En un principio no estaba seguro si darle 3 estrellas y media o 4 estrellas a esta película – pero luego me puse a pensar: realmente no hay nada que me haya disgustado en La Gran Aventura LEGO. Es muy probablemente la mejor película de animación que haya visto en algunos años – especialmente porque Pixar ha estado decepcionando últimamente – y una de las más chistosas que haya visto este 2014. Y no es sólo eso – se trata de una película que muy fácilmente hubiera podido ser puro product placement, un gran comercial de la marca LEGO y algo totalmente descerebrado, pero que felizmente terminó siendo un filme realmente divertido, inteligente, con gran diálogo y un tercer acto que toma un giro bastante inesperado.
La película está protagonizada por Emmet (voz de Chris Pratt en inglés), quien es confundido con El Elegido, un Maestro Constructor quien se supone salvará al mundo LEGO de las garras del Presidente Negocios (voz de Will Ferrell), quien, obviamente, lo quiere destruir todo. Acompañado por su valiente compañera Estilo Libre (voz de Elizabeth Banks), Batman (Will Arnett) y el sabio y anciano Vituvius (Morgan Freeman), Emmet tiene vivir una aventura, cumplir su destino y evitar ser capturado por el segundo al mando del Presidente, el Policía Malo (Liam Neeson.) Sí, la historia es simple, y sí, suena un poco cliché, pero toooodo es a propósito, como lo revelan ciertas escenas en el tercer acto. Eso, y la película parodia muy bien este tipo de historias arquetípicas estilo The Matrix sobre elegidos y profecías.
Uno de los aspectos que más llaman la atención de la película es su estilo visual. Se trata de la primera película de la división de animación CGI de la Warner Bros., y cabe decir que han hecho un excelente trabajo. Al ser LEGOS, el look de la película es medio robótico – como si hubiera sido de verdad filmada con muñequitos en stop-motion, lo cual le da una cualidad visual bien particular a la cual uno se acostumbra muy rápido. Y además, como era de esperarse, TODO está hecho de LEGOS, desde los personajes (obviamente), hasta el agua y las explosiones. Todo es exagerado a propósito, y funciona de maravilla. La atención al detalle es magnífica – cada cuadro de la película está lleno de color y acción y eventos sucediendo atrás de los personajes y fuera de foco. El ritmo del filme es tan acelerado (lo cual es un acierto, por cierto) que obligadamente habrá que poner pausa muchas veces cuando la película se vea en casa para ver todos los detalles que los animadores pusieron en las escenas.
Pero no importa que tan bella sea una película visualmente, si es que no tiene un buen guión o personajes memorables, simplemente no funciona – felizmente, ese no es el caso con La Gran Aventura LEGO. Como mencioné anteriormente, me reí como loco con la película, y eso se debe a que, como con la mayoría de grandes películas de animación de los últimos tiempos, el filme puede ser disfrutado de igual manera por grandes que por chicos. EL humor es tan universal y constante que es realmente imposible no reírse – es como una película de los hermanos Zucker, sólo que para toda la familia – un montón de gags por minuto y a un ritmo acelerado que te mantiene en carcajadas la mayor parte del tiempo. Además, la película no se limita a gags físicos o chistes simplistas (¡gracias a dios no hay chistes de pedos!) – La Gran Aventura LEGO parodia muy bien el estilo de vida consumista, por ejemplo y, gracias a todas las licencias que la marca maneja, también ha muchos personajes de la cultura popular. Hay cierta escena donde aparecen ciertos personajes de cierta saga espacial de películas en la que simplemente exploté de risa.
Lamentablemente, como suele suceder con la mayoría de las películas de animación que se estrenan acá en Perú, tuve que ver La Gran Aventura LEGO doblada al español latino, así que no puedo comentar sobre la calidad de las actuaciones vocales originales. Eso sí, estoy seguro que si me reí tanto con la versión doblada, me reiré incluso más con la versión en inglés, especialmente teniendo en cuenta la participación de Morgan Freeman y la parodia de la voz del Batman de Christian Bale que he podido ver en los tráilers. De todas maneras me compraré la película en Blu-Ray para poder ver la versión original.
Similarmente, también vi la película en 2D porque… bueno, a menos que haya escuchado grandes cosas de su versión en 3D, siempre prefiero ver la versión bidimensional. Habiendo dicho eso, al ver la película, hubo muy pocas escenas en las que creo el 3D hubiera podido ser bien aprovechado. Eso, y la película es tan colorida y loca e hiperactiva que pienso el 3D probablemente le quita bastante de su encanto, apagándole los colores y haciendo que las escenas más rápidas se conviertan en un desastre borroso. Si pueden, mírenla en 2D.
En fin, habiendo visto el ráting que tiene la película en rottentomatoes.com (95%), realmente tenía grandes expectativas cuando fui a ver La Gran Aventura LEGO, y felizmente puedo decir que las cumplió todas. Se trata de una película realmente chistosa y carismática que puede disfrutar toda la familia – los más chicos se divertirán con los colores y las escenas de acción y la aparición de personajes de diferentes mundos y franquicias (como Batman en un rol importante, y como Superman o Gandalf en roles más pequeños), y los más grandes reirán con las parodias de diferentes aspectos de la cultura popular y los chistes más complejos.
A diferencia de muchos productos de Dreamworks, 20th Century Fox y, lamento decir esto, Pixar últimamente (Cars 2 y Brave no me gustaron para nada, y aunque Monsters University me divirtió, no está a la altura de su precuela), La Gran Aventura LEGO funciona tanto a nivel superficial como a nivel de subtexto, y aunque no quiero revelar sorpresas, es durante su tercer acto que toma un giro bastante inesperado que me sorprendió gratamente e hizo que sea algo más que una película realmente divertida. La Gran Aventura LEGO tiene bastante qué decir, lo cual es realmente sorprendente cuando se considera que, a fin de cuentas, se trata del comercial de una marca de juguetes de hora y media de duración. Felizmente, los directores/guionistas Phil Lord y Chris Miller (la subestimada Lluvia de Hamburguesas) se dieron cuenta que podían hacer mucho más que eso, y lo lograron.
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