The Big Sick

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Usualmente hay que ser cauteloso con las películas que dicen estar basadas en historias de la vida real; la mayoría de las veces, simplemente usan una premisa verdadera para desarrollar algo totalmente ficticio. El caso de “The Big Sick”, sin embargo, es algo distinto. El filme está basado en una porción de la vida de su protagonista, Kumail Ninjiani, y ha sido escrito por él y por su esposa, Emily V. Gordon. Por más que puedan haber secciones inventadas o momentos “mejorados”, no cabe duda de que “The Big Sick” es una película honesta, basada en una historia muy personal para sus creadores; y es por eso que termina siendo tan emotiva e hilarante.

“The Big Sick” tiene una estructura muy particular, en especial en lo que se refiere a comedias románticas. Cuando comienza el filme, conocemos a Kumail (haciendo de sí mismo), un comediante que se está haciendo conocido en el mundo del “stand-up comedy” en Chicago. Es paquistaní, pero vive en los Estados Unidos desde los 14 años. Una noche conoce a Emily (Zoe Kazan), una chica estadounidense, y se enamoran casi inmediatamente, tanto así que comienzan una relación seria a pesar de que ambos habían estado tratando de evitarlo por un buen tiempo.

No obstante, luego de vivir juntos y felices por algunas semanas, comienzan a surgir los problemas. Emily se entera de que Kumail le ha estado mintiendo; su madre (Zenobia Shroff) no deja de presentarle chicas paquistanís para que se anime a casarse, lo cual limita los prospectos a futuro entre Emily y Kumail. Elle le rompe a él, y pocos días después, Emily se enferma. Resulta que tiene una grave infección, y los médicos la ponen en un coma para poder tratarla. Es aquí que Kumail conoce a los padres de Emily —interpretados por Holly Hunter y Ray Romano—, y que comienza a congeniar con ellos, así como a evaluar la manera en que ha tratado a su ex enamorada.

Usualmente prefiero las comedias románticas en las que los dos protagonistas comparten la mayor cantidad de escenas posible; la idea es llegar a conocerlos bien, hacer que el romance y la química fluya entre ellos, para que cuando suceda la inevitable ruptura o pelea, uno se preocupe por ellos. “The Big Sick” es la excepción. El filme hace un gran trabajo en hacer que uno se involucre en su relación, para luego, de manera muy repentina, separarlos de manera forzosa y casi trágica. Es un giro narrativo inesperado que la da la oportunidad al filme de hacer algo distinto con su premisa, desarrollando a Kumail como un hombre extremadamente fallido, hasta vulnerable.

De hecho, Ninjiani hace un excelente trabajo interpretado a una versión ficcionalizada de sí mismo. Sí, es muy gracioso por momentos —especialmente en sus escenas de “stand-up comedy”—, pero también puede llegar a ser inseguro y débil. Habiendo vivido bajo la presión de su familiar por ellos, recurre a la mentira para salir de los problemas; le miente a su madre sobre su interés en la carrera de abogacía y sobre su opinión sobre el matrimonio arreglado y su religión —hace años que no reza—, y le miente a Emily sobre su familia. El arco de personaje por el que atraviesa Kumail es muy satisfactorio; lo vemos crecer como persona, madurar, y darse cuenta que a veces es mejor afrontar los problemas en los que se ve involucrado, por muy dolorosas que puedan llegar a ser las consecuencias.

La encantadora Zoe Kazan es excelente, también, como Emily, a pesar de que se pasa más de la mitad de la película en un coma. Es divertida, es madura, y comparte una excelente química con Ninjiani. El reparto secundario es igual de destacable; Holly Hunter es fuerte como la madre de Emily, Ray Romano es sorprendentemente sutil como el padre —sí, es chistoso por momentos, pero también atraviesa por un arco de personaje inesperadamente creíble y duro—, y hasta los amigos de Kumail (los típicos personajes cómicos secundarios) funcionan la mayor parte del tiempo. Sí, hay uno que otro chiste forzado o muy largo, pero son momentos poco frecuentes que no terminan por malograr el producto final.

La manera en que “The Big Sick” nos muestra cómo funcionan las relaciones interraciales, en donde una de las familias es exageradamente tradicional, es verosímil y angustiosa. Las diferencias culturales entre la Kumail y Emily son usadas tanto para momentos humorísticos, como para desarrollar los aspectos más emotivos de la historia, un balance que funciona a la perfección y que le permite al filme ser dramático —especialmente cuando Emily se encuentra en el hospital— sin llegar a ser lacrimógeno o cursi. La situación que vive Kumail es difícil y frustrante, lo cual hace que uno empatice con él; pero tampoco justifica sus mentiras y actitudes cuestionables, lo cual hace que su arco de personaje funcione.

En términos generales, lo más destacable de “The Big Sick” es su honestidad. Se nota que es una historia que los verdaderos Kumail y Emily vivieron en carne y hueso, y le inyectan toda la verosimilitud y humor posible como para que resulte encantadora e intrigante. El filme tiene mucho qué decir —de manera sutil y sin llegar a sermonear— sobre la naturaleza multicultural de los Estados Unidos, resaltando las diferencias muy marcadas que pueden existir entre sus habitantes. Es un comentario muy oportuno, considerando el clima político y social que se vive en dicho país hoy en día; hace que uno se dé cuenta de lo hermosamente variada que es la población americana, y de cómo estas disparidades pueden ser manejadas, ya sea de manera correcta (como lo hacía Kumail al principio) o incorrecta (como lo termina haciendo hacia el desenlace de la cinta).

“The Big Sick” es la mejor comedia romántica que haya visto en años. Los gags son, en su mayoría, hilarantes —y frecuentemente políticamente incorrectos, lo cual resulta refrescante—, los momentos dramáticos se sienten honestos y nada forzados, y las actuaciones contribuyen a que la trama afecte tanto a nivel emocional como intelectual. Es una verdadera pena que “The Big Sick” no se haya estrenado en cines peruanos; estoy seguro que hubiese resultado muy atractivo para aquellos que estuviesen buscando algo distinto, pero muy entretenido e inteligente y profundamente personal.

Avance oficial:

88%
Puntuación
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