Mi papá es un peligro
“Mi papá es un peligro” se siente como una película que, regularmente, saldría directamente para algún servicio de streaming, pero que ha sido estrenada en los cines gracias a la presencia de Sebastian Maniscalco (un comediante de stand-up súper popular en los Estados Unidos) y, por supuesto, el gran Robert DeNiro. Se trata, pues, de una producción súper sencilla, que no hace más que imitar algunas de las contorsiones narrativas que vimos en las películas de los “Fockers” años atrás (también con DeNiro), desarrollando algunas situaciones apropiadamente jocosas y sorprendentemente emotivas. Se nota que es un proyecto de pasión para Maniscalco, lo cual le permite al filme sentirse un poquito más honesto que la comedia norteamericana promedio.
Lo cual, por supuesto, no quiere decir que no haya podido ser un poquito mejor. De hecho, considerando lo hilarante que es Maniscalco en sus shows, esperaba tener una experiencia más consistentemente graciosa. No es que “Mi papá es un peligro” no de risa —es que se se siente como una cinta suficientemente agradable y divertida, pero que PUDO ser mucho… más. Varios de los chistes funcionan pero son algo previsibles, y nuevamente: considerando la fama y popularidad y evidente talento de Maniscalco (quien coescribió el guion con Austen Earl), tenía sentido esperar algo que me haga reír a carcajadas cada tres segundos, y que no solo me haga soltar risas de cuando en cuando. Es así, pues, que “Mi papá es un peligro” se puede describir como una experiencia agradable y cumplidora, pero nada más.
“Mi papá es un peligro” está basada en la relación entre el comediante y su padre en la vida real. De hecho, el carácter parcialmente autobiográfico de la película se hace evidente en la caracterización de su protagonista —un administrador de hotel llamado, apropiadamente, Sebastian Maniscalco, e interpretado por él mismo. Se trata del hijo de un inmigrante italiano llamado Salvo Maniscalco (DeNiro), quien trabajó como cocinero del ejército en la guerra de Vietnam, y hoy en día se dedica a manejar un salón de belleza. Son un combo de padre e hijo bastante excéntrico: se echan colonia barata todas las noches antes de dormir, y Salvo es de las personas más tacañas que uno podría conocer.
A Sebastian, eso sí, le va bastante bien. Está enamorado de Ellie (Leslie Bibb), y planea proponerle matrimonio muy pronto. De hecho, una oportunidad ideal se presenta a través de los padres millonarios de Ellie, Tigger (Kim Cattrall; y sí, así se llama su personaje) y Bill Collins (David Rasche): los han invitado a su casa de verano en un exclusivo club, y Sebastian lleva a su padre para que ambas familias se conozcan. Es ahí donde comienzan las situaciones jocosas, todo a través de un choque de clases que hemos visto en incontables comedias previas. Las costumbres “clasemedieras” de Salvo contrastan a sobremanera con el derroche y los lujos de la familia de Ellie, lo cual amenaza con arruinar la propuesta de matrimonio de Sebastian. Pero como se deben imaginar, esto también le permitirá, eventualmente, mejorar la relación con su padre, y darse cuenta de algunas verdades muy importantes.
No se puede negar que “Mi papá es un peligro” es un (relativamente) sentido homenaje al padre de Sebastian Maniscalco. El hecho de que el conflicto principal de la historia esté centrado en la relación que mantiene con la versión de su padre interpretada por Robert DeNiro, y no tanto en su romance con la Ellie de Leslie Bibb, es suficiente prueba de ello. De hecho, la película cuenta con un clímax arquetípico de de comedia romántica, con Maniscalco corriendo a alcanzar a alguien en un avión y todo, solo que en vez de encontrarse con su amada, está yendo a hablar con su padre. Se trata de una perspectiva interesante para una producción como está, lo que además le permite a DeNiro trascender los estereotipos del personaje, y dar una interpretación bastante creíble. No se le puede acusar, en todo caso, de estar actuando como sonámbulo o SOLO por la plata.
Pero como se dio a entender líneas arriba, si “Mi papá es un peligro” tiene un defecto fatal, es que no se siente particularmente original. No solo se siente bien parecida a las películas de los “Fockers” en las que DeNiro apareció años atrás, si no también a varias otras cintas de choques de clase. Por ende, terminamos con situaciones como DeNiro comentando sobre el precio de las cosas que encuentra en la casa de los padres de Ellie, Sebastian jugando tenis con sus suegros, y como se vio en el tráiler, utilizando un “jet” de agua y exponiendo sus genitales frente a medio mundo. Algunas de estas situaciones me dieron risa —especialmente la última—, pero otras se sintieron como los chistes más obvios que uno podría pensar para una historia como esta —como si Maniscalco y Earl hubiesen incluido lo primero que se les ocurría, sin volverlo a revisar después.
Y sin embargo, la película funciona porque se siente… simpática. Amable. Ninguno de los antagonistas termina siendo particularmente malvado —no, ni siquiera la familia blanca millonaria—, y aunque la narrativa cuenta con un conflicto evidente, este nunca se siente DEMASIADO grave. Y sorprendentemente, los momentos más emotivos funcionan, tanto gracias al trabajo de Maniscalco y DeNiro, como al hecho de que son tomados en serio, y no como algo extraído de una telenovela o de una comedia cínica. Nuevamente: “Mi papá es un peligro” es una suerte de homenaje al padre de Maniscalco, por lo que éste parece haberse esforzado en no convertirlo en una caricatura. Sí, es una versión algo exagerada de una persona real, pero también es caracterizado como alguien capaz de tener sentimientos honestos e interacciones sutiles.
No hay mucho más que pueda escribir sobre “Mi papá es un peligro”. Como se ha dicho ya: se trata de una comedia agradable, de buenas intenciones, que sin llegar a ser increíblemente hilarante… igual nunca llega a carecer de gracia. No hay nada peor que una comedia que no da risa —peor cuando se ve en una sala de cine llena—, y felizmente, ese no es el caso de “Mi papá es un peligro”. Sí, es una experiencia previsible y muy parecida a varias otras comedias familiares de choques de clase, y sí, la dirección es meramente cumplidora y por momentos algo plana. Pero fuera de los personajes secundarios arquetípicos —como los hermanos de Ellie, interpretados por Anders Holm (un “tech bro” arrogante) y Brett Dier (un joven socialista y “pastrulo”)—, “Mi papá es un peligro” trata de hacer algo honesto con los personajes de Maniscalco y DeNiro, transmitiendo mensajes relacionados a la familia y las relaciones entre padres e hijos. Es decir: “Mi papá es un peligro” es como para pasar el rato, y nada más. Ya dependerá de cada uno si es que está dispuesto a hacerlo pagando una entrada de cine.
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