Yesterday
Los Beatles son una de las bandas más populares e influyentes de la historia; de eso no hay duda alguna. Sean fanáticos o no de sus canciones más famosas, no pueden negar que se trata de un grupo que terminó afectando la manera en que se compone, escucha y distribuye música, especialmente el rock y el pop —es más, estoy seguro que sin ellos, muchas de las bandas famosas que escuchamos hoy en día —o que al menos escuchábamos en los 80s, 90s y hasta en los 2000s— simplemente no existirían. El trabajo de John, George, Paul y Ringo es absolutamente crucial, por lo que, por más de que (de repente) no sean fanáticos, deben aceptar y apreciar la importancia histórica de su música.
Es por todo esto que una película como “Yesterday” tiene el potencial de ser tan genial. Después de todo, tenemos acá a un gran director (Danny Boyle) y a un importante in fluyente guionista (Richard Curtis) desarrollando una premisa deliciosamente intrigante: ¿qué pasaría en un mundo donde los Beatles simplemente no existen? ¿Cómo se vería afectado el mundo musical? ¿Cómo cambiaría la cultura popular? ¿La gente podría llegar a apreciar sus canciones si es que fuesen introducidas por primera vez en el presente, o las considerarían como una moda pasajera, o como algo que simplemente no funciona en el año 2019? Son preguntas llenas de potencial que, desgraciadamente, no son contestadas de manera satisfactoria en “Yesterday”.
Lo cual, evidentemente, es una pena. Porque durante la primera hora de metraje, al menos, “Yesterday” logró atraparme, fascinándome con las incontables referencias a la música de la famosa banda de Liverpool, y con las diferentes maneras en que, efectivamente, el mundo fue afectado debido a su ausencia. Sí, algunas escenas, como la que nos cuenta que Coca-Cola no existe y ha sido reemplazada por Pepsi, no tienen demasiado sentido —y se sienten más como product placement que como gags bien trabajados—, pero la manera en que la cinta se burla (cariñosamente), por ejemplo, de Ed Sheeran o hasta de Oasis (de manera mucho más sutil), definitivamente hico que carcajeara en mi asiento. El resto de la película, lamentablemente, se convierte en una comedia románica bastante más convencional, y mucho menos ambiciosa.
Pero me estoy adelantando. El protagonista de “Yesterday” es Jack Malik (Himesh Patel), un músico británico a quien no le está yendo muy bien que digamos en el ámbito profesional. De día trabaja en una tienda por departamentos, mientras que de noche, se presenta en los bares y restaurantes que su manager y mejor amiga, Ellie (Lily James) le puede conseguir. Desgraciadamente, sin embargo, nadie parece apreciar su música, por lo que Jack está a punto de darse por vencido. Esto es, hasta que una noche, toda la energía eléctrica del mundo se apaga por doce segundos, y Jack es atropellado por un bus, quedando inconsciente. Unos días después, despierta en el hospital y resulta que todo el mundo (menos él) ha olvidado a los Beatles.
Siendo un músico, Jack no puede dejar pasar esta oportunidad, por lo que rápidamente (y gracias a las canciones más famosas de los Beatles) se convierte en una súper estrella, primero tocando en algunos bares, para luego acompañar a Ed Sheeran en conciertos, y finalmente, presentándose solo como uno de los artistas más famosos del mundo. Pero como suele pasar, el precio de la fama es alto. Jack no solo se siente tremendamente culpable por estar haciéndose famoso gracias a canciones que él no compuso, si no que también se va alejando de Ellie, quien le ha confesado su amor. Es así que Jack tendrá que decidir entre el dinero y la fama que en realidad no merece, o el amor de Ellie.
Como mencionaba líneas arriba, lo mejor de “Yesterday” está en su primera hora de metraje. Es ahí donde, poco a poco, vamos descubriendo con Jack las distintas maneras en que el mundo ha cambiado debido a la ausencia de los Beatles, y que también se va desarrollando la relación (inicialmente amical) entre él y Ellie. Patel hace un buen trabajo desarrollando a Jack como un tipo sencillo y honesto, pero también frustrado —tiene sueños grandes, pero parece que le mundo siempre le da la contra. Y la encantadora Lily James (sí, soy fanático) está muy bien como Ellie, una chica que en realidad trabaja como profesora de matemáticas, y que siempre ha estado enamorada de su mejor amigo. Desgraciadamente, tuvo que esperar doce años (y un suceso sobrenatural) para que el otro se dé cuenta de sus sentimientos.
Nuevamente, se trata de una historia llena de potencial, el cual nunca es aprovechado por “Yesterday”. El guión nunca ahonda, por ejemplo, en lo diferente que es el mundo que Jack ahora habita —todo parece ser bastante similar a lo que ya conocía, a excepción de algunos detalles superficiales que son tratados, más que nada, como gags (por ejemplo, Harry Potter ya no existe, porque… ¿se parecía a John Lennon, supongo?) “Yesterday” está más interesada en contar una historia de amor, y utiliza esta gran premisa como excusa para hacer que sus dos protagonistas se den cuenta que deben estar juntos. Es tierno y todo, pero creo que no era necesario desperdiciar una idea tan genial solo para entregarnos una comedia romántica ligera y hasta superficial.
Sí, la química entre James y Patel es palpable, pero hacia la mitad de la película, cuando todo lo relacionado al nuevo mundo que Jack habita es abandonado para favorecer el romance, y hasta presentarnos parodias de la industria musical norteamericana (la gran Kate McKinnon es desperdiciada interpretando a una productora musical que solo piensa en dinero, y Ed Sheeran hace de él mismo), uno se va dando cuenta que “Yesterday” no es tan ambiciosa como debió serlo. Filmes que nos presentan fantasías de este tipo, por más que traten de generar un tono cómico o romántico, deben mantener al público interesado en su giro narrativo más novedoso; en realidad, el conflicto principal entre Jack y Ellie tiene poco o nada que ver con la ausencia de los Beatles o de su influencia. Más bien, está más relacionado a la manera en que nuestro protagonista maneja la fama… lo cual es algo que ya hemos visto antes en otras cintas, y que no necesitaba de una premisa tan intrigante para poder desarrollarse.
“Yesterday” no es una mala película; tiene suficientes momentos graciosos, líneas de diálogo inteligentes, buenas caracterizaciones, y sólidas actuaciones como para entretener durante casi dos horas. Lily James es encantadora como siempre, y Himesh Patel brilla tanto durante los momentos cómicos (sus expresiones fáciles no tiene precio), como durante las escenas musicales. Sin embargo, considerando que, al final del día, “Yesterday” es una comedia romántica absolutamente convencional y previsible, no puedo evitar sentir que pudo haber explotado mucho mejor su premisa, haciendo que sea más importante para el conflicto central y para la resolución de la historia. Si son fanáticos de los Beatles, estoy seguro que disfrutarán de “Yesterday”; desgraciadamente, considerando el talento tanto detrás como delante de cámaras, el producto final pudo (y debió) ser más redondo.
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