Nota: en mi review anterior sobre el Episodio I, me olvidé de hablar sobre un no-tan-pequeño detalle: la música de John Williams. El soundtrack que el genio Williams compuso para la Trilogía Original es de los más famosos de la historia del cine. Temas como el Principal, el Imperial March, o el Tema de Yoda son clásicos hermosos, y felizmente para la primera precuela, Williams no decepcionó. A mi parecer es el mejor soundtrack de las precuelas, introduciendo al público a temas tan memorables como Duel of the Fates. Si hay algo en que La Amenaza Fantasma definitivamente no falla, es la música.
Habiendo sacado eso de lado, es hora de hablar sobre la siguiente película en la saga: El Episodio II: El Ataque de los Clones. Considerado por algunos (como yo) como una gran mejora en comparación a la película anterior, pero por otros como incluso una más decepcionante entrega en la clásica saga, la película comienza diez años después de los eventos deLa Amenaza Fantasma. Anakin (Hayden Christensen) ya es un Padawan más grande. Obi-Wan (Ewan McGregor) sigue siendo su maestro y ahora tiene una memorable barba. Padmé (Natalie Portman) es ahora Senadora de Naboo y vive en Coruscant, y sorprendentemente, Jar Jar (Ahmed Best) es uno de sus ayudantes.
Los dos Jedi se encuentran con Padmé en su departamento después de un fallido ataque terrorista hacia ella. La van a proteger, pero Anakin se siente nervioso en verla después de años. Después de otro ataque fallido, el cual involucra una impresionante y larga persecución por las calles de Coruscant, Obi y Anakin se enteran de que el potencial asesino fue mandado por un Caza Recompensas. Anakin entonces se encarga de proteger a Padmé y llevársela a Naboo (ups, mala idea, Consejo Jedi), mientras que Obi sigue una serie de pistas que lo llevarán, primero al planeta Kamino, en donde conoce al caza recompensas, un hombre llamado Jango Fett (Temuerra Morrison), y a una raza de clonadores, quien dicen estar fabricando un ejército de clones para la República, (el cual más adelante será muy útil, claro está), y luego a Geonosis, en donde se encuentra con un nuevo Lord de los Sith: Darth Tyranus (el gran Christopher Lee).
Al igual que La Amenaza Fantasma, yo crecí con El Ataque de los Clones. Se estrenó el año 2002, cuando tenía 11 años, por lo que también me emocioné cuando la vi en el cine y me compré los juguetes y jugué los video-juegos. Por tanto, no puedo ser demasiado crítico con la película, a pesar de que, al igual que la anterior, tiene varias fallas. En vez de que el Lado Oscuro ennublezca mi visión, como a los Jedi, es la nostalgia la que hace eso. Así que ténganme paciencia. Trataré de ser lo más objetivo posible, pero no creo que llegué a ser 100% exitoso en este objetivo.
Como dije antes, yo considero que este filme en particular es una gran mejoría en comparación a La Amenaza Fantasma. Esto se debe a varias razones. Primero que nada, la presencia de Jar Jar es mínima en comparación al Episodio I. Ya no hace tanta estupidez, tiene menos diálogo, e incluso (aunque algo indirectamente) podría considerarse como uno de los responsables de la caída de la República. En general, el tono del filme es más serio y solemne que el de la película anterior, la cual se sentía mucho más infantil y ligera. Teniendo en cuenta la historia que la película cuenta (el comienzo de la caída de Anakin al Lado Oscuro), esta nueva seriedad beneficia al filme.
Siguiendo con lo positivo, la mayoría de efectos digitales son incluso más impresionantes que en el Episodio I. La nueva figura más representativa de la película es Yoda, quien por primera vez es recreado con computadoras en vez de ser un títere (el títere del Episodio I fue posteriormente reemplazado con la versión digital para la edición en Blu-ray de la película.) En pocas palabras, este nuevo Yoda es un exitoso. Es mucho más expresivo, más creíble, pero tiene suficientes parecidos con el Yoda de las películas clásicas como para no parecer un personaje diferente. (Por ejemplo, sus orejas vibran ligeramente como si estuvieran hechas de hule.) Su duelo de espadas con Tyranus es una de las escenas más controvertidas de la película: para algunos, como a mí, funciona, mientras que para otros es demasiado ridícula y exagerada.
Y claro, también están las escenas de batalla del comienzo de la Guerra de los Clones en Geonosis, con el ejército de Clones peleando contra las fuerzas de los Separatistas. Aunque algunos momentos pueden sentirse demasiado parecidos a un video-juego, en general creo que estas secuencias funcionan. Son visualmente muy detalladas, son tensas, y en general creo que es bastante emocionante para un fan de Star Wars el ver a un ejército de Jedi (comandado por el Mace Windu de Samuel L. Jackson… “This party’s over!”) peleando contra un ejército de robots incluso más grande. Es un gran momento en la saga.
Lamentablemente, de igual manera hay momentos no tan exitosos a nivel visual. Creo que Lucas tiende a emocionarse demasiado con sus herramientas digitales, por lo que usa los efectos de computadora cuando otras herramientas, como maquetas o incluso sets reales funcionarían mejor. Mi ejemplo: la escena en donde Mace Windu, Obi-Wan y Yoda hablan sobre la arrogancia de los Jedi en el Templo. La escena fue filmada enteramente frente a una pantalla azul, por lo que todo el fondo, todo el set, es digital. Y se nota. Se ve artificial, como algo de un video-juego, y simplemente no se mezcla bien con los dos actores de carne y hueso. Es la única escena en la película que me saca de la ficción y hace que me dé cuenta de los efectos que Lucas usa.
En lo que se refiere al diálogo, lamento informar que está al mismo nivel que el Episodio I… incluso peor, en algunos casos. Recuerdo que cuando se anunció que el guión lo estaba escribiendo Lucas junto con alguien más (Jonathan Hales, el guionista de…. eeehh… El Rey Escorpión… sí pues….), tenía esperanzas. De repente ese otro guionista podría corregir algunas de las líneas de diálogo más cursis de Lucas. Penosamente ese no fue el caso. Como el desarrollo del romance entre Padmé y Anakin es vital para la trama, lógicamente hay varias escenas románticas, y estas son… terribles. Parece que el diálogo lo escribió una chica de 12 años, con líneas increíblemente cursis (“no me gusta la arena, es dura e irritante y se mete en todas partes. No como acá. Acá todo es suave…”) y un uso impresionante de clichés. La cámara tiesa y la falta de química entre Christensen y Portman (cuando no se están besando, al menos) tampoco ayuda.
Y he ahí otro problema: las actuaciones. Tenemos de todo. Ewan McGregor es carismático como siempre, interpretando a Obi-Wan como si fuera un Alec Guiness resucitado y rejuvenecido. Y esta vez, incluso tiene la oportunidad de ponerse algo sarcástico. (Anakin: “Vinimos a rescatarlo.” Obi (mirando sus esposas): “Buen trabajo.”) Samuel L. Jackson es suficientemente creíble como el líder de los Jedi que van a rescatar a nuestros protagonistas, Ian McDiamird combina la sutileza con la maldad para encarnar al Senador Palpatine, y el gran Christopher Lee es uno de los villanos más memorables de la saga, a pesar de que no sale demasiado en la película.
Pero por otra parte… no sé qué le pasa a Lucas a la hora de hacer el cásting para el personaje de Anakin, pero así como falló al contratar a Jake Lloyd, también falló al contratar a Hayden Christensen. Ahora, no me tomen a mal, su actuación no es horrible, pero no es nada convincente en las escenas románticas. Es mejor cuando se pone rebelde con Obi y el resto del consejo Jedi, y el hombre definitivamente sabe pelear con el sable de luz. Además, al igual que en la película anterior, Natalie Portman es algo tiesa en las escenas de política o cuando se le pide que diga líneas largas de diálogo, pero esta vez se le da la oportunidad de pelear, saltar y disparar (y enseñar un poco la panzita), y ahí su actuación es mucho más convincente. En roles más pequeños, Temuerra Morrison (Jango Fett) y Jimmy Smitts (Bail Organa, el futuro padrastro de Leia) son bastante memorables.
Al principio del review, en mi pequeña nota, mencioné que el soundtrack de La Amenaza Fantasma me parece es el mejor de las precuelas. Y hay una buena razón para eso: la música de esa película no fue triturada por Lucas. En el caso delEpisodio II, Williams compuso un gran score, pero a la hora de editar y agregar nuevas escenas, su música fue reordenada y modificada y triturada… lo cual, obviamente, nos molesta a varios fans. Si no, ¿por qué *beep* aparecería el Tema de Yoda en una escena en la fábrica de droides donde Anakin está peleando y, evidentemente, no pelea Yoda? O si no, ¿por qué *beep* se reúsa música de la película anterior en Geonosis cuando Williams había compuesto un tema bastante bueno, el cual incluso aparece en el CD del soundtrack? Al menos el tema romántico de Anakin y Padmé, llamado Across the Stars, no fue tocado. Se trata de un tema memorable, hermoso y sorprendentemente oscuro, el cual logra transmitir de manera más efectiva el romance y tragedia de esta relación que las actuaciones de Portman y Christensen.
En fin, al igual que el Episodio I, con El ataque de los clones tenemos una película que combina varios elementos positivos con varios negativos. Pero, nuevamente, al igual que con la película anterior, al ser un fanático de Star Wars y al haber crecido con esta película, simplemente no puedo evitar disfrutarla. Después de todo, es un filme que nos brinda una guerra entre clones y separatistas a gran escala, a un Yoda que es capaz de pelear con el sable de luz contra un Lord Sith mucho más grande, a un Obi-Wan sarcástico y algo más aventurero (aunque de hecho no le gusta volar), y una trama bastante interesante y sorprendentemente compleja. Por otra parte, está el diálogo romántico ridículo, las actuaciones tiesas y algunos efectos especiales que no funcionan tan bien, pero al menos para mí, todo eso no es suficiente para malograrme la película. (Sé que a muchos las escenas románticas le arruinan la película – cuando la veo en mi casa, simplemente me las salteo jeje.) El Episodio II no será la mejor película de Star Wars (y ni siquiera la mejor precuela), pero para mí, es una sólida pero fallada entrega en la saga.