La Torre Oscura
No he leído ninguno de los ocho libros de “La Torre Oscura”, de Stephen King, por lo que no podré comparar esta adaptación cinematográfica dirigida por Nikolaj Arce (“A Royal Affair”) con su fuente de inspiración. Lo que sí puedo manifestar, no obstante, es que la película se siente más como una historia fantástica genérica y de pocas ambiciones, que como una adaptación de una de las sagas más importantes e influyentes de todos los tiempos. “La Torre Oscura” no es terrible, necesariamente, pero considerando lo barata que se ve y lo plana que resulta a nivel narrativo, no me sorprende que haya decepcionado a tantos fanáticos de la obra de King.
Inicialmente, el filme iba a ser dirigido por Ron Howard (quien ahora está encabezando la película de Han Solo de Lucasfilm, luego de que los dos directores iniciales fuesen despedidos), pero a final de cuentas, se quedó como productor. De hecho, la etapa de pre-producción de “La Torre Oscura” fue ardua y tediosa, por lo que uno esperaría que, luego de tanto tiempo y esfuerzo, el producto final fuese memorable y ambicioso. Desgraciadamente, ese no es el caso; en vez de adaptar la primera novela, por lo menos, “La Torre Oscura” sirve más como una secuela, mezclando elementos de varios de los libros y desarrollando una historia “original” pero poco convincente.
La cinta comienza en Nueva York, donde nos enteramos que nuestro protagonista, el adolescente Jake (Tom Taylor), está teniendo visiones y pesadillas sobre la Torre Oscura, el Hombre de Negro (Matthew McConaughey) y el Pistolero (Idris Elba), quienes se encuentran en una versión paralela de nuestra Tierra. Nadie le cree, obviamente, tanto así que su madre (Katheryn Winnick) trata de mandarlo a una clínica psiquiátrica. Sus planes no funcionan, sin embargo, y Jake termina viajando por un portal a Mid-World, donde se encuentra con el anteriormente mencionado Pistolero, Roland Deschain. A la vez, el Hombre de Negro, Walter, se entera de que Jake es el niño que ha estado buscando por años —un psíquico suficientemente poderoso como para destruir la Torre Oscura y permitirle reinar el Universo.
Como le comentaba a un colega luego de ver la película en el cine, parece que todo el presupuesto de “La Torre Oscura” fue invertido en los derechos para “adaptar” las novelas, y en los salarios de Idris Elba y Matthew McConaughey. La cinta jamás se siente como una historia épica; sus ambiciones son limitadas, la trama es previsible y sencilla, y la dirección de fotografía favorece planos convencionales y un look que la hace parece como una película de acción más del montón. Los sets no tienen nada del otro mundo, y aunque los efectos visuales no son terribles, definitivamente son inferiores a lo que uno usualmente ve en unblockbuster millonario.
Mucho se ha escrito sobre la duración de la cinta, y es cierto: noventa minutos es muy poco para desarrollar una mitología compleja y presentar una historia fantástica coherente. Mucha de la historia de trasfondo es presentada de manera torpe o apurada, y elementos que estoy seguro tenían mucha más presencia en los libros de King son introducidos repentinamente, para ser abandonados casi inmediatamente (consideren la pelea que tiene Roland con un monstruo, por ejemplo, que solo sirve para que esté herido en una batalla posterior). El ritmo del filme es demasiado rápido; por ende, las escenas dramáticas no funcionan, y las personalidades de los protagonistas no son suficientemente desarrolladas.
De hecho, estoy seguro que existe una versión más larga y coherente de “La Torre Oscura”; sin embargo, es posible que esté llena de efectos visuales sin terminar o defectos técnicos similares, por lo que dudo que vayamos a verla en un futuro cercano. La versión que se puede ver en cines se siente como una historia incompleta, macheteada en edición; muchas escenas terminan repentinamente sin ningún tipo de clímax natural, y la película está llena de errores de continuidad o decisiones de edición extrañas. Dudo que una versión más completa de “La Torre Oscura” vaya a ser mucho mejor, pero al menos contaría una historia más interesante y mejor desarrollada que la película de hora y media que se ha estrenado.
Previsiblemente, lo mejor de “La Torre Oscura” es Elba, a quien Hollywood hasta ahora parece no saber cómo utilizar. Su Roland es un hombre con un pasado trágico, y a pesar que este es presentado de manera truncada a través de flashbacks o visiones, Elba logra transmitir de manera efectiva la manera en que éste lo tortura. El británico actor tiene una gran presencia en pantalla, y logra desarrollar a un intimidante Pistolero sin decir mucho. Tom Taylor es convincente como Jake (aunque sufre en las escenas más emotivas), y Matthew McConaughey parece estar divirtiéndose como el Hombre de Negro, dando una interpretación deliciosamente exagerada y caricaturesca. El resto del reparto, desgraciadamente, no resalta mucho; ni siquiera el siempre desperdiciado Jackie Earle Haley.
“La Torre Oscura” no es solo una decepción para los fanáticos de la saga de King; también es un blockbusterque no logrará convencer al público común y corriente que esta es una historia que vale la pena contar en la pantalla grande. Se supone que hay planes para sacar una serie de TV basada en los libros; considerando lo complejos y ricos que son estos, estoy seguro que un formato serializado les harán justicia, a diferencia de esta plana y, francamente, sosa adaptación (o secuela) cinematográfica. Ojalá la pronta a estrenarse “Eso” no decepcione de la misma manera que “La Torre Oscura”.
Avance oficial:
- Mi calificación