Si había un género del que tenía que escribir necesariamente para este Mes del Terror, era el de zombies. Y de hecho tenía muchas opciones – podría escribir tanto sobre los clásicos, como sobre alguna producción más moderna; en este caso, me animé por el remake the El amanecer de los muertos, dirigido por Zack Snyder (300, Hombre de Acero.)
Ahora, no es ningún secreto el hecho de que Hollywood tiene una fijación por los remakes. Los pesimistas dirían que se debe a que Hollywood se está quedando sin ideas, de que ya no hay creatividad y que sólo les importa el estrenar películas que sean reconocibles por el público para que recauden la mayor cantidad de dinero posible. Y hasta cierto punto… podrían tener razón. Pero siendo un poco más optimista, yo diría que un remake tiene el potencial de ser interesante. Después de todo, se trata de la interpretación de una historia ya existente por alguien que probablemente tenga una visión diferente a la del primer director. Obviamente, para que esto suceda, el nuevo director tieneque tener una nueva visión; un remake que sea exactamente igual a la primera película no sirve de nada (si no véase el remake de Psicosis dirigido por Gus Van Sant.) Felizmente, en el caso de El amanecer de los muertos, se puede decir que Snyder tenía en mente algo diferente a lo que George A. Romero hizo con su clásico de la década del 70. Es más, se podría decir que esta segunda versión es más una reinterpretación que un remake.
La película cuenta, como la mayoría perteneciente a este género, la historia de una epidemia de zombies. Se desarrolla en Wisconsin, y como uno se imaginaría, nos presenta una infección que hace que todo el que sea mordido se transforme en un no-muerto descerebrado. Los protagonistas de la película son un grupo de sobrevivientes, liderado por la enfermera Ana (Sarah Polley). El resto son el policía Kenneth (el gran Ving Rhames); Michael (Jake Weber), un tipo promedio y Andre (Mekhi Phifer) y Luda (Inna Korobkina), quien está embarazada. Como en la película original, buscan refugio en un centro comercial, en donde encuentran a CJ (Michael Kelly) y sus secuaces, Terry (Kevin Zegers) y Bart (Michael Barry). Más adelante se encuentran con más gente, pero su objetivo sigue siendo el mismo: sobrevivir, y encontrar alguna manera de salir del mall y buscar civilización.
En lo que se refiere a los zombies, se podría decir que hay dos tipos: los zombies clásicos, lentos y brutos, y los zombies un poco más rápidos, capaces de correr y más letales. Ambos tipos tienen sus pros y contras a la hora de crear una amenaza creíble y horrible para una película, pero creo que el hecho de que Snyder decidió usar el segundo tipo para su película es un acierto. Al ser más rápidos y hasta cierto punto “inteligentes”, sus zombies dan más miedo y son más capaces de sorprender y matar más efectivamente. Cuando los protagonistas se encuentran con estos monstruos, correr es su única opción, pero no se trata de una garantía de supervivencia: estos no-muertos son capaces de alcanzarlos y matarlos, lo cual incrementa la tensión y el horror.
Como toda película del género, El amanecer de los muertos nos ofrece una gran cantidad de gore: tripas y sangre. Recuerdo haber visto esta película por primera vez en el cine cuando tenía entre 13 y 14 años, y de hecho hubo varios momentos en los cuales me tuve que tapar los ojos porque simplemente era demasiado asqueroso. Los amantes del gore definitivamente la disfrutarán: hay desde decapitaciones hasta disparos con consecuencias muy sangrientas. Hay momentos en los que los zombies parecen ser bolsas rellenas de sangre y tripas putrefactas; no es demasiado realista, pero funciona para este tipo de filme. Pero la escena que se lleva el premio a la más chocante es una que, sin revelar demasiado sobre la trama, involucra a un bebé zombie. Sí….
Lo interesante de la versión de Romero es que, aparte de ser una buena película de terror, era también una alegoría social: los zombies sin mente representaban a los consumidores (he ahí la razón por la cual la película se desarrollaba en un mall.) La versión de Snyder pierde eso, pero no me parece que afecte muy negativamente al filme. A mi manera de ver, una película de terror no necesita tener un contenido de crítica social para funcionar; esta nueva versión es más visceral, más concentrada en desarrollar suspenso y crear una buena sensación de terror y en chocar, y definitivamente funciona. En tal caso, prefiero que un filme del género funcione al cumplir sus objetivos más básicos en vez de que trate de ser “socialmente relevante” y lo haga a medias.
Visualmente, al igual que las otras películas de la filmografía de Snyder, El amanecer de los muertoses una maravilla. La fotografía es oscura y lúgubre, apropiado para el tipo de película, y los efectos especiales, la mayoría prácticos, son perfectos. El maquillaje de los zombies es suficientemente asqueroso y gráfico, y las escenas de muerte y la del… bebé zombie… (ugh) son chocantes y sorprendentes no solo gracias al guión y a la dirección de Snyder, si no también porque el buen maquillaje le da verosimilitud a lo que se ve en pantalla. Lo bueno también es que, a diferencia de las películas posteriores de Snyder (véase Sucker Punch), El amanecer de los muertos casi no contiene efectos digitales, y cuando los usa, casi no se nota: el plano aéreo en donde se ve a Ana pasando con su carro junto a una estación de gasolina que explota se me viene a la mente.
Adicionalmente, Snyder logra crear una excelente sensación apocalíptica, no solo con su estilo visual, si no también con la manera en que presente la historia. Lo interesante, por ejemplo, es que nunca se dice de donde vino ni cómo se originó el virus. Como toda la película está contada desde el punto de vista de los sobrevivientes en el mall, nunca se ve una perspectiva más global o política: nunca vemos directamente cómo el gobierno o los militares, por ejemplo, manejan el apocalipsis zombie. Únicamente se ven imágenes de noticiero en la TV, al menos al principio, pero eventualmente los protagonistas se quedan sin información; lo único que se sabe es que está sucediendo en todo el mundo, y que nadie está a salvo. La línea clásica de la película original (“cuando ya no haya sitio en el infierno, los muertos caminarán sobre la Tierra”) vuelve a aparecer, y ahora es incluso más relevante que en la original.
Las actuaciones son en general buenas, a pesar de que solo algunos personajes están bien desarrollados. Después de todo, hay bastante de estos, por lo cual hubiera sido bien difícil hacer que todos sean igual de interesantes. De hecho los mejor desarrollados son Ana, Kenneth, Andre y Michael; tienen suficiente historia previa y preocupaciones como para que nos preocupemos por ellos. Además, ayuda el hecho de que Snyder haya conseguido actores de calidad como Sarah Polley (quien también es una muy buena directora) y Ving Rhames para interpretar a sus personajes: son suficientemente buenos al expresar terror, pánico, decisión y en general todos los sentimientos que se necesitan para hacer que el Apocalipsis se sienta creíble. Sé que la mayoría de fanáticos del terror,zombies y gore no ven una película del género por el drama o el desarrollo de personajes, pero igual siempre ayuda el tener personajes interesantes, creíbles y bien interpretados.
Los fans de la película original de Romero deberían disfrutar de esta nueva versión. Es diferente a la primera porque los personajes son nuevos, la progresión de la historia es distinta, y no contiene ningún elemento de sátira o comentario social, pero a la vez es más intensa, más fuerte, más sangrienta y llena de gore, y con zombies más rápidos y letales. No es la mejor película de zombiesde la historia, pero está cerca: de hecho es mi favorita de los últimos diez años. Si quieren asustarse en este mes de terror (¡sólo faltan 5 días para Halloween!) con una buena película de zombies, y si no les da demasiado asco las tripas y la sangre. esta última versión de El amanecer de los muertos sería una buena opción.
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