Star Wars: Episodio II – El Ataque de los Clones
Luego de tibiamente recibido que fue “La Amenaza Fantasma” por la crítica y los fanáticos de la saga, George Lucas tenía mucho qué probar con la siguiente entrega de la nueva trilogía, el Episodio II. Y aunque para otro grupo de fanáticos, “El Ataque de los Clones” es incluso inferior a su predecesora, para su servidor definitivamente se trata de una mejora en relación al infantil e irregular primer episodio. Sí, como muchos críticos han dicho, el diálogo romántico entre los dos protagonistas es patético, y el uso de efectos digitales es, por momentos, excesivo, pero como fanático de la franquicia, no puedo evitar sentirle cierto cariño a la cinta.
Lo cual no quiere decir que no pueda admitir sus mayores defectos. Pero a pesar de cualquier deficiencia que pueda tener a nivel de guion o de dirección de actores —y créanme, son múltiples—, “El Ataque de los Clones” sigue siendo, para mi, una de las entregas más entretenidas de la saga, un producto que funciona tanto a nivel visual como narrativo (no siempre, pero la mayor parte del tiempo), y que demuestra lo capaz que es George Lucas a la hora de desarrollar secuencias de acción y pura inventiva visual. La última media hora de metraje del filme es magistral, por más absurdas que puedan haber sido algunas de las situaciones presentadas antes de eso.
“El Ataque de los Clones” se desarrolla diez años después de “La Amenaza Fantasma”. Anakin Skywalker (Hayden Christensen) ya es todo un aprendiz de Jedi, y se encuentra en Coruscant con su maestro, Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor) para visitar a Padmé Amidala (Natalie Portman), ahora una senadora de Naboo, horas después de que intentaron asesinarla (y fallaron). Anakin no puede evitar demostrar su nerviosismo ante la amiga que no ve desde hace una década, lo cual no evita que ambos Jedi se conviertan en sus guardaespaldas, al menos hasta que se descubra la identidad de su potencial asesino.
Luego de un nuevo atentado contra la vida de Padmé, y de una excelente persecución por las calles de Coruscant, nuestros protagonistas descubren nuevas pistas, lo cual llevará a que el Consejo Jedi, liderado por Yoda (voz de Frank Oz) y Mace Windu (Samuel L. Jackson) decida separarlos. Obi-Wan se va al misterioso planeta de Kamino, en donde sus habitantes se encuentran desarrollando un ejército clon basado en el ADN del caza recompensas Jango Fett (Temuera Morrison), supuestamente para la República, mientras que Anakin acompaña a Padmé a su planeta natal de Naboo, donde inevitablemente se enamoran, a pesar de que ambos saben que se trata de algo prohibido.
Es en este contexto que, luego de una mayor investigación por parte de Obi-Wan, y un intento de rescate por parte de Anakin y Padmé, se desata la famosa Guerra Clon de la que habíamos escuchado en el Episodio IV, con ejércitos de caballeros Jedi peleando junto con los soldados en armadura blanca contra los droides de los Separatistas, liderados por el ex Jedi (y ahora aprendiz de Sith), el conde Dooku, también conocido como Darth Tyranus (el gran Christopher Lee). “El Ataque de los Clones” es, en resumidas cuentas, un misterio mezclado con una cursi historia de amor y escenas de guerra fantástica.
Primero deshagámonos de lo obvio (y lo más comentado). El romance entre Anakin y Padmé es de los más absurdos que se hayan visto en la pantalla grande; consideren, si no, el diálogo que intercambian tanto en la escena de su primer beso (“no me gusta la arena…”), como en la casa de Padmé, junto a la chimenea, en donde parece que Anakin ha sido poseído por el fantasma de un protagonista de telenovela mexicana. No funciona en lo absoluto, y la química entre estos dos es casi inexistente. Pero a la vez, no puedo evitar sentir que un Padawan, alguien que no sabe cómo expresar sus sentimientos y que jamás ha interactuado románticamente con alguien a pesar de tener 19 años de edad, manejaría un romance imposible precisamente de esa manera. Sí, no suena bien, pero es, hasta cierto punto, realista.
Menos justificables son algunos de los efectos visuales de los que abusa Lucas a lo largo de la película. Mientras que “La Amenaza Fantasma” mezcló locaciones de la vida real con muchísimas maquetas y uno que otro personajes digital (como el infame Jar Jar Binks y el resto de Gungans), “El Ataque de los Clones” parece haber sido grabado casi enteramente frente a pantallas verdes (a excepción de Naboo, que gracias a las locaciones en Italia y España, se ve más bello que nunca). Resalta una escena de conversación entre Obi-Wan, Mace Windu y Yoda dentro del Templo Jedi, en donde parece que están caminando dentro del escenario de un videojuego de PlayStation.
No obstante, cabe confesar que, siendo el maestro de lo visual que es, Lucas también incluye varias secuencias que maravillan a nivel técnico. Todo el último tercio de metraje, en el que vemos el desarrollo de las Guerras Clónicas en el planeta Geonosis, es magnífico. El coliseo en el que nuestros protagonistas se enfrentan a tres bestias terroríficas se ve genial —la escena fue filmada frente a una pantalla azul, pero el coliseo en sí es una maqueta muy detallada—, y los planos en los que vemos a los soldados clon pelear contra los ejércitos de droides no podrían ser más épicos. Es todo lo que los fanáticos habían estado soñando desde 1977, y más.
Lo cual nos lleva a una de las secuencias más controvertidas de la cinta: la pelea de sables láser entre el Maestro Yoda y el Conde Dooku. Sé que la reacción que el público tiene ante este combate usualmente es una de dos: o se emociona por lo bien que se ve, o se mata de risa porque lo consideran como algo ridículo. En mi caso, me voy por lo primero. La primera vez que vi la película (¡a los once años!) me quedé con la boca abierta mientras veía a Yoda utilizar todo su poder de la Fuerza, saltando por todas partes y gritando como si su vida dependiese de ello, y tantos años después, me sigo emocionando cada vez que lo vuelvo a ver (especialmente con el plano en donde vemos al verde Jedi sacar la espada de su túnica utilizando la Fuerza). Sí, es exagerado, y sí, Lucas se arriesgó bastante al darle tanto poder físico al personaje (cuando antes solo habíamos visto su poder mental y filosófico), pero para este crítico, funciona de lo lindo.
Muchos consideran que la transformación de Anakin al Lado Oscuro se lleva a cabo de manera demasiado apresurada en “La Venganza de los Sith”, pero si uno considera que dicho cambio en realidad comienza en esta película, puede darse cuenta que se trata de un proceso mucho más largo y sutil. Las semillas son plantadas en “El Ataque de los Clones”, de eso no hay duda. La escena en la que Anakin mata a una aldea entera de Tusken Raiders es desgarradora, y aunque el diálogo entre Padmé y Anakin cuando este último le confiesa sus pecados es, para variar, terrible, las emociones demostradas por Christensen se sienten lo suficientemente verdaderas como para que uno igual se meta en la escena.
Y sí, yo soy de los que cree que Christensen ha sido injustamente criticado a lo largo de los años por su trabajo como Anakin, tanto en esta película como en la que le sigue. El canadiense artista tiene mucho talento; solo basta ver filmes como “Life as a House” y, especialmente, “Shattered Glass”, para que uno se dé cuenta de ello. Muy pocos actores hubieran podido hacer mucho con el diálogo que Lucas escribió para estas historias, pero Christensen se luce en las escenas en donde tiene que demostrar emociones puras, como odio o frustración. Su descenso gradual al Lado Oscuro es creíble, y sus escenas de peleas con sables láser no podrían ser más emocionantes.
El resto del reparto no está del todo mal. Natalie Portman tiene, esta vez, mucho más que hacer que simplemente sentarse en sillones, vestida con trajes elaborados y coloridos. La Padmé de “El Ataque de los Clones” es una heroína de acción, una mujer proactiva e inteligente y muy fuerte, que demuestra ser lo suficientemente capaz como para sobrevivir la Batalla de Geonosis peleando (en ese sentido, hasta le gana a varios Jedi). Ewan McGregor parece estar divirtiéndose bastante ahora que tiene la oportunidad de protagonizar su propia trama secundaria de misterio; Temuera Morrison es el perfecto caza recompensas; Daniel Logan interpreta a un joven Boba Fett como un niño sádico; Samuel L. Jackson demuestra porqué Windu es considerado como uno de los Jedi más poderosos, y tanto Ian McDiarmid como Christopher Lee le otorgan clase al Lado Oscuro de la Fuerza.
Como siempre, la banda sonora compuesta por el maestro John Williams es simplemente sublime. Elsoundtrack está lleno de piezas memorables, emocionantes y emotivas. Destacan el tema de la persecución por los cielos de Coruscant (la versión del CD incluye una guitarra eléctrica, la cual desgraciadamente fue eliminada del corte final de la cinta), el tema de amor de Anakin y Padmé (“Across the Stars”), y la música que compuso Williams para el escape de Jango de Kamino. El disco de “El Ataque de los Clones” es uno de los que más escucho cuando tengo ganas de disfrutar de música de cine.
El último tercio de “El Ataque de los Clones” compensa a sobremanera la irregularidad de los dos primeros; se trata de pura imaginación, acción sin igual, efectos visuales casi perfectos (¡todos los soldados clon son completamente digitales!), y un clímax narrativo que lo deja a uno con ganas de ver más (“La Guerra Clon, comenzado ha”). Muchos consideran a “El Ataque de los Clones” como un producto inferior a “La Amenaza Fantasma” por el simple hecho de que no logra desarrollar una buena historia de amor, pero creo que el tono más oscuro y la poca participación de Jar Jar Binks la convierten en una gran mejora.
Recuerdo que “El Ataque de los Clones” fue el primer DVD original que jamás me compré, lo cual quiere decir que he visto la película cientos de veces; le tengo mucho cariño, sí, pero también la considero como un blockbuster muy fallido que sin embargo está lleno de momentos brillantes y realmente emocionantes. Estoy seguro que todo fanático de la saga tiene mucho qué disfrutar en esta película, y aquellos que sepan poco o nada sorbe la franquicia, podrán admirar lo mejor que tiene por ofrecer la película. Felizmente, el Episodio III, “La Venganza de los Sith” terminaría siendo la mejor entrega de la trilogía, e incluso para algunos, una de las mejores películas de la saga. Pero mis comentarios sobre dicho filme los dejaré para la próxima.
Avance oficial:
- Mi calificación