Kraven el Cazador

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“Kraven el Cazador” es el más reciente intento por parte de Sony de construir un universo Cinematográfico de Villanos de Spider-man… pero sin contar con la presencia del arácnido héroe. Dicho universo —el cual nunca llegó a recibir un nombre oficial— comenzó con las películas de “Venom”, para luego incluir obras maestras como “Morbius”, “Madame Web”, y por supuesto ahora… “Kraven el Cazador”. La valla estaba bajísima pues, casi en el núcleo de la Tierra, y la película de JC Chandor (un interesante cineasta a quien jamás le echaré la culpa de este desastre) igual no llega a alcanzarla.

Eso se debe a “Kraven el Cazador” es una película más de Sony que ha sido claramente destruida en la postproducción. Los cambios no son tan evidentes como en la ya mencionada “Madame Web”, pero igual están acá: planos claramente regrabados frente a pantallas verdes, diálogo expositivo agregado en post y colocado en contraplanos o planos lejanos donde no podemos ver las bocas de los personajes, y por supuesto, movimientos de boca que no coinciden con el diálogo. Súmenle a eso los efectos digitales de ínfima calidad, lo mezclan bien bonito, y el cóctel resultante es de lo más soso, plano y tedioso que puedan ver este año. A menos que también hayan visto “Madame Web”. Por ahí van ambas películas, la verdad.

Pero al menos “Kraven el Cazador” cuenta con actores que le ponen un poco de esfuerzo a la cuestión. Mientras que Dakota Johnson (una muy buena actriz en todos proyectos), el orgullo peruano Isabel Merced, y Sydney Sweeney (quien claramente se moría por irse a grabar “Con todos menos contigo”) parecían estar interpretando a sus personajes como sonámbulas en “Madame Web”, este nuevo filme cuenta con un Aaron Taylor-Johnson suficientemente intenso, un Fred Hechinger (a quien hemos visto en todo tipo de películas este año, desde “Thelma” hasta “Gladiador II”) incapaz de dar una mala actuación, y un Alessandro Nivola (un actor súper infravalorado, dicho sea de paso) claramente pasándola de lo lindo. No llegan a salvar el proyecto, eso sí, pero al menos parecen estar INTERESADOS en la película, lo cual ya es algo.

¿Y qué hay de la trama? Pues es más de lo mismo: una clásica historia de origen, esta vez para un personaje que en los cómics es un villano, pero que acá, al igual que los otros personajes de este universo, han tratado de convertirlo en un antihéroe. Por ende, Kraven (Taylor-Johnson) no es un cazador de bestias y un enemigo de Spider-man, si no más bien un amante de los animales y un cazador de humanos. Al inicio del filme, lo vemos escapar de una prisión rusa (en la mejor escena de acción que Chandor nos ofrece) luego de matar a un criminal, y luego la cinta nos remonta a su infancia, donde lo vemos sufrir un accidente cuando acompaña a su padre, el líder criminal Nikolai Kravnoff (Russell Crowe), y a su hermano menor, el tímido Dmitri (Billy Barratt de niño, Hechinger de grande) a cazar animales en el África.

Cuando un león se le acerca, el joven Kraven (en realidad llamado Sergei) no se atreve a matarlo, por lo que la bestia lo ataca, sus sangres su mezclan, una chica de abuela mística llamada Calypso (Diaana Badnicova de niña, Ariana DeBose de grande) lo salva usando una poción mágica, y nuestro protagonista obtiene poderes mal definidos que le dan súper fuerza, súper agilidad, y una fuerte conexión con el mundo natural. Años después, nos enteramos de que Sergei tiene una lista de criminales a los que quiere matar, en donde se encuentra el Rhino (Nivola), quien sufre de una condición que hace que su piel se endurezca… como la de un rinoceronte. Obsesionado con acabar con Kraven, éste secuestra su hermano Dmitri, lo cual obliga a nuestro antihéroe a colaborar con una Calypso ya adulta para rescatarlo.

La narrativa de “Kraven el Cazador” no cuenta con ninguna sorpresa; si ya han visto cualquiera de las películas de cómics que han salido en los últimos veinte años, sabrán qué esperar de esta nueva propuesta. Lo único nuevo que trae este filme a la mesa, supongo, son escenas de acción ultraviolentas, pero ni eso logra salvar a la película. De hecho, la inclusión de sangre digital súper falsa y una cámara que parece tener miedo de ACERCARSE a la violencia, hace que dichas secuencias se sientan curiosamente suavizadas. Para ser un personaje tan salvaje, Kraven no hace mucho en este filme, a menos que les emocione ver una imitación de la escena de la tormenta de arena (pero esta vez con nieve) de “Mad Max: Furia en el Camino”, o una persecución de poca energía por las calles de Londres.

Pero regreso a mi mayor problema con “Kraven el Cazador”: la manipulación del filme por parte de Sony durante la post. A estas alturas del partido, ya es un chiste, prácticamente una burla. Para haber obtenido un director como Chandor y un reparto como este, me imagino que el guion inicial tenía algo de promesa, pero cualquier elemento interesante de la propuesta original ha sido borrado de acá. El resultado es una película incoherente, de ritmo terrible, donde las escenas no fluyen entre sí, y donde algunos personajes se sienten incompletos, casi gratuitos.

Consideren, si no, a la Calypso de Ariana DeBose. En teoría, su personaje DEBERÍA ser importante, pero se nota que la mayoría de escenas con ella han sido eliminadas del corte final. Esto resulta en un personaje pésimamente delineado, que aparece de cuando en cuando solo para ayudar a Kraven, y que luego de cumplir su cometido final (el cual involucra sus habilidades con el arco y flecha… sí, en serio) DESAPARECE por completo de la película. O consideren a Dmitri: es el equivalente masculino a la damisela en peligro, y recién se torna interesante (obteniendo poderes de un personaje de los cómics) literalmente en la ÚLTIMA escena de la película. De hecho, dicho momento se siente como “sequel bait”, es decir, una referencia a una potencial secuela, lo cual, a estas alturas del partido, es más triste que emocionante.

Al menos Aaron Taylor-Johnson se esfuerza, interpretando a Kraven como un tipo que quiere ser lo más opuesto posible a su padre, dedicando su vida a acabar con la gente mala del mundo. Tiene tanto el físico como la actitud necesaria para el papel, lo cual solo hace que me de pena que no haya tenido la oportunidad de protagonizar una mejor película. Russell Crowe, por su parte, es deliciosamente maligno como Nikolai, un tipo que solo cree en la fuerza y crió a sus hijos para que nunca demuestren debilidad. Y Ariana DeBose, cuyas decisiones creativas han sido más que cuestionables luego de ganar el Óscar (muy merecidamente) por la gran “Amor sin Barreras”, está totalmente desperdiciada. Considerando sus apariciones recientes en “Wish”, “Argylle” y ahora esta vaina, creo que debería considerar cambiar de agente.

“Kraven el Cazador” es exactamente lo que deberíamos esperar de Sony a estas alturas: un producto que quizás tenía algo de promesa al inicio, pero que fue destruido y machacado durante el último año. El filme estaba listo, supuestamente, desde fines del año pasado (de hecho, recuerdo cuando me pasaron el trailer en el cine, antes de que retrasaran la fecha de estreno), pero me imagino que Sony quizo “mejorar” el producto, y bueno… este es el resultado. Honestamente no culpo de nada a JC Chandor (no hay nada en su filmografía que demuestre que podría ser tan incompetente) ni a los guionistas ni a los actores. Quienes deberían ponerse las pilas y dejar a los cineastas e intérpretes trabajar en paz son los ejecutivos de Sony. De los contrario, jamás lograrán construir algo similar a lo que Marvel Studios ha hecho con la MCU, o incluso a lo que James Gunn está comenzando a hacer con DC.

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