Ant-man and The Wasp
¿Cómo estrenar una nueva película de Marvel luego de la titánica “Avengers: Infinity War”? Pues Kevin Feige y el resto en la Casa de las Ideas tenían dos opciones: o hacer algo igual de épico y emotivo (lo cual podría terminar por saturar al público, especialmente considerando que no ha pasado demasiado tiempo desde el estreno de dicho blockbuster), o animarse por lanzar un filme de ambiciones más limitadas, más personal, más ligero, y posiblemente, más orientado a la comedia. Y para sorpresa de nadie, con “Ant-Man and the Wasp”, Marvel se fueron por lo segundo. Habiendo visto ya la cinta, creo que tomaron la decisión correcta.
Al igual que otras producciones de esta fase del MCU, “Ant-Man and the Wasp” se desarrolla luego de los eventos de “Capitán América: Guerra Civil”, y justifica la ausencia de Scott Lang (Paul Rudd) en “Infinity War”. Al igual que la aventura anterior del Hombre Hormiga, se trata de una cinta que puede existir por sí misma, haciendo referencia a filmes tanto posteriores como anteriores, pero sin depender de ellos. En pocas palabras, uno se puede perder de algunos detalles o pequeñas referencias si ve la película sin haber disfrutado de las demás, pero en general, podrá entender la trama sin mayores problemas. Eso sí, considerando que se trata de una segunda parte, evidentemente se recomiendo haber visto, al menos, la anterior “Ant-Man”.
Al comenzar la cinta, Scott está bajo arresto domiciliario. Le quedan pocos días para por fin ser libre y estar con su hija, Cassie (Abby Ryder-Fortson), por lo que, previsiblemente, su vida se tornará un poco más complicada. Luego de varios meses de incomunicación, se juntará nuevamente con el Dr. Hank Pym (Michael Douglas) y su hija, Hope (Evangeline Lily), quienes están construyendo un aparato cuántico para poder entrar a la dimensión cuántica (sí, todo lleva la palabra “cuántico”, cosa de la que Scott se da cuenta rápidamente) y poder traer de vuelta a su madre, Janet (Michelle Pfeiffer). Desgraciadamente, necesitan una última pieza para poder terminar la construcción de la máquina, y su dueño, el nefasto Sonny Burch (Walton Goggins) no se deshará de ella rápidamente.
Además, ese no será el único problema al que tendrán que enfrentarse. Paralelamente, nuestros protagonistas se encontrarán con Ghost (Hannah John-Kamen), una chica se desfaza continuamente de nuestra realidad, y que está buscando utilizar la máquina de los Pym para poder arreglar las moléculas de su cuerpo. Esto, junto con el hecho de que Scott está siendo constante vigilado por agente del FBI (Randall Park), hará que él y Hope se conviertan en una nueva pareja de super héroes: Ant-Man and the Wasp (el Hombre Hormiga y la Avispa).
El alcance más modesto de “Ant-Man and the Wasp” se hace evidente desde sus primeras escenas. No se trata de una cinta en donde nuestros héroes tienen que salvar al mundo de una catástrofe o evitar una invasión alienígena; de hecho, me gustó el que las motivaciones tanto de Scott como de Hank y Hope sean mucho más personales. Todo lo que quiere el primero es ser libre para, por fin, poder pasar tiempo con su hija, mientras que los segundos quieren traer de vuelta a su esposa y madre, respectivamente, a quien no ven hace treinta años. Esto hace que sea mucho más fácil relacionarse con nuestros héroes; después de todo, sus motivaciones son muy humanas, todas relacionadas al amor, al hecho de que extrañan a sus seres queridos, y a que serían capaces de hacer de todo —sí, incluso meterse en una dimensión subatómica— para poder estar con ellos.
Todo esto convierte a “Ant-Man and the Wasp” en una cinta bastante menos arriesgada que su predecesora, pero a la vez, más emotiva y, en términos generales, agradable. Consideren, si no, una dulce conversación que tienen Scott y su hija antes de que el primero se anime a ayudar a Hope y Hank, o los momentos de humor que comparten nuestros héroes con los personajes secundarios, entre los que resaltan el Luis de Michael Peña (igual de hilarante que en la primera película) y el Dr. Bill Foster de Laurence Fishburne (quien se pasó de un Mundo Cinematográfico a otro; la última vez que lo vimos en una cinta de superhéroes, estaba haciendo de Perry White en “Batman v Superman”). El humor en “Ant-Man and the Wasp” es bastante blanco; apto para todo público, divertido, efectivo, con una que otra referencia a actos más “maduros”, pero en general, mucho menos arriesgado que lo que uno encuentra en otros filmes de similar corte.
Esto no debería sorprender. Claramente, “Ant-Man and the Wasp” está tratando de apelar a un tipo de público distinto: a familias que estén más dispuestas a ver una historia más fantástica —Hank puede controlar a un ejército de hormigas gigantes, porque obviamente—, más ligera —los momentos de humor son constantes— y más previsible. La historia está bien construida, de eso no hay duda, y cumple su cometido, pero fuera de la primera escena poscréditos (la cual tiene una conexión fuerte y chocante con “Infinity War”), no tiene giros inesperados ni nada por el estilo. “Ant-Man and the Wasp” es un paquetito afable, bonito y divertido: no traen ninguna sorpresa consigo, pero entretente precisamente por lo seguro y cómodo que se siente.
Paul Rudd sigue interpretando a Scott como el perfecto hombre común: amable, amoroso con su familia —¡incluso con su ex esposa y su novio novio!—, ligeramente sarcástico y autocrítico. No se trata del protagonista más interesante del mundo Marvel —le faltaría un componente dramático más fuerte, más oscuro, para poder serlo—, pero combina perfectamente con el tono que estas películas están buscando tener: nada demasiado serio, pero tampoco demasiado burlón. Habrá que esperar a ver “Avengers 4” para descubrir si es que le dan algo más interesante, más crítico para hacer.
Evangeline Lily convence como Hope, ahora transformada en The Wasp: es fuerte, decidida, de carácter algo duro, pero capaz de suavizarse cuando se rodea de gente que la quiere (como Hank o, con algo de suerte, Scott y Janet). Michael Douglas y Michael Pfeiffer le otorgan algo de clase al filme en sus respectivos roles, Michael Peña es memorable y jocoso como Luis, y tanto Walton Goggins como Hannah John-Kamen están desperdiciados como los villanos de turno. El primero tiene la misma personalidad que tuvo en “Tomb Raider” (aunque algo más caricaturesco), mientras que la segunda es un personaje trágico que se hubiese visto beneficiado por un desarrollo más profundo. John-Kamen hace lo que puede con un rol escrito a medias, pero desgraciadamente, no es suficiente.
A nivel técnico, “Ant-Man and the Wasp” es lo que uno esperaría de cualquier otra película de Marvel. La banda sonora de Christoph Beck es ligera y olvidable —aunque me divertí con el tema musical que inserta en una jocosa escena en el colegio de Cassie—, y los efectos visuales son coloridos y transforman las escenas más fantasiosas —especialmente aquellas que se llevan a cabo a nivel macro, o las que se desarrollan en la ya mencionada dimensión cuántica— en experiencias verdaderamente alucinantes. No obstante, y al igual que en la primera película de “Ant-Man”, el trabajo visual que más resalta en esta secuela es el de rejuvenecimiento digital. Esta vez, tenemos flashbacks en donde vemos tanto a Michael Douglas como a Michelle Pfeiffer y Laurence Fishburne treinta años más jóvenes… y lucen 100% convincentes (lo cual es doblemente impresionante, considerando que muchos sabemos como eran ellos de jóvenes, y podemos comparar). Es impresionante cómo ha avanzando esta tecnología en los últimos años.
“Ant-Man and the Wasp” es un blockbuster correcto y cumplidor, una película ligera que favorece el humor y el drama familiar por sobre la acción y la destrucción para otorgarle al público una historia que sirve como un respiro de aire fresco luego de la experiencia tan intensa y épica de “Avengers: Infinity War”. No está entre las mejores entregas del MCU, pero tampoco entre las peores; si se siente inferior a su predecesora, es porque carece de la misma frescura y sensación de novedad, pero no necesariamente porque sea evidentemente peor. Entretenida, consistentemente graciosa (pero de manera bastante naive) y visualmente impresionante, “Ant-Man and the Wasp” es de las películas más sanas, más agradables, más inocentes de la MCU. Puede que esto no le atraiga a todo público, pero estoy seguro que los fanáticos de la franquicia no la pasarán mal viendo la película.
Avance oficial:
- Mi calificación
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