enamorar tanto al espectador como a los personajes masculinos. Y de ellos no hay queja tampoco; Grant es simplemente encantador, y Firth es suficientemente intenso. Y por supuesto, “El diario de Bridget Jones” está llena de momentos memorables, como la llegada de Bridget a una fiesta disfrazada de conejita, la pelea entre Daniel y Mark, o el final en las calles nevadas de Londres. Puede que ya hayan pasado más de dos décadas desde que “El diario de Bridget Jones” salió, pero el filme sigue funcionando como una comedia romántica ejemplar y memorable.
Bridget Jones: al borde de la razón (2004)
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Lamentablemente, “Bridget Jones: al borde de la razón” comete el error que tantas otras secuelas han cometido a lo largo de los años: trata de asemejarse a su predecesora, y falla en el intento. Ahora, no me tomen a mal. No considero que esta sea una MALA película; Zellweger sigue interpretando a Jones de forma perfecta, y la experiencia en general es entretenida y ocasionalmente graciosa. Pero como comedia romántica, “Bridget Jones: al borde de la razón” nunca llega a ser ni tan romántica ni tan cómica con el primer filme, lo cual resulta en una experiencia que debería apelar a los fanáticos de su predecesora (y de los libros de Fielding), pero que claramente podría haber resultado bastante mejor.
“Bridget Jones: al borde de la razón” se lleva a cabo algunas semanas luego de los eventos de la primera película. Como se deben imaginar, Bridget (Zellweger) y Mark (Colin Firth) parecen estar viviendo una gran vida juntos, felices y enamorados. Pero como no todo puede ser color de rosa, eventualmente se pelean (por tonteras, como suele pasar), y Bridget termina viajando a Tailandia como parte de su trabajo de reportera televisiva. Lamentablemente, tiene que conducir un programa junto a Daniel (Hugh Grant), quien aprovechando la pelea entre Bridget y Mark, trata de seducir a la primera. Es así que nuestra heroína tiene que comenzar a decidir qué hacer con su vida, considerando si es que vale la pena darle una segunda oportunidad a su antiguo amor.
A nivel de comedia, “Bridget Jones: al borde de la razón” definitivamente no tiene el mismo éxito que la primera parte. El diálogo no es igual de astuto, los gags físicos no son igual de hilarantes, y buena parte de la narrativa se siente más previsible que sorprendente. Además, toda la sección en Tailandia —que culmina con Bridget encerrada en la cárcel debido a un error— se siente más bizarra que graciosa, y lamentablemente transmite algunos estereotipos lamentables relacionados al país asiático. Se siente, casi, como si los guionistas se hubiesen quedado sin ideas, y hubiesen recurrido a conceptos que simplemente no tienen lugar en una película de “Bridget Jones”.
Fuera de eso, sin embargo, igual la pasé bien con “Bridget Jones: al borde de la razón”… solo que no tan bien como con la primera película. Tanto Zellweger como Firth y Grant están muy bien, y me gusta que el filme trate de desarrollar lo que sucede luego del clásico “y vivieron felices para siempre” de cualquier comedia romántica. Me gustan las escenas con los amigos de Bridget, me gusta la forma en que ella trata de adaptarse al ambiente de trabajo de Mark, y por supuesto, me gusta que se haga un menor énfasis en el tamaño o forma del cuerpo de Bridget. En general, “Bridget Jones: al borde de la razón” es una secuela algo decepcionante, pero tampoco creo que sea el fracaso absoluto que muchos críticos destruyeron en sus momento. Está bien para pasar el rato, pero de que pudo ser mejor, de todas maneras.
El bebé de Bridget Jones (2016)
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Ahora sí. Mientras que la segunda entrega de la franquicia terminó siendo una ligera decepción, claramente inferior a su predecesora pero sin perder del todo su gracia, “El bebé de Bridget Jones” logra transmitir buena parte del encanto que nos hizo que nos enamoremos de Bridget Jones en un principio. El hecho de que la directora Sharon Maguire regrese a esta tercera entrega ciertamente ayuda, y aunque entiendo por qué trataron de internacionalizar la trama en el segundo filme, el que acá nos quedemos nuevamente en el Reino Unido TAMBIÉN ayuda. El resultado es una película que, sin llegar a ser igual de memorable que la original, al menos puede ser considerada como la segunda mejor (aunque puede que eso cambie con la estreno de la cuarta).
Al comenzar “El bebé de Bridget Jones”, nos enteramos de que Bridget (Zellweger) ya no está con Mark Darcy (Colin Firth), habiéndose cansado de que siempre esté ocupado con el trabajo. En la vida profesional, sin embargo, la va un poco mejor, siendo ahora la productora de un programa de noticias y habiéndose hecho muy buena amiga de la conductora, Miranda (Sarah Solemani). Tanto así, de hecho, que deciden ir juntas a un festival de música para vivir la soltería (aquel viaje incluye un cameo por parte de Ed Sheeran, como solía pasar hace unos años). Y es ahí donde Bridget termina teniendo un “choque y fuga” con el apuesto Jack (Patrick Dempsey), quien resulta ser el millonario dueño de una App de citas basada en su novedoso algoritmo. Lamentablemente, Bridget decide no comunicarse mucho con él luego de su encontrón, y de hecho, días después, tiene OTRO “choque y fuga”, solo que esta vez con Mark, quien claramente sigue enamorado de ella.
Y como deben imaginarse gracias al título de la película, unas semanas después nuestra protagonista se entera de que está embarazada. Pero como le dice la buena doctora Rawlings (una genial Emma Thompson), debido a los dos encontrones que tuvo, tanto Mark como Jack podrían ser los padres. Es así que nuestra protagonista comienza una nueva etapa de su vida, en donde dos hombres tratan de cuidar de ella y de su bebé, mientras además trata de lidiar con sus problemas en el trabajo. Después de todo, parece que la administración quiere deshacerse de la vieja guardia de la televisión para reemplazarla con gente joven, más interesada en noticias inmediatas tipo “clickbait” y no tanto en el periodismo de verdad.
Lo mejor de “El bebé de Bridget Jones” es que se siente como una extensión natural de lo que vino antes, enfocada en una nueva etapa para su protagonista, y por supuesto, en la relación complicada que tiene con Mark. El Jack de Patrick Dempsey es una buena adición a la franquicia (aunque igual no me sorprende que no vaya a salir en la cuarta película), y me gusta que este filme se enfoque más que el anterior en los padres de Bridget, especialmente en su madre (Gemma Jones), quien está postulando a un puesto político importante. Careciendo de secuencias demasiado ridículas como la de la cárcel tailandesa en el segundo filme, y mezclando mejor la comedia con el drama, “El bebé de Bridget Jones” nos remonta al tono y estilo de la cinta original, pero lamentablemente sin contar con la presencia del encantador Daniel (Hugh Grant). No es perfecta, pero sí representa una buena manera de seguir con la historia, por más de que no esté basada en ninguno de los libros de Helen Fielding.
NOTA 1: Puede que el Daniel de Hugh Grant no aparezca en “El bebé de Bridget Jones”, pero el filme termina de tal manera que no resulta sorprendente que ahora sí esté regresando para “Bridget Jones: loca por él”.
NOTA 2: Por alguna razón, tanto “Bridget Jones: al borde de la razón” como “El bebé de Bridget Jones” cuentan con referencias a Perú. Nada extraordinario, pero me encanta cuando sucede eso.