“Amor a primer mensaje” pertenece a un género que se ve cada vez con menos frecuencia en el cine: la comedia romántica. No porque ese tipo de películas ya no se hagan, si no más bien porque la mayoría ha sido relegada al mundo del streaming (especialmente Netflix). Lo cual, por supuesto, no quiere decir que esta nueva propuesta sea un increíble exponente del género. Por más de que se extrañe ver este tipo de cintas en la pantalla grande, igual hay que ser exigentes a la hora de ver una nueva —por supuesto, teniendo en cuenta las expectativas que uno debería tener hacia un género como este. Habiendo dicho aquello, “Amor a primer mensaje” es… exactamente lo que esperaría. Ni más, ni menos… para bien, Y para mal.
Porque si han visto cualquier otra comedia romántica, sabrán EXACTAMENTE qué esperar de “Amor a primer mensaje”. Y no me refiero únicamente al hecho de que tendrá un final feliz, por ejemplo (si creen que eso es un spoiler, asumo que es la primera película que irán a ver en sus vidas). Me refiero también a las caracterizaciones de los protagonistas, a los chistes, a la estructura de la historia, a…. TODO. No es una exageración decir que “Amor a primer mensaje” no hace absolutamente NADA novedoso; incluso su premisa, la cual no carece de potencial, en realidad está basada en otra película (se trata de un remake). Por lo que si están buscando algo nuevo, algo original, o algo que siquiera traiga consigo algún elemento interesante… pues no lo encontrarán acá.
Y sin embargo… me cuesta odiar a algo como “Amor a primer mensaje”. Después de todo, no la pasé mal con la película. Las actuaciones son sólidas, la química entre los protagonistas es palpable, y algunos de los chistes me dieron risa. Es decir, se trata de un esfuerzo meramente correcto (tirando para decepcionante). Se nota que el director Jim Strouse le tenía cariño a sus personajes, pero que tampoco tenía ganas de arriesgarse o hacer algo que pudiese molestar a los fanáticos acérrimos de las comedias románticas. Lo mejor que se puede decir de “Amor a primer mensaje”, entonces, es que se trata de una experiencia inofensiva, como para pasar el rato, y superior a la comedia romántica promedio para Netflix (considerando lo baja que está la valla para estas últimas, aquello no debería sorprender).
Priyanka Chopra Jonas interpreta a Mira Ray, una autora e ilustrador de libros para niños. Al comenzar la película, está viviendo en Nueva York con su prometido, John (Arinzé Kene), quien parecer ser prácticamente perfecto. Pero la felicidad no le dura mucho: John muere atropellado por un carro (en una secuencia que estuvo extremadamente cerca de ser involuntariamente graciosa), lo cual deja a Mira en un estado de depresión, incluso dos años después de la tragedia. Ni siquiera su hermana, la energética Suzy (Sofia Barclay, de lo mejor que tiene el filme para ofrecer) parece ser capaz de ayudarla.
Por otro lado, tenemos a Rob Burns (Sam Heughan), un crítico de música para el New Yorker, que también está pasando por un proceso emocional algo complicado: fue dejado en el altar por su novia algunos meses antes. No obstante, cuando comienza a recibir unos misteriosos mensajes de texto en el celular, termina enterándose de que la remitente es Mira, quien ha comenzado a “comunicarse” con su finado novio; claramente, Rob tiene ahora el número de teléfono antiguo de John. Es así que Rob y Mira terminan conociéndose y enamorándose perdidamente el uno de la otra, lo cual trae consigo un problema: el primero simplemente es incapaz de contarle a la segunda sobre los mensajes. Como se deben imaginar, esto eventualmente se convierte en parte del conflicto central del filme.
Ah, y cómo olvidarnos de la presencia de Celine Dion (interpretada por… Celine Dion), a quien Rob tiene que entrevistar para el trabajo. De hecho, se puede argumentar que “Amor a primer mensaje” es 70% comedia romántica y 30% publicidad para Dion, quien aparece con frecuencia, aconseja a Rob sobre el amor basándose en sus experiencias personales (reales), y en general, es mostrada como una verdadera genia. Nada sorprendente, considerando que Dion es una de las productoras de “Amor a primer mensaje”. Igual —se siente algo forzado y nada sutil, especialmente considerando que el amor que Rob supuestamente tiene por la música, se siente más como algo accesorio, que algo que realmente impacta en la trama (o que podría haber sido reemplazando por cualquiera otra pasión en una versión alternativa del guion).
Fuera de la extraña presencia de Dion en la trama, sin embargo, y como se dijo líneas arriba, “Amor a primer mensaje” no está del todo mal. Tampoco está del todo BIEN, pero no se puede negar que la química entre Chopra Jonas y Heughan funciona, lo cual es de vital importancia para una comedia romántica. Ella es carisma puro, con una sonrisa que podría derretir a la persona más cínica del mundo, y él mezcla un “look” tradicionalmente atractivo con una actitud algo torpe y graciosa. Los personajes secundarios, por otra parte, son todos arquetipos —tenemos desde el Mejor Amigo Gay (™), hasta la Amiga del Trabajo con Buenos Consejos, y por supuesto, la Hermana Graciosa (aunque como se dijo antes, Sofia Barclay sí hace un muy buen trabajo; me encantaría verla en más cosas).
En todo caso, también vale la pena admitir que “Amor a primer mensaje” trata de transmitir valiosos mensajes relacionados al amor, la muerte, y al tener que superar la desaparición de un ser amado. Tiene bastante qué decir sobre el duelo —especialmente con el personaje de Mira—, y sobre cómo uno eventualmente puede seguir adelante. No es nada sutil —generalmente no lo es con películas de este género—, pero definitivamente funciona, y le permite al romance central sentirse un poquiiiito más realista. No del todo, por supuesto (la película igual depende de varias coincidencias, o asares del destino, supongo), pero al menos se ha hecho el intento. Chopra Jonas, en particular, está muy bien tanto en las escenas dramáticas que tienen que lidiar con estos temas, como en los momentos más románticos y ligeros.
No hay mucho más que pueda escribir sobre “Amor a primer mensaje”. Nuevamente: se trata de una comedia romántica absolutamente previsible y arquetípica, en donde el conflicto central se lleva a cabo tal y como uno esperaría, donde los personajes no van más allá de sus estereotipos (especialmente los secundarios), y donde los chistes son suficientemente buenos como para hacernos soltar una risita de cuando en cuando (y nada más). Es todo muy inofensivo y limpio, incluso considerando los temas que toca en relación al duelo. Y Celine Dion anda por ahí por alguna razón (OK, la razón, otra vez, es que produjo la película). Si quieren ver algo familiar y cómodo y entretenido, “Amor a primer mensaje” es una opción decente; simplemente no vayan a verla esperando algo novedoso o distinto. Sería por las puras.
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