Bloodsport, El Maestro Borracho y La Noche Nos Persigue
Para este texto, me dieron ganas de hacer algo un poco distinto. En vez de recomendar tres películas completamente diferentes, esta vez me he animado a ver cintas que desarrollen el mismo género de distintas maneras; y como tenía ganas de ver algo de acción, no se me ocurrió mejor idea que buscar filmes de artes marciales en Netflix. Honestamente, terminé gratamente sorprendido; a pesar de que hubo varias que no encontré, las que sí termine viendo son suficientemente variadas como para haber convertido al presente texto en algo un poco más interesante de lo que inicialmente había pensado.
Así que en realidad no hay mucho más que pueda decir. A continuación, les recomiendo tres películas de artes marciales que hasta la fecha de publicación de este texto, pueden ver en Netflix. Tres películas de puñetes, patadas y algo de sangre, llenas de adrenalina y testosterona, y que deberían mantenerlos emocionados durante dos horas o menos.
A veces, eso es todo lo que uno necesita.
Bloodsport (1988)
Dirigida por Newt Arnold
Escrita por Sheldon Lettich, Christopher Cosby y Mel Friedman
Seguro que muchos recordarán cuando veían “Bloodsport” en televisión nacional. Ya saben; esas épocas (principalmente en los 90s), cuando el canal 4 ó el canal 5 transmitían películas de artes marciales o acción en sus versiones dobladas, muchas de ellas en calidad de VHS o peor. Puede que no haya sido la mejor manera de disfrutar de estos clásicos del género, pero a la vez, nos permitieron recordarlas con nostalgia, dándonos cuenta de que, por más de que se parezcan mucho las unas con las otras, la mayoría tenían muchos elementos de valor, incluso en comparación a propuestas más modernas.
“Bloodsport” definitivamente puede ser descrita de esa manera. No, la trama no es nada del otro mundo. De hecho, es bastante previsible: Jean-Claude Van Damme interpreta a Frank Dux, un luchador “norteamericano” que viaja a Hong Kong para participar de un torneo clandestino de artes marciales. Es así que se consigue un nuevo mejor amigo (el Jackson de Donald Gibb) y una nueva novia (la Janice de Leah Ayres). Nadie ve este tipo de películas por la historia; acá lo que importa es el trabajo de Van Damme, de repente no tanto como actor, si no más bien como artista marcial. ¡Y no es sólo él! Todas las secuencias de pelea están expertamente coreografiadas, mostrándonos actos verdaderamente cruentos, elevando la tensión porque sabemos que Frank se ha metido en un torneo donde de verdad podría morir.
Consideren, si no, al antagonista principal: un verdadero matón llamado Chong Li (Bolo Yeung), a quien parece no importarle la vida de los otros competidores. No debería considerarse un spoiler el mencionar que la batalla final es entre él y Frank (¿esperaban otra cosa?), y sí que es toda una batalla: es ahí en donde el espectador ya se ha metido de lleno en la historia —por más previsible que esta sea—, y donde quiere que Frank gane a toda costa, especialmente teniendo en cuenta lo abusivo que es su contrincante. A veces, uno no necesita ver nada particularmente complejo. A veces, todo lo que se necesita es una película como “Bloodsport”; simple, sí, pero extremadamente satisfactoria.
El Maestro Borracho (1978)
Dirigida por Yuen Woo-Ping
Escrita por Hui-an Hsi y Ng See-Yuen
Pasamos de una leyenda de las artes marciales a otra. Puede que “El Maestro Borracho” no haya sido la primera película de Jackie Chan como protagonista (dicho honor lo lleva “Serpiente a la sombra del águila”, también de Woo-Ping, y también de 1978), pero ciertamente es la que lo llevó al estrellato. Lo que acá tenemos es una cinta de artes marciales hecha y derecha: repleta de secuencias de pelea memorables y sublimemente coreografiadas, y protagonizadas por un Chan que, a pesar de no haber perfeccionado su estilo de “acción cómica”, logra demostrar por qué fue que merecía convertirse en una estrella de talla mundial.
Al igual que en “Bloodsport”, la trama no es más que una excusa para presentarnos pelea tras pelea, pero igual de agradece el que hayan intentado darle una suerte de arco de personaje al Wong Fei-Hung de Jackie Chan. De hecho, nuestro protagonista comienza la película como un verdadero idiota, incapaz de hacerle caso a sus superiores, y preocupándose más en perseguir chicas, que en entrenar con sus maestros. Es por eso que termina aislado con Beggar So (Sin Tin Yuen), quien poco a poco le enseña las ventajas de ser aplicado y serio, lo cual lo llevará, eventualmente, a enfrentarse a un asesino que ha sido contratado para acabar con su padre. Como suele pasar en estas películas, la pelea final con el antagonista principal es la más espectacular de todas.
Ver la manera en que Jackie y sus compañeros pelean en “El Maestro Borracho” es verdaderamente impresionante. La agilidad de estos artistas es algo que, incluso hoy en día, se ve con poca frecuencia; a manera en que saltan y hacen piruetas y utilizan distintos objetos para acabar con sus contrincante es prácticamente hipnotizante. Y aunque la pelea final se lleva a cabo en exteriores —y por ende no cuenta con tantos accesorios—, termina siendo más tensa debido a su importancia en la narrativa. Jackie, como siempre, es carismático y gracioso —a pesar de estar interpretando a alguien que comienza la película como un patán—, y la experiencia en general es innegablemente entretenida e incluso más intensa que muchas de las películas de artes marciales que salen hoy en día. Todo un clásico.
Nota: la versión disponible en Netflix es la misma que la de un DVD que Columbia Pictures sacó en el 2002. El problema es que, a pesar de contar con el idioma original (cantonés), algunos diálogos o hasta escenas enteras están en inglés. Así que no se preocupen si la película va alternando idiomas; no es su Internet o su cuenta de Netflix, es la versión que hay disponible, lamentablemente.
Los Noche Nos Persigue (2018)
Dirigida y escrita por Timo Tjahjanto
Finalmente, pasamos a algo más moderno… e infinitamente más sangriento. Siguiendo la tradición de películas como “The Raid”, de Gareth Evans, “La noche nos persigue” es una película indonesia de acción absolutamente brutal. La trama es simple, pero muy efectiva: Joe Taslim interpreta a Ito, un matón que, luego de negarse a asesinar a una niña llamada Reina (Asha Kenyeri Bermudez), decide abandonar a las Triadas, lo cual lo obligará a vivir clandestinamente, siendo perseguido por su ex jefe, pero también por su viejo amigo Arian (Iko Uwais).
Se trata, pues, de una historia de supervivencia, la cual se lleva cabo en un contexto expertamente desarrollado a lo largo de la película. “La noche nos persigue” se lleva a cabo en un mundo oscuro y pesimista, en donde hay violencia en cada esquina, y en donde las mafias como las Triadas son capaces de enviar decenas de personas tan solo para matar a un par de fugitivos. Es todo bastante exagerado —aunque, siendo justos, cuando se trata de la mafia, la realidad muchas veces supera a la ficción—, y extremadamente sangriento. Muchas de las peleas en “La noche nos persigue” se realizan con machetes, cuchillas, y en el caso de una secuencia en una carnicería, ganchos y sierras eléctricas, y es de lo más visceral, asqueroso y tenso que haya visto en un buen tiempo.
No es necesario decir, entonces, que “La noche nos persigue” no es una película para gente sensible. Se trata de una experiencia que lo deja a uno exhausto, en donde la violencia es constante, y en donde las escenas de conversación o descanso aparecen muy de vez en cuando, solo para avanzar la trama, o al menos en el caso de una en particular, para desarrollar —aunque sea ligeramente— la relación casi paternal entre Reina e Ito. Si han visto “The Raid”, sabrán que las coreografías en “La noche nos persigue” son igual de espectaculares; uno puede sentir cada hueso roto, cada balazo o cada perforación, lo cual convierte a la mayoría de enfrentamientos en experiencias innegablemente emocionantes. Si no le tienen mucho asco a la sangre o a las vísceras, vale la pena que se animen a ver “La noche nos persigue”; los dejará sin aliento.