Aquellos que hayan visto sus películas anteriores, sabrán exactamente qué esperar de una nueva producción de Michael Bay: primeros planos extremos, un ritmo de edición súper acelerado, comedia de cuestionable calidad, y por supuesto, explosiones. Muchísimas. Explosiones. Es lo que nos ha dado por años con calidad variable, y seguramente es lo que nos seguirá dando hasta que decida retirarse.
Sin embargo, debo admitir que “Ambulancia” se siente como algo ligeramente más medido, menos caótico.
Ahora bien, eso simplemente quiere decir que se siente como un filme más tranquilo, más contenido… para estándares de Bay. Igual hay acción y explosiones y gente gritando y planos que duran menos de un tercio de segundo. Pero a diferencia de, por ejemplo, la mayoría de sus películas de “Transformers”, no se siente como algo agresivamente estúpido, o hasta ofensivo. Es más, se podría decir que hasta intentó compensar por algunos de sus pecados previos, incluyendo ciertos personajes y contorsiones narrativas que, al menos hasta cierto punto, intentan sentirse ligeramente progresistas.
Por supuesto, para estándares de Michael Bay.
“Ambulancia” nos cuenta la historia de los hermanos Danny (Jake Gyllenhaal) y Will Sharp (Yahya Abdul-Mateen II). El primero se distanció del segundo luego de la muerte de su padre, y luego de que Will fuese a pelear al medio oriente como parte de los marines. Sin embargo, este último ahora está en aprietos: su esposa tiene cáncer, y no puede pagar el costo de los tratamientos. Es así que decide ir donde su hermano a pedirle ayuda, y éste le ofrece algo mejor: ser parte de un atraco a un banco, junto a su equipo de cuestionables personajes, lo cual le garantizará varios millones de dólares, que le servirán para pagar el tratamiento de su esposa, y más.
Como deben imaginarse, sin embargo, las cosas no salen bien. Se involucra un policía —que no tenía por qué estar en el banco en ese momento—, así como unos agentes especiales, y los Sharp inician una balacera en la calle. Es por eso que Danny decide secuestrar una ambulancia (¡ja!) y tomar de rehén tanto a una paramédica, Cam (Eiza González), como a un oficial herido (Jackson White). Dispuestos a escapar con vida —con sus millones en mano—, los hermanos Sharp son perseguidos por toda Los Ángeles por el Capitán Monroe (Garret Dillahunt), quien no descansará hasta atrapar a estos criminales en fuga.
Luego de unos primeros veinte minutos que nos introducen a nuestros protagonistas, estableciendo bien sus relaciones y sus intereses, y desarrollando con algo de suspenso el atraco al banco, “Ambulancia” cobra vida apenas Danny secuestra, bueno, la ambulancia del título. Es ahí que la película se torna en una persecución enorme, que involucra no solo al vehículo ya mencionado, si no también a incontables carros de policía, helicópteros, walkie-talkies, explosiones, y hasta un perro (llamado NITRO) y una cirugía de emergencia. Es todo bastante exagerado y grandilocuente, pero funciona para hacer que el espectador jamás se aburra, y esté casi siempre al borde del asiento.
Porque si algo me sorprendió (gratamente) de “Ambulancia”, es que maneja un buen nivel de tensión. A diferencia de muchas de las películas de Bay, los excesos de este nuevo filme simplemente contribuyen a aumentar el suspenso durante la persecución a la ambulancia, haciendo que el espectador se preocupe por los hermanos Sharp y especialmente por Cam, queriendo que no sean capturados. La ya mencionada cirugía de emergencia, por ejemplo, destaca por lo visceral y tensa que es —ver a Eiza González comunicándose con varios doctores por telellamada para operar a un personaje de manera precaria dentro de una ambulancia yendo a mil por hora suena como una situación ridículamente peligrosa, pero para efectos de lo que Bay construye en “Ambulancia”, funciona a la perfección. Y por qué no, le añade un toque de gore a un filme que, hasta ese momento, ya de por sí había sido bastante violento.
Por supuesto, Bay siendo Bay, no pudo aguantarse y tuvo que abusar de algunos de sus nuevos juguetes, haciendo que la película se sienta, por momentos, como una experiencia casi de parque de diversiones. Consideren, si no, los incontables planos de drone, la cámara flotando y volando por entre edificios y carros y dando vueltas, haciendo que el espectador casi tenga ganas de vomitar. O los primeros planos de los protagonistas, haciendo que uno prácticamente solo vea sus ojos o sus narices mientras discuten entre ellos. Como todas las películas de Bay, “Ambulancia” no es para nada sutil, y aunque la mayor parte del tiempo este estilo funciona, por momentos llama demasiado la atención a sí mismo, distrayéndolo a uno de la historia.
Las actuaciones, felizmente, nunca dejan de ser entretenidas. Jake Gyllenhaal interpreta a Danny, a falta de una mejor expresión, como un loco, gritando de cuando en cuando, realizando acciones de cuestionable moralidad, y recitando one-liners increíblemente absurdos que le otorgan algo de ligereza a la experiencia. ¿Es una buena actuación? No estoy seguro. Pero por momentos me hizo recordar al gran Nic Cage, y eso definitivamente es algo positivo. Por su parte, Yahya Abdul-Mateen II es más sutil como Will, interpretándolo como alguien lleno de conflictos internos, que no quiere estar en esta situación, pero que a la vez, sería capaz de hacer cualquier cosa por su esposa e hijo. Y Eiza González está bien como Cam, desarrollándola como alguien que tiene que aprender a ser más empática, especialmente considerando su línea de trabajo.
“Ambulancia” no es una obra maestra del género; es ruidosa, es extravagante, y hasta podría causar mareos en algunos espectadores. Pero lo que sí hace, es demostrar que Bay es capaz de dirigir un buen thriller de acción cuando le da la gana, siempre y cuando, aparentemente, el guion no involucre robots gigantes. “Ambulancia” no es una película sutil, entonces, pero nunca pretendió serlo; es un filme de acción constantemente tenso, que construye una trama absurda de manera suficientemente verosímil, aprovechando al máximo a su talentoso reparto, y entregándonos momentos verdaderamente tensos y emocionantes. Puede que no sea arte de primer nivel, pero si deciden ver “Ambulancia” en el cine, les garantizo que saldrán de la sala con el pulso elevado. Está bien, Bay; te hiciste una.
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