Wow.
No, no es un wow positivo. Acabo de ver El Hobbit: La Desolación de Smaug en el cine con mis primos. La película habrá terminado hace media hora, o un poco más… y me encuentro con sentimientos encontrados. Por un lado, hay varias cosas que me gustan de la película, que me hicieron recordar a la trilogía de El Señor de los Anillos y que fueron hechas de igual manera en la película anterior de El Hobbit.
Pero por otro lado… ugh…
Para aquellos que no están muy bien versados en el universo creado por Tolkien, la premisa de El Hobbit es bastante simple: un Hobbit (una criatura de corta estatura, pies peludos, y gran amor por la comida y la naturaleza) llamado Bilbo Baggins (Martin Freeman) es convocado por el mago Gandalf (el gran Ian McKellen) y una banda de enanos liderada por Thorin Oakenshield (Richard Armitage) para ir a la Montaña Solitaria, confrontar al gran Dragón Smaug (Benedict Cumberbatch) y recuperar el tesoro y le tierra que se les quitó a los enanos. Pero eso pasó en la película anterior…
En La Desolación de Smaug, seguimos con nuestros protagonistas, quienes están siendo perseguidos por una banda de orcos liderada por Azog (Manu Bennett). Una vez que llegan a los bordes del Bosque de Mirkwood, Gandalf los tiene que abandonar para que, junto con el mago Radagast (Sylvester McCoy), se entere de qué está pasando exactamente con el Necromancer y toda la maldad que se está juntando en Dol Guldur. Ahora solos, nuestro Hobbit y los enanos vivirán muchas aventuras, primero en el bosque reinado por Thranduil (Lee Pace) y en donde se hacen amigos de Legolas (Orlando Bloom) y Tauriel (la encantadora Evangeline Lily), y luego en Laketown, en donde conocerán a Bard (Luke Evans), quien tratará de ayudarlos a pasar desapercibidos.
OK, cuando me enteré de que El Hobbit se dividiría en tres películas a pesar de ser una novela enana, me preocupé. Cuando se anunció que se utilizarían elementos de los Apéndices de El Señor de los Anillos, me relajé un poco. Y cuando vi la primera película de El Hobbit, aunque no estuvo al mismo nivel que las producciones anteriores desarrolladas en el mundo de Tolkien, dije «Hey, no estuvo tan mal. Hay problemas de ritmo y estuvo exagerada, pero igual me divirtió bastante». Y (ya es el último, creo) cuando vi en Rotten Tomatoes que la segunda entrega estaba siendo mejor recibida que la primera, recuperé mis esperanzas. Seguro que Peter Jackson había corregido los errores de la primera película. Seguro que este segundo filme tendría un mejor ritmo, sería más corta, menos exagerada…
Bueno…
Aprovechemos que tengo el recuerdo de la película todavía fresco en mi mente. Y antes de que comience a renegar y hablar sobre todo lo que no me gustó y me frustró del filme, chequeen la nota que le he puesto: dos estrellas y media. Según mi sistema de calificación, «¡le faltó poquito!». OK, eso no está muy claro, pero en más palabras: NO es una mala película. Pero tampoco es buena. Es… eehhh… no sé, ¿mediocre? ¿Tiene potencial? ¿Pudo ser mejor? Creo que es la nota perfecta para expresar mis sentimientos encontrados.
Pero en fin. En serio, Jackson. Yo sé que AMAS los efectos especiales. Y de hecho todo el CGI y la chamba visual en la trilogía anterior está muy bien lograda: las batallas son impresionantes y las criaturas creíbles. Y sí, exageraste un poco en la primera entrega de El Hobbit, (especialmente en la secuencia dentro de la mina de trasgos), pero hasta cierto punto era pasable; igual era entretenido y ninguna escena en esa película hizo que me diera un palmazo de incredulidad en la frente.
En esta segunda película… bueno, el mejor ejemplo es la secuencia de los barriles en el río. En la novela, nuestros personajes se escapan del bosque de Mirkwood metiéndose en unos barriles y tirándose al río para pasar desapercibidos. En la película, se añade toda una secuencia de acción y peligro que involucra orcos, a Legolas, a Tauriel y a un Kili herido. OK, normal, con tal de que aumente la tensión y la sensación de peligro. Pues NO. Esta secuencia de acción es una de las más falsas y ridículas que jamás haya visto: es como el cutscene de un video-juego, totalmente artificial y carente de tensión, con CGI muy falso y acciones por parte de los personajes (especialmente los elfos, pero también Bombur (!) quien hizo algo que logró que TODA la sala se riera… seguro fue a propósito, pero igual es ridículo) IMPOSIBLES de creer. ¿Recuerdan el plano digital de Legolas subiéndose a un caballo en Las Dos Torres del cual todo el mundo se burla? Esta secuencia está llena de cosas así: simplemente no me la creía, y me sacó completamente de la ficción de la película. (Ah, ¿y por qué hay un par de tomas en el agua que parecen haber sido grabadas con una GoPro? En serio ¿quién aprobó eso?)
Felizmente el resto del filme no tiene ninguna otra escena igual de inverosímil, pero en general algo que me sorprendió fue la falta de calidad de los efectos especiales. Ahora, no creo que esto se deba a que Weta Digital carece de talento ni mucho menos. Más bien, diría que para esta película, Jackson ha tratado de hacer demasiadas cosas de manera artificial, muy exageradamente y casi sin utilizar elementos reales. El CGI en la secuencia de los barriles es absurdo, pero durante toda la película hay varios momentos que aparecen de cuando en cuando en donde el CGI es horrible o en donde el Chroma (o los planos en pantalla verde) es demasiado evidente. Cuando este año hemos tenido la oportunidad de ver películas como Gravedad, en donde los efectos visuales son absolutamente perfectos, tanto así que es imposible distinguir lo real de lo sintético, es realmente decepcionante ver un filme como El Hobbit 2, en donde han participado tantos artistas talentosos y se han usado tantos recursos, pero con resultados tan poco convincentes.
Como muy bien dijo uno de mis primos: «¿Cómo es que El Señor de los Anillos tiene mejores efectos especiales si es de hace diez años?» Creo que no es necesariamente cuestión de que tenga mejores efectos visuales, es que tiene menos. En serio, esta película muy bien habría podido NO ser grabada en Nueva Zelanda y creo que nadie se hubiera dado cuenta.
Pasando a otra cosa, un problema que me fastidió un poco en la primera entrega ha sido, contrariamente a mis esperanzas, enfatizado en esta secuela: el relleno. OK, tenemos una novela enana siendo adaptada en tres películas, PERO se supone que están usando elementos de los Apéndices y personajes nuevos para crear una historia más densa e interesante. Eso podría servir de justificación si de verdad uno notara que los nuevos elementos contribuyen a la historia. Lamentablemente, con El Hobbit 2 sentí que no sucedía mucho. En pocas palabras, es muy poca historia para una película tan larga. El filme muy bien hubiera podido durar 2 horas o menos y no se hubiera perdido nada de trama. En vez de usar elementos como caracterización o historia para justificar la duración de su producción, Jackson prefiere utilizar acción, acción y más acción para alargar la cuestión. El ejemplo principal es el clímax de la película: la introducción de Smaug es magnífica, y su interacción con Bilbo es realmente interesante, pero como todo tiene que ser exagerado, la secuencia es alargada y convertida en una escena de acción. Con más CGI. Y fuego. Y personajes corriendo. Con razón a mi prima le dolía el trasero de tanto estar sentada….
Pero hey, eso no quiere decir (felizmente) que ningún elemento nuevo creado por Jackson y el resto de guionistas funcione bien. De hecho el personaje de Tauriel es uno muy interesante, perfectamente interpretado por Evangeline Lily, a quien yo sería capaz de ver protagonizando una película de tres horas en donde sólo salga comiendo galletas. La inclusión de Legolas también es muy efectiva – y de hecho tiene sentido, teniendo en cuenta que es el hijo del Rey de Mirkwood -, sirviendo como un enlace entre esta trilogía y la anterior. Las aventuras de Gandalf investigando la naturaleza del Necromancer no son igual de interesantes, lamentablemente y a pesar de la siempre-excelente actuación de Ian McKellen. Simplemente no lograron atraparme porque: a.) Ya TODOS sabemos que el Necromancer es Sauron, está más que claro, y b.) También sabemos que Gandalf no puede morir (no sólo porque aparece en El Señor de los Anillos, si no también porque es un maldito mago súper-poderoso.)
Ah, y pasando a la música… Howard Shore, ¿qué pasó? Sus soundtracks para la trilogía anterior consisten de temas impresionantes e increíblemente memorables, siendo algunas de las bandas sonoras más importantes de Hollywood. Su música para la primera entrega de El Hobbit no fue igual de memorable, pero de hecho tenía temas que resaltaban, incluyendo la Canción de la Montaña Solitaria. Pero su soundtrack para El Hobbit 2… plano. Poco memorable. Aburrido. Repetitivo. Y ni siquiera aparece la Canción de la Montaña Solitaria. Un mejor soundtrack hubiera elevado un poco a la película, pero las composiciones de Shore simplemente son… como música ambiental. (Y de hecho es decepcionante que su tema de Smaug sea tan soso, teniendo en cuenta la importancia del personaje.)
OK, me he quejado bastante de la película, pero como han visto más arriba no le he dado una nota taaaan baja…. y eso se debe que, a pesar de sus múltiples errores, igual tiene algunos elementos positivos. El cásting, por ejemplo, es perfecto, desde los enanos hasta Martin Freeman (que caracteriza a Bilbo excelentemente) y Gandalf (por supuesto) y Smaug. Oh, Smaug… el CGI será digno de un juego de Play Station 3 (ni siquiera 4) durante la mayor parte del filme, pero debo admitir que Smaug es impresionante (¿de repente se gastaron todo el presupuesto en él?) Es increíblemente realista e intimidante, y su diseño es memorable, diferente a cualquier otro dragón que haya visto en otras películas. Y la voz de Cumberbatch es perfecta, convirtiéndolo en un enemigo realmente imponente e intimidante.
Ah, y Stephen Fry, uno de los mejores comediantes británicos que existen, efectivamente sale en la película, interpretando al Maestro de Laketown. Lamentablemente, no tiene mucho qué hacer y está completamente desperdiciado. Meh…
Pero bueno, al menos cabe admitir que, a pesar de todo lo que dije anteriormente, la película está, después de todo, basada en una obra de Tolkien, un clásico de la literatura y una gran historia. Por más CGI noventero y secuencias de acción innecesarias que Jackson le inyecte, los personajes ya son memorables de por sí, y el mundo en el que la trama se desarrolla es infinitamente interesante y muy imaginativo. La película tendrá un look plástico y artificial (nada que ver con El Señor de los Anillos), pero al menos la Tierra Media está igual de bien desarrollada que siempre.
Y bueno, ¿saben qué? A pesar de todo la película nunca me aburrió. Me entretuvo de diferentes maneras, tanto positivas (gracias a las buenas actuaciones y personajes interesantes como Bard, Tauriel y Legolas) como negativas (la secuencia de los barriles no dejó que me despegara de la pantalla… por lo ridícula que es.) De hecho el ritmo es mucho más acelerado que el de la primera película, pero eso se debe más a que hay demasiadas secuencias de acción. A mí el filme se me pasó rápido (quizás demasiado) pero eso no quiere decir que será así para todos – de hecho, durante la última media hora mi prima no sabía ni cómo sentarse, y le llegó tanto la película que comenzó achatear en su celular (y a ella le gusto la primera entrega…)
En fin, creo que dos estrellas y media es la perfecta calificación para El Hobbit 2. En comparación, y precisamente porque no he escrito sobre las películas anteriores en este blog, cabe mencionar que a cada una de El Señor de los Anillos le daría 4 estrellas, y a la primera entrega del Hobbit, 3. Sí… este filme es el más flojo de todos los que se desarrollan en la Tierra Media, y es claro por qué: es el que tiene la historia más débil, los efectos especiales más falsos (los cuales lo hacen sentir casi como un video-juego) y la música menos memorable. No es una mala película (al menos no del todo), pero creo que sólo los verdaderos súper-fanáticos de la franquicia la disfrutarán (sin contar a los puristas, claro está, quienes probablemente se horrorizarán con lo que Jackson ha hecho.)
En fin… creo que está claro que hubiera sido una mucho mejor jugada el hacer sólo dos películas. Pero quién sabe, de repente El Hobbit 3 nos sorprenderá (positivamente.) Todavía sigo con esperanzas. Comparativamente, quizás esa película termine siendo La Venganza de los Sith de esta trilogía (lamentablemente, esta parte 2 es más como su Amenaza Fantasma…)
Nota: El final de la película es…. controversial. A mi, al menos, me fastidió. A mis primos también. A muchos otros también, asumo, pero a otros les parecerá audaz. Igual, creo que un final más… completo… hubiera ayudado bastante.
Avance oficial:
- Mi calificación